Cuáles son las diferencias entre demencia y deterioro cognitivo

Los problemas de memoria, la confusión y los cambios de comportamiento en personas mayores suelen generar preocupación, especialmente cuando se desconoce si responden a un trastorno leve o a una patología neurodegenerativa. Identificar correctamente estos signos es fundamental para actuar con rapidez y aplicar los cuidados más adecuados.

En este contexto, el portal Esto No es Noticia ha publicado un artículo divulgativo que aclara la diferencia entre demencia y deterioro cognitivo, dos diagnósticos que, aunque relacionados, presentan implicaciones clínicas distintas. Desde un enfoque informativo y accesible, esta web ofrece una guía útil para distinguir estos cuadros y comprender mejor cómo influyen en la autonomía, la evolución funcional y el abordaje médico de quienes los padecen.

Qué caracteriza al deterioro cognitivo leve y a la demencia

El deterioro cognitivo leve se define como una pérdida moderada de funciones mentales como la memoria, la atención, el lenguaje o la planificación. Aunque no forma parte del envejecimiento normal, tampoco implica una afectación severa de la autonomía. Las personas en esta situación pueden continuar desempeñando sus actividades cotidianas, aunque con cierta dificultad. Este trastorno se considera a menudo una etapa intermedia entre el envejecimiento habitual y la aparición de una demencia.

Existen distintas formas de deterioro cognitivo leve: el tipo amnésico afecta sobre todo a la memoria, mientras que el no amnésico compromete otras áreas, como el razonamiento o la percepción visual. A diferencia de la demencia, este trastorno puede estabilizarse o incluso revertirse si se detecta la causa subyacente, como deficiencias nutricionales, efectos secundarios de fármacos o enfermedades tratables.

Por otro lado, la demencia es un síndrome neurodegenerativo progresivo que conlleva una pérdida significativa de capacidades cognitivas. Afecta no solo a la memoria, sino también al juicio, la conducta, la orientación y el lenguaje, impidiendo mantener una vida independiente. Engloba varias patologías, entre las que destacan el Alzheimer, la demencia vascular, la demencia con cuerpos de Lewy y la demencia frontotemporal.

Elementos clave para diferenciar clínicamente sus diagnósticos

Varias características permiten distinguir estos diagnósticos. En primer lugar, la intensidad de los síntomas: el deterioro cognitivo genera dificultades leves que permiten continuar con las rutinas habituales, mientras que la demencia impide realizar tareas básicas como vestirse, cocinar o manejar dinero.

Otro elemento relevante es la evolución. El deterioro cognitivo puede permanecer estable durante años o mejorar con intervenciones adecuadas. La demencia, en cambio, progresa de manera irreversible. También existen diferencias en las herramientas diagnósticas: mientras que el deterioro se evalúa con pruebas como el test MoCA o el Mini Examen Cognoscitivo, la demencia requiere estudios neurológicos más amplios, pruebas de imagen cerebral y análisis clínicos.

La comprensión clara de la diferencia entre demencia y deterioro cognitivo facilita la toma de decisiones médicas y familiares, y permite aplicar tratamientos específicos según el grado de afectación. Esta diferenciación no solo mejora el abordaje clínico, sino que también contribuye a preservar la calidad de vida del paciente y a adaptar los entornos a sus necesidades.

Con enfoques accesibles y rigurosos, el portal Esto No es Noticia contribuye a acercar este tipo de contenidos a la población general, promoviendo una mayor concienciación sobre los retos del envejecimiento mental.

Suscríbete a Cantabria Económica
Ver más

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Botón volver arriba
Escucha ahora   

Bloqueador de anuncios detectado

Por favor, considere ayudarnos desactivando su bloqueador de anuncios