El presidente de BBVA augura ‘repercusiones estructurales’ en la economía mundial por el conflicto en Ucrania

El presidente del BBVA, Carlos Torres Vila, ha afirmado que el conflicto en Ucrania tendrá «repercusiones estructurales» sobre la economía mundial y posiblemente se esté ante «un nuevo orden mundial». No obstante, confía en que continúe la recuperación en 2022 y ha asegurado que el BBVA afronta «con gran fortaleza» el actual «contexto incierto».

Torres Vila ha realizado estas manifestaciones a su llegada al Palacio Euskalduna de Bilbao, donde el BBVA celebra este viernes su Junta General de Accionistas, que deberá dar su visto bueno a la reelección de Torres y del consejero delegado, Onur Genç, como miembros del consejo de administración.

El presidente de la entidad se ha referido, en primer lugar, a la «gran tragedia humana» que supone la invasión de Ucrania por parte de Rusia, que, según ha subrayado, observa con «gran tristeza, inquietud».

Carlos Torres Vila ha asegurado que es una situación «terrible», que espera y desea que «termine cuanto antes». Según ha recordado durante su intervención en la junta, BBVA está contribuyendo a paliar la emergencia humanitaria que ha desencadenado la guerra con una donación de un millón de euros, una campaña de aportaciones de accionistas, empleados y clientes que ha recaudado 1,7 millones de euros y poniendo a disposición de las autoridades diversos espacios para la recepción y la acogida de refugiados que huyen de Ucrania.

«Todos tenemos que apoyar, en la medida de lo posible, a paliar esta emergencia humanitaria», ha agregado el presidente de BBVA, que seguirá dando el apoyo necesario si la situación se prolonga mucho tiempo.

En el plano económico, el presidente del BBVA confía en que «la recuperación continúe» en 2022, aunque el conflicto tiene «un impacto sobre la inflación, sobre el crecimiento y, sobre todo, aumenta, de manera importante, la incertidumbre sobre la evolución de la economía global».

El directivo ha apuntado que el conflicto está teniendo un impacto negativo en los mercados financieros y ha provocado «acusadas subidas» de los precios de todas las materias primas, especialmente el petróleo y el gas.

Según ha asegurado, la magnitud de los impactos será distinta entre países y dependerá de la respuesta de las políticas monetaria, fiscal y regulatoria.

«Europa está dando una respuesta inmediata y coordinada a la crisis. Con ello, lanza una clara señal del compromiso con una mayor integración europea para hacer frente a los enormes retos que afronta, tanto humanitarios como estratégicos», ha valorado Torres, quien ha añadido que, en el plano energético, «Europa debe caminar hacia una mayor independencia, lo que debe servir para movilizar la economía hacia las energías renovables con mayor celeridad».

Más allá de los «impactos inmediatos», Torres ha avisado de que el conflicto tendrá «repercusiones estructurales» en la geopolítica y en la economía mundial, «condicionando la relación entre bloques y el comercio internacional». «Estamos ante un nuevo orden mundial, en el que primará la autonomía en cuestiones estratégicas como la energía, alimentos, materias primas, tecnología, defensa, y datos. Un mundo bien distinto al de la globalización creciente de las últimas décadas», ha apuntado.

BBVA AFRONTA EL CONTEXTO DESDE UNA POSICIÓN DE «GRAN FORTALEZA»

Carlos Torres Vila ha asegurado que BBVA afronta este «contexto incierto» desde una posición de «gran fortaleza». En este sentido, ha recordado que han logrado en 2021 el mayor beneficio recurrente de la última década (5.069 millones) y se cerró el año con un «elevado» ratio de capital del 12,75%.

Además, ha destacado que las ratios de rentabilidad son de doble dígito y están por encima de los de la competencia (el ROTE fue del 12% en 2021, frente al 7,7% de media de sus competidores europeos) y que el crecimiento del patrimonio neto tangible por acción, junto con los dividendos correspondientes al ejercicio, fue del 10,1%, frente a la media del 6,8% de la competencia en Europa. «Esta métrica es muy relevante porque mide cómo crece el valor contable que corresponde a cada una de sus acciones», ha destacado.

Según ha apuntado, estas cifras les han permitido aumentar, de manera «notable», la remuneración a los accionistas, que podría alcanzar hasta 5.500 millones entre el dividendo y el programa de recompra de 3.500 millones, y «crecer, de forma significativa, en todos los mercados».

«Si consideramos tanto la evolución del precio de la acción desde principios de 2019 hasta el día de ayer, como los dividendos pagados desde entonces, la rentabilidad para nuestros accionistas ha sido del 30%, a pesar del entorno tan complejo, con una pandemia que ha afectado de forma importante a la economía mundial y a los países en los que operamos y con el impacto negativo de la invasión de Ucrania», ha resaltado Torres.

El directivo también ha asegurado durante su intervención en la junta que la fortaleza de capital da a BBVA «gran opcionalidad estratégica» para crecer, invirtiendo en países en los que ya está presentes y con un mayor apetitivo inversor en empresas en crecimiento, y para soportar coyunturas desfavorables que puedan desencadenarse a raíz del conflicto en Ucrania.

«Mirando hacia adelante, gracias al equipo de personas que integra BBVA, tenemos gran capacidad para aprovechar las oportunidades que nos brindan las dos tendencias que están definiendo el futuro, la innovación y la sostenibilidad», ha manifestado.

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