RANKING 2006

Pero los datos parecen reflejar una dualidad y las empresas mejor paradas son las que trascienden los límites regionales. Un indicio es que el censo de las que se encuentran entre los 6 millones de euros de facturación y los 30 (unas 250) no crece en la misma proporción que las más grandes, lo que puede ser un indicio de que, en un mundo globalizado, las de más dimensión avanzan más deprisa y eso justificaría los procesos de concentración que vemos a diario. Por lo general, las empresas del segundo peldaño tienen su actividad más concentrada en el mercado regional, lo que también puede indicar que la capacidad de consumo interno de la región es más limitada de la que encuentran las grandes compañías –que, por lo general, venden también fuera– o que la competencia dentro es mayor.
Otro indicio es el hecho de que crece mucho más deprisa la facturación de las empresas con sede en Santander (12,69%) que la de compañías domiciliadas en su entorno (10,87%) o las asentadas en la comarca oriental (6,35%). Dado que en la capital está la sede de empresas más importantes en tamaño y muchas de las compañías de servicios (Banco Santander, Caja Cantabria, Bancantabria…) y de comercio (Lupa, Casanueva Bedia…) es aún más evidente que hay una cierta relación entre estos factores con el ritmo de crecimiento.
A pesar de estas apreciaciones, si hubo un sector estrella en el balance de 2006 volvió a ser el de la construcción, con crecimientos casi siempre por encima de los dos dígitos y un crecimiento medio del 15,5%. No obstante, en este caso son las medianas compañías las que crecen con más fuerza, con ejemplos destacados como el de Cagigas Solar, mientras que las grandes empiezan a dar muestras de agotamiento. Es significativo que esto haya ocurrido en un año como 2006, en el que se produjo un gran aumento de la licitación pública de Ayuntamientos y Gobierno regional, a consecuencia de la proximidad de las elecciones celebradas en mayo. Con este precedente, es posible que 2007 depare sorpresas, ya que se ha reducido mucho la licitación pública y la creciente competencia por las obras está deparando fuertes bajas en las ofertas.

Un tejido empresarial variado

Si hay alguna característica en la composición del tejido empresarial cántabro es la diversidad. Prácticamente todos los sectores están representados, algo que no ocurre en otras autonomías y mucho menos en las de carácter uniprovincial, como Murcia o La Rioja, donde la gama de actividades es relativamente pequeña y, por tanto, están sometidas a las eventualidades de sectores muy concretos, como el del vino, el turismo de sol y playa, las hortalizas o las ventas de viviendas. En Cantabria, con la excepción de empresas tecnológicas, cuya presencia en el ranking es casi irrelevante, hay un amplísimo abanico, que va desde grandes compañías financieras, como el Banco Santander, a firmas alimentarias de muy diversa índole, el transporte, los grupos hoteleros, las compañías auxiliares de automoción o los astilleros, lo que da una cierta estabilidad en el conjunto y equilibra, de alguna manera, el desmesurado peso que tiene en el mercado interno la construcción, tanto por la demanda del sector público como del privado.

Un buen año industrial

La producción industrial de Cantabria se aproximó en 2006 a los 5.548 millones de euros, lo que supone un aumento del 6,3% con respecto a 2005, según datos del Instituto Cántabro de Estadística (ICANE).
La mayor contribución fue la del sector metalúrgico, con 1.102 millones de euros, concentrados principalmente en las industrias de Santander y su área de influencia (774 millones). Muy por detrás estuvo la aportación de los valles interiores (196 millones) y de Torrelavega y su comarca (casi 95 millones) o la de la zona costera oriental (37 millones).
Por detrás de los productos metalúrgicos figura el sector de alimentación, bebidas y tabaco, con una producción de 826 millones de euros; otros productos metálicos, con casi 703 millones, y el sector químico-farmacéutico, con más de 585 millones.

Anchoas y hormigón, los dos productos que más facturan

Si hubiera que significar la región por productos concretos, habría que referirse, en primer lugar, a las conservas y preparados de anchoa, que generaron el año pasado casi 93 millones de euros de facturación y, a continuación, a uno tan ajeno como el hormigón (86,8 millones). En tercer lugar aparecería la electricidad térmica producida a partir de fuel, con unas ventas de 85 millones de euros y, en puestos sucesivos, la energía hidroeléctrica, con casi 53 millones; las construcciones para barcos (36 millones); las puertas metálicas (29 millones) y las conservas de bonito (25 millones).
El peso de cada uno de ellos varía en función de las áreas. Así, en Santander y su zona de influencia el producto industrial con más venta es el pan fresco ( 44 millones de euros), seguido por el hormigón (42 millones); fundiciones para barcos y cerrajería (36 millones) y las puertas metálicas (29 millones).
En cambio, en Torrelavega el principal producto es la electricidad térmica que producen las centrales de cogeneración de Solvay y Sniace, con más de 82 millones de euros de facturación; y en los valles interiores la única producción industrial relevante es la energía hidroeléctrica del Nansa, con cerca de 51 millones.
En la zona costera oriental casi todo el peso recayó en la industria conservera, con más de 90 millones de euros generados por la anchoa, más de 25 millones por las conservas de bonito y casi 15 por otras preparaciones de pescado.

Sectores: Construcción y hoteles, a la cabeza

Por sectores, creció un 9% la facturación de las grandes empresas del transporte, un 20% la de los grupos hoteleros –que probablemente capitalizaron mejor el Año Jubilar que los pequeños establecimientos– y un 6,9% la ventas de productos químicos.
Las grandes empresas comerciales facturaron un 12,8% más. Los concesionarios de automóviles, en cambio, se tuvieron que conformar con una subida del 3%. En cambio, las empresas suministradoras de componentes de automoción crecieron un 7,4%.
La alimentación no pudo quejarse, con un incremento de las ventas del 10,7% en los grandes comercios de alimentación, y de un 10,8% en las fábricas de productos alimentarios.
También fue un buen año para las fábricas siderometalúrgicas (+5,6%), y las distribuidoras de farmacia vendieron un 6,9% más.
En resumen, todos los sectores tuvieron una evolución positiva y el empleo refleja esa bonanza, con un crecimiento histórico del 9% en las empresas que componen este ranking.

Empresas a todo vapor

Algunas estrellas se apagan, porque mantener en el tiempo ritmos de crecimiento fulgurantes, sobre todo en sectores industriales, no es fácil. Pero hay quien lo consigue. Sin mucho ruido, Queserías Lafuente se ha convertido en una de las grandes empresas del sector del país, con una facturación de 66 millones de euros y crecimientos que no bajan del 20% ejercicio tras ejercicio. Pero 2006 también fue el año de algunas grandes fábricas tradicionales que anteriormente estuvieron sometidas a avatares, como las factorías de Nissan en Los Corrales, que facturaron un 25% más; Nexans, con un 29% de crecimiento; Bosch Sistemas de Frenado, con un 34% y Cantarey (46,1%). Y un ejercicio de resultados históricos para Sidenor en Reinosa, donde superó los 40 millones de euros de beneficio.
Entre los destacados también se encuentran el grupo de empresas Tirso, que ya ha rebasado los 60 millones de facturación, con un salto muy significativo con respecto al año anterior; Hergóm (68% de crecimiento) o Tinamenor, que ha dado un salto del 47,5%. En este grupo se puede incluir a la filial de Dragados Urbaser, que con la puesta en marcha de la planta de tratamiento de basuras de Meruelo ha disparado su facturación hasta los 19 millones.
Son pocas las estrellas que se apagaron en un ejercicio muy aceptable para la mayoría, pero hay otras que nacen. En un sector tan delicado y necesario como el de las nuevas tecnologías, se consolidaron brillantemente las iniciativas de Acorde, que facturó el pasado año un 76% más, alcanzando los 4,5 millones de euros, y TTI, que creció un 36%.
En el sector de la construcción, las promotoras están sometidas a comportamientos cíclicos, en función de las entregas de viviendas, por lo que sus movimientos son a veces erráticos, pero resultan muy significativos los crecimientos de Cagigas Solar, que supera los 19 millones de euros de facturación; de Atria, que duplicó las ventas o de Capilsa, que estuvo muy cerca de hacerlo.
En el sector metalúrgico, Noncales ha dado un salto espectacular, hasta superar los 12 millones de euros de facturación y el fabricante de hélices de barco Casuso Propellers creció un 77%.

La CEOE cántabra va a celebrar su trigésimo aniversario en Cantabria con un buen número de actos a lo largo del mes de diciembre, y uno de los más destacados será la feria Expo Innova Cantabria en la que, por primera vez, expondrán un gran número de empresas de base tecnológica de la región en un ambiente sorprendentemente creativo. Alrededor de la feria, que comenzará el día 12, se van a celebrar numerosas conferencias, algunas tan sugestivas como ‘La Cocina del Futuro’, que dará el famoso cocinero Martín Berasategui, o ‘El Comercio en el mundo que viene’, expuesta por el sociólogo Mario Gaviria, impulsor de las primeras peatonalizaciones de calles que se hicieron en Madrid.
La feria se va a celebrar entre los días 12 y 14 en el Palacio de La Magdalena, donde bajo el paraguas de las innovación tendrán cabida actividades muy diversas dirigidas a las asociaciones empresariales y a empresas de todo tipo. De hecho, entre los expositores habrá áreas para las nuevas tecnologías de la información, la industria, la ecoinnovación y los servicios.
La feria coincide con la celebración del 30 aniversario de la patronal en Cantabria que hará una cena de gala para conmemorarlo, como ya ocurrió con el vigesimoquinto aniversario.
Es muy probable la presencia en los actos del presidente nacional de la patronal, Guillermo Díaz Ferrán, que dará de esta forma un espaldarazo a la organización cántabra tras la escisión de dos de las asociaciones sectoriales más importantes.
También está prevista para este mes la presentación de un análisis sobre el escenario futuro de la industria, a quince años vista, con el que se tratará de anticipar los riesgos y oportunidades que se presentan en este sector para los empresarios cántabros.

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