De Todo
El 30% de los españoles no agota sus vacaciones
La última encuesta elaborada por el portal de empleo Monster revela que el 30% de los españoles no disfruta de todos los días de vacaciones que tiene en el año. Entre el 70% que consume todas sus vacaciones, un 23% se ve obligado a trasladar algunos días al año siguiente.
Aunque otra encuesta anterior de Monster destacaba el hecho de que los europeos tienen más días de vacaciones que los trabajadores estadounidenses, a tenor de los resultados de esta última parece que resulta necesario hacer importantes correcciones, dado que no siempre agotan los días de descanso a que tienen derecho.
Eso ocurre no sólo en España. En Italia, por ejemplo, un 46% dice estar demasiado ocupado para consumir todas sus vacaciones o que sus empresas se colapsarían sin ellos y en Suecia responde de esta forma el 43%.
Los alemanes son los europeos más estrictos a la hora de respetar los descansos (sólo el 14% renuncia a parte de sus días libres) pero al mismo tiempo es el país donde más porcentaje de ciudadanos (el 62%) se ve forzado a dejar algunos días para el año siguiente.
Para Pedro García-Cano, director de Monster en España “una de las causas de que los empleados no disfruten todas sus vacaciones puede ser la falta de planificación por parte de las empresas, del propio trabajador o imposibilidades puntuales del propio trabajo a desarrollar, principalmente en las empresas pequeñas, con recursos limitados. Nosotros creemos que, en la medida de lo posible, las vacaciones deben planearse con antelación y aconsejamos repartir los días libres a lo largo de todo el año. De esa forma se planifica mejor el trabajo, por un lado, y, por el otro, se optimizan las vacaciones, sumándolas con puentes y días festivos.”
Las empresas desconocen la Ley de Protección de Datos
La ley de Protección de Datos lleva un camino muy lento. Por desconocimiento o por la complejidad que tiene su cumplimiento, sólo 400.000 empresas españolas han dado de alta sus ficheros en la Agencia de Protección de Datos, aunque se calcula que la inmensa mayoría maneja bases de datos y programas para el tratamiento automatizado de esa información.
La ley obliga a todas las empresas a registrar cuantas bases de datos manejen con información de carácter personal, ficheros de clientes e, incluso, las nóminas de los empleados. Establece, asimismo, un tratamiento legal y leal de los datos y la obligación del secreto, además de cumplir una serie de cautelas técnicas y organizativas para garantizar su seguridad.
Estas medidas, según las Cámaras de Comercio, exigen un esfuerzo y un coste importante para las empresas, agravados por la situación de desconocimiento. Para desatascar esta situación, las Cámaras proponen unos códigos éticos que, además de servir como una guía para el cumplimiento de la ley, orientarían a la empresas sobre la forma de trabajar con respecto al tratamiento de datos de carácter personal.
Las Cámaras consideran demasiado elevadas las sanciones previstas en la ley española para las empresas que no respeten la confidencialidad de estos datos (hasta 600.000 euros), y señalan que son muy superiores a las de otros países, a pesar de lo cual no obtienen el resultado práctico previsto, y puede ocurrir que algunas empresas, por desconocimiento, tengan que hacer frente a fuertes sanciones, sin haber tenido voluntad de incumplir la ley.
Incontrolables falsificaciones
Las imitaciones y los productos pirateados suponen el 5% del comercio mundial
La falsificación de productos ha disparado las alarmas de muchos fabricantes, para los que la próxima ampliación de la Unión Europea añade un nuevo motivo de preocupación. Si el pirateo y la falsificación han alcanzado niveles muy elevados dentro de la UE, estas prácticas son una auténtica epidemia en algunos de los países candidatos. La falta de legislación adecuada, la escasez de medios y la ausencia de una cultura de defensa de la marca en los países que a partir de 2004 formarán parte de la Unión, incrementarán aún más el riesgo de entrada en el mercado interior europeo de productos falsos o pirateados.
Las Cámaras de Comercio españolas ya han advertido sobre el peligro real que supone la desaparición de fronteras a la hora de controlar la entrada masiva de copias e imitaciones desde terceros países y han pedido fuertes sanciones civiles y penales para los responsables de la falsificación comercial a gran escala.
Nueva Directiva para el 2004
La Unión Europea está elaborando una nueva directiva para asegurar los derechos de los propietarios de propiedad industrial e intelectual. Será la segunda directiva sobre este tema en pocos años, lo que pone de manifiesto la magnitud del problema. Entre 1998 y 2001 las mercancías piratas interceptadas por los servicios aduaneros de la UE han aumentado un 900%. Los sectores más castigados por estas prácticas son el informático, donde se calcula que un 39% del software es ilegítimo; el sector audiovisual (16%); el textil (15%); la música (10%); los recambios de automóviles (10%); y el ocio y los deportes (7%).
El daño económico que sufren las empresas por esta actividad ilegal también se ha cuantificado. Así, en un reciente informe de la Cámara de Comercio Internacional se calcula que las empresas europeas con actividades internacionales pierden entre 400 y 800 millones de euros al año en el mercado interior y 2.000 millones de euros fuera de la UE.
En este mismo informe se advierte de la preocupante escalada del comercio de los productos falsificados y pirateados, que supone ya el 5% del comercio mundial, con un valor superior a los 300.000 millones de euros al año.
PUESTA DE SOL SOBRE EUROPA
No se trata de uno de los apagones que empiezan a resultar el pan de cada día, sino de una simple puesta de sol sobre Europa y Africa vista desde un satélite artificial. Mientras las luces de Barcelona y París se revelan ya en la zona de noche, Cantabria o Madrid siguen gozando de una espléndida luminosidad diurna, lo mismo que las Islas Canarias, que aparecen en la parte inferior, próximas a la costa africana. Una imagen que deja claro que el mundo se ha hecho más pequeño.