Ayuntamientos (S-V) (Suelo Industrial)

SUANCES

Aunque actualmente su mayor fuente de recursos económicos se sitúa en el sector servicios, gracias a su importancia como destino turístico, Suances es un municipio históricamente marcado por las grandes industrias de la comarca del Besaya, donde buena parte de su población desarrolla la actividad laboral.
El mayor área industrial de Suances se encuentra en Hinojedo, al borde de la Ría de San Martín de la Arena. Allí la empresa AZSA tiene una fábrica de SO2, que se nutría, hasta su cierre, del mineral procedente de la mina de Reocín.
El nuevo Plan General de Urbanismo, actualmente en fase de redacción, prevé dotar de suelo industrial al municipio en esa zona ya degradada. Sin embargo, el Plan de Ordenación del Litoral ha limitado los usos que se pueden dar a ese espacio, al encontrarse bordeando la ría. En estos momentos, el equipo redactor del Planeamiento y los responsables municipales estudian varias posibilidades de creación de suelo industrial que se centran también en la zona de Hinojedo.

LOS TOJOS

El municipio se encuentra enclavado en el parque natural Saja-Besaya, uno de los entornos que más atraen a los visitantes que llegan a Cantabria procedentes de otras comunidades, así como turismo local de fin de semana.
La impacto del sector turístico en la economía local, ha determinado el giro de las tradicionales actividades de este municipio desde la ganadería hacia los servicios centrados en la hostelería y la restauración. Uno de los factores que más ha impulsado este crecimiento ha sido la recuperación del viejo casco urbano de Bárcena Mayor, declarado conjunto histórico-artístico en 1979. La belleza de su arquitectura rural, sobre la que se ha realizado un profundo proceso de rehabilitación, ha convertido a esta localidad en uno de los grandes reclamos turísticos de Cantabria. Además de los establecimientos hosteleros, también se han creado pequeños talleres artesanales.
Aunque con un peso algo menor, la ganadería de montaña sigue teniendo presencia en la zona, ocupando a más del 31% de la población activa de Los Tojos.

TORRELAVEGA

La vocación industrial de la capital del Besaya, favorecida históricamente por su estratégica situación, en la encrucijada de las principales vías de comunicación de Cantabria, reclama desde hace tiempo la puesta en marcha de polígonos que faciliten el asentamiento de nuevas empresas y el traslado de aquellas que necesitan expansionarse. La carencia de suelo ha provocado en los últimos años la pérdida de peso industrial de Torrelavega, que también ha visto como su número de habitantes descendía hasta situarse en el entorno de las 57.000 personas, 3.000 menos que el techo de población alcanzado en 1992. Núcleos como Cartes o Reocín, situados en su zona de influencia, y en los que se han creado nuevas áreas residenciales, se han beneficiado de este trasvase humano.
Para recuperar el impulso industrial, Torrelavega contará antes de que finalice la presente legislatura con un polígono de 346.000 metros cuadrados en la zona de Tanos-Viérnoles. El Boletín Oficial de Cantabria publicó recientemente la aprobación definitiva del Proyecto Singular de Interés Regional para este polígono promovido por el Gobierno cántabro. Más incierto es el futuro que aguarda al espacio industrial que se proyecta crear en el corredor Sniace-Solvay, y que depende para su puesta en marcha de la iniciativa privada.

TRESVISO

Este pequeño municipio de montaña, uno de los más aislados y el más despoblado de Cantabria (69 vecinos), se caracteriza más por sus necesidades de servicios básicos que por sus actividades económicas, que son simplemente de subsistencia. Tresviso tiene que luchar con unas duras condiciones físicas, con prolongados periodos de incomunicación debido a los temporales de nieve.
Enclavado en los Picos de Europa, centra su principal actividad en las explotaciones ganaderas de montaña. Destaca, como producto singular, la elaboración artesanal y el curado en cuevas de una variedad de queso azul que cuenta con denominación de origen: el picón de Tresviso, uno de los productos gastronómicos con más prestigio de Cantabria.
El turismo comienza a ser también uno de los recursos de este municipio, punto de destino de senderistas a los que no les asustan los 900 metros de desnivel que hay que salvar para acceder al pueblo.

TUDANCA

Con una población en marcado declive y una estructura demográfica notablemente envejecida, Tudanca es un ejemplo de municipio rural al que su relativo aislamiento y su bien preservada traza urbana –en la que se entremezclan casonas y edificaciones populares–, le convierte en destino predilecto del turismo que gusta del paisaje y de los entornos naturales y que cuenta además con el atractivo que representa la Casona de Tudanca, donada por el escritor José María de Cossío a la Diputación Provincial de Santander, que la convirtió en Museo. La Casona alberga un valioso patrimonio bibliográfico, en el que destacan, junto a la gran biblioteca reunida por Cossío, manuscritos de numerosos escritores de la generación del 27.
El empleo industrial está representado en Tudanca por el sistema hidroeléctrico de Saltos del Nansa, una parte importante del cual se desarrolla sobre suelo de este municipio, donde se encuentran ubicadas la presa de La Cohílla y el embalse de La Lastra.
Con todo, la principal actividad continúa siendo la agraria, con el 38% de la población activa dedicada a la ganadería.

UDIAS

Udías cuenta con un pasado minero que ha dejado vestigios históricos y con recursos naturales que, como los bosques del Monte Corona, encierran un gran atractivo. Muestra de ello son las cuatro posadas rurales abiertas recientemente en este municipio. Para aprovechar este patrimonio, así como su cercanía a núcleos turísticos tan importantes como Comillas, o San Vicente de la Barquera, la corporación municipal maneja diversos proyectos. Uno de ellos consiste en la puesta en marcha de un parque temático de la minería en las más de 300 hectáreas de terreno que ocuparon las antiguas minas de zinc, entre los pueblos de Canales y Toporias. La explotación, que cerró hace más de 40 años, guarda en sus entrañas importantes atractivos que se sumarían a los que ofrece El Soplao.
Otro importante proyecto es la habilitación del edificio de la antigua guardería de Monte Corona para construir un centro de interpretación de la zona.
En materia de industria, el Ayuntamiento pretende acondicionar dos hectáreas de terrenos para ubicar un vivero de empresas dedicado a la pequeña industria.

VAL DE SAN VICENTE

Situado en la comarca del Saja-Nansa, en el límite con la comunidad asturiana, Val de San Vicente va a experimentar un formidable impulso al haber sido elegido por el Gobierno cántabro para desarrollar uno de los cuatro macropolígonos contemplados en el Plan de Protección del Litoral. En su nueva condición de área estratégica industrial, Val de San Vicente contará con unos 700.000 metros cuadros de suelo industrial en la zona de Los Tánagos, en las que ya se está ejecutando un pequeño polígono de 25.000 m2, tras el acuerdo alcanzado por el Ayuntamiento con Sican.
La llegada de empresas va a cambiar radicalmente la tradicional imagen de municipio rural y turístico de Val de San Vicente, cuya industria más significativa es la piscifactoría de Tinamenor, una de las más importantes de Europa.
Es destacable también la concentración de servicios que se ha ido produciendo en Unquera, convertida en un centro urbano de cierta entidad, así como la cada vez mas importante actividad turística, sobre todo en zonas como Pechón o Prellezo.

VALDALIGA

La necesidad de un polígono comarcal entre Valdáliga y San Vicente de la Barquera es una vieja aspiración que se ha visto defraudada por la especial protección que impone sobre esa zona la existencia del Parque Natural de Oyambre.
La tramitación del PORN ha impuesto un compás de espera a la posible habilitación de suelo industrial en ambos municipios. Mientras tanto, la presencia de industrias en el municipio de Valdáliga se limita a alguna pequeña conservera.
Más importancia tiene para su economía el sector primario, con ganaderías de producción cárnica y láctea que dan ocupación al 21% de su población activa.
El auge del turismo rural en esta parte de la región, se ha traducido en un notable impulso al sector servicios, que se ha convertido en el mayor recurso de la economía local, hasta el punto de generar casi el 45% de los empleos del municipio. La reciente apertura de la cueva del Soplao, situada en su mayor parte en el término municipal de Valdáliga, será un elemento clave en la potenciación del turismo en esta zona de Cantabria.

VALDEOLEA

Municipio con un fuerte carácter industrial hasta la década de los ochenta, desde entonces, Valdeolea ha reflejado el declive de esa actividad, pasando de casi 5.000 habitantes a apenas millar y medio.
Aún así, este municipio alberga a la única fábrica de cemento que existe en la región: Cementos Alfa, una histórica planta, creada en Mataporquera en 1930. Recientemente, se ha reanudado la actividad de otra empresa con hondas raíces en Valdeolea: Ferronor, heredera de la antigua Unquinesa y de Dow-Chemical que llegó a tener 400 trabajadores en la década de los sesenta. Esta empresa, dedicada a la producción de ferrosilicio, había cerrado sus puertas en el año 1987. La vieja fábrica ha vuelto a la actividad pero con otro objetivo: la construcción y achatarramiento de vagones de Renfe.
El ferrocarril está muy ligado al pasado y al presente de Valdeolea. Mataporquera es sede de un importante nudo ferroviario en el que coinciden la líneas de Renfe y de FEVE. Precisamente uno de los proyectos de su Ayuntamiento es el de construir un museo del ferrocarril en la estación de esta localidad.
Otro recurso con gran proyección es el turismo, para el que Valdeolea cuenta con un rico patrimonio arqueológico.

VALDEPRADO DEL RIO

La riqueza de su patrimonio artístico y cultural ha convertido al sector servicios en la segunda fuente de trabajo de este municipio, pero con un potencial de crecimiento que está lejos de tocar techo.
Valdeprado reúne todos los valores naturales que aprecia el turismo rural, y cuenta, además, con elementos de atracción tan importantes como el Monasterio de Montesclaros. El origen de este santuario está en una iglesia rupestre similar a las de Valderredible, situada bajo la basílica actual, construida en 1686 por encargo del rey Carlos II a los Dominicos. Desde el pasado año el Monasterio de Montesclaros cuenta con la declaración de Bien de Interés Local.
Cercana a este Monasterio se sitúa una iniciativa reciente, que pretende conectar al municipio con el turismo termal poniendo de nuevo en pie el antiguo balneario de Aldea de Ebro, uno de los tres focos termales, junto al de Fontibre y Corconte, existentes en Campoo. El promotor planea rehabilitar las instalaciones ya existentes en esta pedanía desde mediados del siglo XIX y actualmente fuera de uso.
En este municipio se ubica la cantera de Portalón, de la que Cementos Alfa extrae la materia prima.

VALDERREDIBLE

Es el municipio más grande de Cantabria y también el que registra una densidad de población más baja, con sólo 3,8 personas por kilómetro cuadrado. La ausencia de desarrollo industrial en la zona, dedicada casi en exclusiva a las actividades agropecuarias, explica el fuerte proceso de emigración registrado en este municipio, que ha pasado de tener 6.092 habitantes en 1950, a los 1.160.
En su futuro económico va a jugar un papel decisivo la carretera que ha puesto fin al aislamiento del valle. Esta vía de comunicación que une Pozazal, Polientes y el Puerto de Carrales, ha supuesto la mayor inversión pública regional en la red de carreteras de las últimas legislaturas, y será el eje fundamental para el desarrollo de este municipio.
Con el turismo como apuesta fundamental para esa nueva etapa, Valderredible espera revertir la tendencia de las últimas décadas. Cuenta para ello con un impresionante patrimonio artístico y ecológico. El 80% de las 52 iglesias que existen en su término municipal son románicas, entre ellas algunas de las joyas de este estilo arquitectónico, como San Martín de Elines. También se ubica en su territorio uno de los bosques caducifolios más importante de la región, Monte Hijedo, especialmente apreciado por los senderistas.

VALLE DE
VILLAVERDE

Este enclave cántabro, situado en la comarca vizcaína de Las Encartaciones, ha sufrido un acusado descenso de población desde la década de los sesenta. Actualmente, alberga a unos 350 habitantes, la mitad de los que figuraban en el censo que se hizo hace cuarenta años. La ganadería y la explotación de los recursos forestales continúan teniendo un notable peso en la economía de este enclave, hasta el punto que ocupan a más del 28% de la población activa.
Un 18% de los vecinos de Villaverde trabajan en las factorías vizcaínas. Más relevante es el porcentaje de empleos generados por el sector servicios (cerca del 40%).
Para dar a conocer las costumbres y tradiciones culturales de este singular municipio, se creó en 2001 un Museo Etnográfico en las antiguas escuelas de La Matanza.
Recientemente, el Gobierno de Cantabria ha aprobado un decreto recuperando la denominación histórica de este enclave, Valle de Villaverde. De este modo se evitan confusiones con el vecino municipio vizcaíno de Trucíos.

VEGA DE LIEBANA

Como toda la economía del valle de Liébana, la de Vega oscila entre las tradicionales actividades agrícolas y ganaderas y la posibilidades de aprovechamiento turístico que ofrece la zona en que se enclava. Así, cada uno de los dos sectores agrupa a más de un tercio de la población activa. Sin embargo, mientras que el primario ha sufrido un fuerte retroceso, que se adivina imparable, el sector servicios no deja de crecer como lo demuestran la abundancia de posadas rurales y de establecimientos de hostelería.
En lo que hubiera sido un factor de dinamización para este bello municipio, de 985 habitantes, el Ayuntamiento de Vega de Liébana ha estado a punto de albergar en Sierra Vejo el primer observatorio astronómico de la región. Con este fin se firmó en 2004 un convenio de colaboración con la Agrupación Astronómica de Cantabria, aunque las dificultades para obtener la financiación precisa han impedido que la idea llegase a buen puerto.
Otro proyecto que afectaría directamente a la zona es el que persigue la construcción de una estación de esquí en San Glorio, una iniciativa privada apoyada por la Junta de Castilla-León pero que el Ministerio de Medio Ambiente no ve con buenos ojos.

VEGA DE PAS

Al igual que otros municipios pasiegos, el de Vega de Pas se ve afectado por el fuerte despoblamiento provocado por el declive de su forma de vida tradicional: la ganadería de leche semitrashumante. Con apenas setecientos habitantes (llegaron a ser casi 3.000 en los años sesenta), este municipio afronta el reto de articular un modelo de desarrollo sostenible para su territorio. Para ello cuenta con un patrimonio arquitectónico, cultural y etnográfico de enorme valía representado por la cabaña pasiega y sus cercados, un sistema de explotación ganadera que ha generado un paisaje único en Europa. En su defensa se han producido iniciativas como la del Colegio de Arquitectos de Cantabria, secundada por la Fundación Naturaleza y Hombre, que propone para el paisaje pasiego la declaración de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
El Gobierno de Cantabria está elaborando el Plan Especial de la Zona Pasiega, un espacio de singular belleza que se ve amenazado no sólo por el abandono de las actividades ganaderas, sino por los proyectos para construir parques eólicos en el territorio burgalés que linda con esta comarca.

VILLACARRIEDO

Situado en la zona central de la comarca del Pisueña, Villacarriedo es un municipio eminentemente agrario con casi el 40% de la población dedicada a la ganadería. Como todas las zonas de montaña, la despoblación es uno de los rasgos que definen a su territorio. Una iniciativa compartida con el vecino ayuntamiento de Selaya trata de revertir esta tendencia impulsando la creación de suelo industrial en la comarca. La redacción del nuevo planeamiento contempla la creación de un polígono de 120.000 m2 para atender a las empresas que desean asentarse en la zona.
Otro importante impulso es el que provendrá de la construcción del ramal de la autovía del Cantábrico que unirá Solares con Torrelavega, y que finalmente se hará por el sur de Peñacabarga. Este nuevo trazado situará a los valles de Cayón y de Carriedo en una posición estratégica, por su cercanía a una vía de comunicación rápida.
Villacarriedo es el centro de servicios de la comarca, lo que repercute en un aumento de ocupación en el sector terciario y, desde el punto de vista turístico, cuenta entre sus atractivos con la construcción civil más espectacular de la arquitectura barroca cántabra: el palacio de Soñanes, convertido en hotel de lujo.

VILLAESCUSA

El pasado minero del municipio de Villaescusa ha dejado tras de sí un rico patrimonio industrial, convertido hoy en uno de los más atractivos recursos turísticos de Cantabria: el Parque de la Naturaleza de Cabárceno. Este singular zoológico, construido sobre el espectacular paisaje modelado por más de un siglo de explotación de mineral de hierro, atrae cada año a cerca de 600.000 visitantes. El impacto de esta afluencia turística en la economía local, tiene su reflejo en la red de establecimientos hosteleros creados en la zona.
Villaescusa se caracteriza también por el auge residencial que ha conocido en estos últimos años. Su proximidad a la bahía de Santander y sus buenas comunicaciones, han estimulado la construcción de numerosas urbanizaciones.
Su privilegiada situación, que se verá reforzada cuando se ejecute la anunciada Ronda de la Bahía, y la disponibilidad del suelo liberado por las antiguas explotaciones de mineral de hierro ha sido determinante a la hora de elegir a este municipio para albergar uno de los cuatro macropolígonos que el Gobierno cántabro va a promover en la región. Los 446.000 metros cuadrados de suelo industrial que se van a crear en este municipio, vendrán a paliar una de las carencias que más se acusan en el entorno de la capital de Cantabria.

VILLAFUFRE

En este municipio pasiego, situado entre los valles de Toranzo y Carriedo, la situación del sector primario se caracteriza por unas explotaciones ganaderas más modernizadas que las situadas en el alto Pas. Con un terreno más apto para la ganadería intensiva, las actividades agropecuarias absorben el 28% de la población activa del municipio. También aquí, como en todas las explotaciones del valle de Carriedo, destaca el papel jugado por la Cooperativa Valvanuz.
La construcción es otro sector con notable presencia en la economía local, no en vano Villafufre fue, después de Selaya, el municipio del valle de Carriedo en el que más aumentaron las viviendas nuevas en la pasada década.
La industria y los servicios mantienen índices parecidos de ocupación aunque, en ambos casos, los vecinos ocupados en estas tareas las ejercen en las áreas industriales de la cuenca del Besaya o en el entorno de la bahía santanderina.

VOTO

El municipio trasmerano de Voto se caracteriza por el notable peso que tiene en su economía el sector primario. De hecho, las explotaciones ganaderas de Voto aglutinan una de las cuotas lecheras más altas de Cantabria.
Su situación junto a importantes núcleos industriales y turísticos de la costa oriental de Cantabria, ha facilitado a su población activa el acceso a sectores como la construcción, la industria y los servicios.
Rica en piedra caliza, y cuna de numerosas dinastías de canteros, el municipio de Voto es hoy objetivo de varios proyectos para explotar sus recursos minerales, que se concentran especialmente en la pedanía de San Bartolomé de los Montes. Sin embargo, los intentos para construir en la zona una cantera no han prosperado, ante la declaración de impacto ambiental denegatoria por parte de la Consejería de Medio Ambiente.
Quien si mantiene desde antiguo una explotación minera en Voto es la empresa ‘Dolomitas del Norte, aunque su proyecto para construir una planta de sinterización de dolomía, chocó hace dos años con la negativa del Ayuntamiento.