Confidencial

Una carga menos para los ayuntamientos

La decisión del Gobierno cántabro de anular la exigencia de un acta de conformidad ambiental para comprobar que todas las empresas no sujetas a la autorización ambiental integrada (es decir todas las de la región salvo 63) cumplen con lo establecido en su licencia de actividad, ha evitado el peligro de ilegalidad y de cierre que pendía sobre la práctica totalidad del tejido económico de Cantabria.
La obligación venía impuesta por la ley de Control Ambiental de 2006, que dio un plazo de cuatro años, hasta el 22 de diciembre de 2010, para que los ayuntamientos validaran, a través de una inspección medioambiental, las licencias de actividad otorgadas hasta la entrada en vigor de la Ley.
La evidencia de que los ayuntamientos no contaban con recursos para esa ingente tarea ni demasiado entusiasmo para llevarla a cabo, ha aconsejado al Gobierno cántabro derogar esa disposición aprovechando la Ley de Medidas Fiscales que acompaña a los Presupuestos Regionales para 2011.
Una corrección que enmienda la falta de realismo inicial a la hora de estimar la capacidad de control de las administraciones locales.

Los empresarios rusos se interesan por comillas

Si en la década de los 80 muchos empresarios madrileños de corte intelectual y progresista buscaron casa en Comillas y en los pueblos de los alrededores, ahora parece que llega el momento de los rusos. Varios han sondeado la zona y alguno no sólo ha adquirido una parcela en Trasvía, sino que ha levantado en tiempo récord una espectacular vivienda, con unas extraordinarias medidas de seguridad, entre las que se incluyen vigilancia permanente y un ascensor como única posibilidad de acceso entre las distintas plantas, que, a su vez, sólo puede abrirse con el reconocimiento del iris del propietario.
La presencia habitual de varios ministros españoles –entre ellos la vicepresidenta Salgado– y esta llegada de empresarios rusos ha obligado también a reforzar el puesto de la Guardia Civil de Comillas, que pronto será el más importante de la zona occidental.

LAS BOLSAS DE PLASTICO SE EXTINGUEN

El impuesto cántabro sobre las bolsas de plástico no va a recaudar, ni mucho menos, los ocho millones de euros que algunos colectivos han manejado, por motivos muy evidentes. El primero de ellos es que el tráfico de bolsas se ha reducido bruscamente, tanto por la política de las tiendas, que ahora tienden a minimizarlas, como por la actitud más conservacionista de los clientes, que tienen que pagarlas. Pero tampoco será fácil para la Consejería de Economía hacer la recaudación, porque es prácticamente imposible saber cuántas bolsas entrega cada tienda si no las reflejan en los tickets de compra y muchas no lo estaban haciendo. Claro que la Consejería ya ha apercibido a algunas y el grado de cumplimiento mejora con el paso de las semanas.

DEPENDENCIA, LA DEL PRESUPUESTO

Los fastos electorales serán pocos esta vez y menos por parte del Gobierno, que nada más estrenar presupuesto ya se ha puesto a rebañar fondos de donde los haya para sufragar el gasto desbocado que están causando las prestaciones de la Ley de Dependencia. Cualquier cifra que se presupueste se queda pronto pequeña, porque están aflorado muchos más beneficiarios de los que se habían calculado. En teoría, eso también debería proporcionar votos, pero la realidad es que la puesta en marcha de esta cuarta pata del Estado del Bienestar ha tenido muy poca rentabilidad política para el Partido Socialista a pesar del enorme esfuerzo financiero que está suponiendo esta conquista social. Tanto que ahora el dependiente es el Presupuesto.

Suscríbete a Cantabria Económica
Ver más

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Botón volver arriba
Escucha ahora