Cantabria acabará el curso en junio, repetir será «muy excepcional» y la última evaluación solo subirá nota

Se estudia abrir los centros en julio para actividades voluntarias de refuerzo pero solo si hay coordinación Estado-CCAA-ayuntamientos

Cantabria mantendrá las fechas establecidas en el calendario escolar vigente para acabar el curso, que concluirá el 23 de junio en Infantil y Primaria y el 25 en la ESO, FP y Bachillerato, y también la tercera evaluación, si bien ésta solo servirá para «subir nota» y las repeticiones serán algo «muy excepcional».

Además, se flexibilizarán los currículos y las programaciones didácticas, adaptándolos a la situación actual de docencia no presencial.

En Infantil y Primaria la docencia se enfocará a la recuperación, repaso, refuerzo y ampliación de aprendizajes ya impartidos, mientras que en Educación Secundaria y Bachillerato si se produce avance en contenidos será centrado en elementos esenciales, adaptado a la situación actual y a las dificultades derivadas de la docencia no presencial.

Estas son las decisiones adoptadas por la Consejería de Educación, Formación Profesional y Turismo y que su titular, Marina Lombó, ha dado a conocer este miércoles tras participar en la Conferencia Sectorial de Educación, presidida por la ministra Isabel Celáa, junto al resto de consejeros autonómicos.

Lombó ha señalado que se han adoptado por parte de la Consejería estas decisiones entendiendo que, a su juicio, «lo importante ahora es «acompañar» al alumnado y sus familias y a los docentes, sin añadir más tensión a la comunidad educativa, y generar certezas en el ámbito académico», ha informado en un comunicado el Gobierno regional.

Según ha explicado la consejera, el Ministerio ha planteado un documento que, según ha dicho, han aceptado en su mayor parte las comunidades autónomas que constituye un «paraguas» para que las decisiones que adopte cada territorio sigan el mismo criterio.

Así, siguiendo el ‘espíritu’ de ese texto, le corresponde a cada administración educativa autonómica planificar el desarrollo del tercer trimestre y el final de curso en su territorio.

LAS INSTRUCCIONES DEFINITIVAS, EL PRÓXIMO VIERNES

En este sentido, Lombó ha señalado que Cantabria ya tiene este proceso en marcha, tras el envío a los centros de unas instrucciones provisionales, a las que, según ha avanzado, «se sumarán las definitivas, previsiblemente el próximo viernes».

«A pesar de la premura, y cerrados los aspectos más generales con el Ministerio hoy mismo, nuestra intención es que toda la comunidad educativa tenga esta información lo antes posible», ha dicho Lombó.

Según ha resaltado, todas las decisiones adoptadas por la Consejería para trasladar el documento acordado con el Ministerio a Cantabria se han tomado teniendo en cuenta las aportaciones realizadas durante estos días por el Consejo Escolar de Cantabria, los comités de directores de Primaria e Infantil, Secundaria y Educación Concertada, el servicio de Inspección, los asesores de los Centros de Profesores de Cantabria (CEP) y los asesores técnicos de Atención a la Diversidad, Evaluación, Innovación y TICs.

FINAL DEL CURSO Y EVALUACIÓN

En cuanto al final del curso, la consejera ha explicado que se han decidido mantener las fechas previstas al considerar que «los docentes están trabajando» y «los alumnos están estudiando». «Es excepcional, sí, pero lectivo», ha explicado.

Además ha anunciado que se está valorando la conveniencia de abrir los centros en julio para el alumnado que quiera participar, voluntariamente, en actividades de refuerzo.

Ha indicado que, como otras comunidades autónomas, Cantabria está analizando ese escenario, aunque Lombó ha señalado que ahora lo prioritario» es cerrar el curso.

En relación a la posible apertura de los centros en julio, Lombó ha aclarado que es posibilidad dependerá «de una actuación coordinada de los tres niveles de la Administración: el Estado, que deberá aportar financiación, las comunidades autónomas y los ayuntamientos», ha dicho.

En relación a la evaluación, ha precisado que cada autonomía la adecuará de forma ligeramente distinta.

En este sentido, Cantabria mantendrá la evaluación del tercer trimestre, además de la evaluación final, pero «ningún estudiante se verá perjudicado por la crisis sanitaria actual».

Por esa razón, todo lo que se realice se tendrá en cuenta solamente para subir la nota final.

Además, la repetición de curso será «aún más excepcional» de lo que era ya en el sistema educativo actual. Así, en el caso que la evolución del alumno durante el curso haga necesaria esa repetición, será una decisión «muy motivada» y consensuada entre todo el equipo docente.

En relación a los contenidos hasta el final de curso, el Ministerio y comunidades autónomas han coincidido en la necesidad de adaptar los currículos y las programaciones didácticas a la «realidad actual», con las «lógicas» dificultades derivadas de la suspensión de la docencia presencial.

En este sentido, Lombó ha señalado que el actual es un «curso excepcional» y, por eso, según recoge el documento consensuado hoy, se revisarán los currículos y las programaciones didácticas para centrar las actividades lectivas del último trimestre en los aprendizajes y competencias imprescindibles, «renunciando a un cumplimiento exhaustivo de los propósitos iniciales».

«El criterio es la flexibilidad y estamos todos de acuerdo», ha dicho Lombó, quien ha explicado también que en las instrucciones provisionales ya se les trasladó a los docentes la necesidad de identificar aquellos aprendizajes que se consideran esenciales.

En concreto, y tal y como propusieron los directores de Infantil y Primaria de Cantabria, en esos niveles la docencia se centrará en reforzar o ampliar aprendizajes anteriores.

En las etapas de Secundaria y Bachillerato sí se podrán ver nuevos contenidos, tal y como había solicitado el Comité de Directores de esta etapa, pero siempre teniendo en cuenta tres premisas: garantizar la equidad, la igualdad de oportunidades y el carácter inclusivo de la educación; el avance que se produzca se centrará en aquellos aspectos esenciales de cada curso y, finalmente, que se haga de una manera adaptada a estas circunstancias, es decir, priorizando un enfoque práctico, mediante trabajos, investigaciones o cualquier otro método que decidan los docentes.

«Se verá sólo aquello que se considere imprescindible y se enseñará teniendo en cuenta que el alumnado no está en las aulas», ha explicado.

En todo caso, la consejera ha señalado que el documento también establece que se adaptará el currículo y las actividades educativas del próximo curso, 2020-2021.

Lombó ha lanzado un mensaje de «agradecimiento» a los docentes, al alumnado y sus familias por el «importantísimo esfuerzo que están realizando».

«Están siendo momentos muy difíciles, pero la comunidad educativa está siendo ejemplar, salvando las dificultades con trabajo, compromiso y mucha imaginación», ha afirmado.

Por último, ha recordado el objetivo compartido es «no dejar a ningún alumno atrás» y en eso trabajan docentes, la Consejería de Educación y también los ayuntamientos.

Finalizada la Conferencia Sectorial, la consejera ha convocado a una reunión, vía videoconferencia, a la Junta de Personal Docente para informar a las organizaciones sindicales sobre estas decisiones.

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