Nada es como parece

¿LLEGARA EL CARGADOR UNICO? Hace dos años que la Comisión Europea emplazó a los catorce mayores fabricantes de teléfonos móviles del mundo a diseñar un cargador único que sirviese para todos los modelos. Todo este tiempo ha transcurrido pactando las especificaciones que ha de tener y las industrias se han dado un plazo de dos años más para ponerlo en el mercado. Cuatro años parecen muchos para un aparato que, aparentemente, no supone demasiadas complicaciones. Si las tuviera, es impensable que en este momento hubiera en el mercado nada menos que 30 tipos distintos de cargador de móvil. Y todos para hacer lo mismo.

A MERKEL SE LE SUBLEVAN LAS EMPRESAS.– A la semana de que Angela Merkel llegase a España con su receta de vincular los salarios a la productividad, Volkswagen subía un 4,2% los sueldos en sus fábricas alemanas. No es raro que la canciller alemana se vea sobrepasada por los acontecimientos, pero en esta ocasión ha sido muy notorio, porque el aumento de la productividad en el país no llega ni de lejos a ese 4,2%. Por si fuera poco, Daimler Benz, Bosch, los ferrocarriles y alguna empresa química del país han secundado ya estas subidas generosas o parecen a punto de hacerlo en sus convenios. Al parecer, la receta sólo vale para España.
UNO U OTRO.– El AVE supone un avance indudable, pero a veces se olvida que no todo son ventajas. La primera es el precio de los billetes, del que casi nadie habla, y la segunda su efecto sobre otros transportes. En Valencia se felicitaban de tener, por fin, el AVE con Madrid, pero lo que no se esperaban es que Iberia, primero, y Ryan Air, después, suprimiesen los vuelos con la capital del país por falta de rentabilidad. La única alternativa aérea a partir de ahora serán los pequeños aviones de hélice de Air Nostrum, esos que Revilla llamaba despectivamente “avionetas”. Y si eso pasa con Valencia, imaginemos lo que ocurrirá con Santander, con una población tres veces menor.

CAMERON DA OTRA VUELTA DE TUERCA.– El Gobierno conservador-liberal británico impuso el pasado otoño y por sorpresa un impuesto a la banca. La noticia no cayó bien en el sector pero lo que no imaginaban es que en enero, a pocos días de entrar en vigor, ha decidido subirlo de una manera sustancial. El asunto le iba a salir a la filial del Banco Santander por unos 70 millones de libras al año pero con los nuevos tipos –y si no hay nuevas subidas– va a tener que pagar 120 (unos 140 millones de euros). Un buen mordisco a los beneficios.

La foto cuenta.– A partir de ahora, cada vez que un ministro o un consejero tenga la tentación de inaugurar una obra deberá saber que ese acto puede tener validez jurídica. Una constructora española acaba de ganar un juicio ante la Audiencia Nacional en el que reclamaba el pago de intereses desde el día en que el ministro de Fomento inauguró una autovía, al entender que se trataba de una recepción tácita de la obra. El problema es que muchas se inauguran antes de estar acabadas y los jueces parecen plenamente conscientes de ello, porque en la sentencia especifican que en, este caso, el ministro no sólo se hizo la foto, sino que la carretera fue abierta al tráfico.

LIBERALIDADES, LAS JUSTAS.– El disponer de la tarjeta de la empresa de una forma poco adecuada ya puede ser considerado apropiación indebida, un delito, y no solo una mala gestión. Incluso si el dinero se repone. El Supremo ha ratificado una sentencia en la que se condena al consejero delegado de una compañía por cargar en su VISA gastos realizados en locales de alterne. A pesar de que el ejecutivo tenía un amplio margen de maniobra con la tarjeta, el tribunal entiende que estos pagos concretos no pueden justificarse en ningún caso como de interés para la empresa.

EL CINE TAMBIÉN SE RINDE.– Las cámaras fotográficas son digitales, la música es digital y las películas descargadas de la red, por supuesto, son digitales. Pero quedaba el cine, irreductible. Al menos eso es lo que creíamos, porque al finalizar este año, ninguna sala de la cadena Kinépolis seguirá proyectando las películas de 35 mm. Sin que los espectadores lo hayan percibido, en varios de sus cines se proyectan ya archivos digitales en alta definición. Unos archivos que no se deterioran ni abultan ni pesan, como las latas de película. Ahora sólo falta que alguien los piratee y se los descargue.

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