Conservas Fredo también fabricará en el exterior

Asomarse al exterior hace años que dejó de ser una opción entre las conserveras cántabras para convertirse en una obligación. Pero si antes lo hacían empujadas por la necesidad de abastecerse en otros caladeros o por ampliar su mercado, ahora comienza a imponerse la evidencia de que no basta con traer la materia prima. Es necesario aprovechar los bajos costes laborales de otros países para elaborar allí el producto destinado a las gamas medias y a las marcas blancas de su catálogo comercial.
Tal y como han hecho antes otras conserveras cántabras, la laredana Fredo se está planteando la posibilidad de levantar una fábrica en alguno de los países emergentes en el ámbito de la semiconserva: Marruecos, Chile o Perú. La decisión no se tomará hasta después del verano y en ella se sopesará no solo el esfuerzo inversor necesario en cada caso sino las posibilidades de exportación o las circunstancias políticas y sociolaborales de cada uno de esos lugares.
Fredo tampoco descarta adquirir alguna instalación ya existente, al tratarse de países donde la elaboración de anchoa hace tiempo que ha dado un salto cualitativo, desde el simple abastecimiento de pescado fresco o en salazón a Europa, a la venta de producto terminado.
Esta emergente competencia es la que las empresas cántabras esperan combatir al instalarse en los propios países productores y fabricar allí. Un paso que ya han dado Consorcio y Crespo.
Para las fábricas de la región quedaría reservada la elaboración de las marcas premium con bocarte del Cantábrico –el ‘engraulis encrasicolus’– de mayor calidad que la anchoíta chilena o la anchoveta peruana.

Interés por Galicia

El proyecto de Fredo para implantarse en el Norte de África o en Sudamárica se produce tras su frustrado desembarco en el sector conservero gallego a través de la adquisición de dos plantas del grupo Alfageme y de sus marcas tradicionales. La pretensión resultó fallida después de que la Xunta de Galicia, a través del Instituto Gallego de Promoción Económica, se decantase por la oferta presentada por otra empresa cántabra, Consorcio. No obstante, Fredo no renuncia a estar presente en la comunidad gallega y continúa explorando aquel mercado; un dato que avala la fortaleza del sector conservero cántabro frente a la decadencia de parte de la industria conservera gallega.
Fredo facturó en 2010 algo más de 5,6 millones de euros y da trabajo a 90 personas. Su producción supera las 1.200 toneladas anuales, que comercializa bajo marcas propias, como EIlite –la anchoa de alta gama–, Fredo del Cantábrico y Las Panchoneras, y como suministradora de marca blanca para las grandes superficies de El Corte Inglés y Alcampo. Además, en 2006, la empresa cántabra lanzó al mercado una nueva línea de platos elaborados basada en recetas típicas de la gastronomía marinera española.
Actualmente, Conservas Fredo distribuye sus productos en una veintena de países, aunque el destino preferente es Italia. Cuando culmine el proceso de expansión que ha iniciado contará con una nueva plataforma geográfica desde la que atender mercados en alza como el norteamericano.

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