Abre la residencia San José, con 160 plazas para mayores

El Ayuntamiento de Astillero cedió a la empresa Progers 2000, del grupo Vitalitas, un terreno para la construcción de una residencia de la Tercera Edad dentro del polígono industrial de Morero. Dos años después, sólo faltan algunos remates para la puesta en marcha de la residencia, que será inaugurada en la segunda quincena de mayo.
El Ayuntamiento ha cedido la parcela por un plazo de setenta años y, aunque pueda resultar extraña la ubicación en un polígono industrial, el hecho de estar distanciada de las industrias con mayor movimiento y la orientación del edificio hacia una zona arbolada hacen que las instalaciones se aíslen de la actividad fabril. Junto a la residencia el Ayuntamiento ha construido una guardería sobre un terreno que, a su vez, ha cedido la propia Progers 2000 de su concesión inicial. Eso provocó que la Residencia tuviese que adaptar el proyecto para facilitar la construcción de la guardería.
Para Astillero, como para muchos otros municipios, la necesidad de plazas residenciales para mayores se ha convertido en una preocupación. La población envejece a un ritmo elevado y el déficit de plazas urge la puesta en marcha de nuevos centros asistenciales.
La nueva residencia, que se ha bautizado con el nombre del patrón del municipio, San José, tendrá capacidad para acoger a 160 personas. Es una construcción de tres alturas que suman seis mil metros cuadrados de superficie y la obra civil ha costado seis millones de euros y otro millón más el equipamiento.
El modelo es coherente con la necesidad de edificios funcionales que deben combinar comodidad y calidad en la asistencia, tanto desde el punto de vista médico como desde el hostelero.

104 habitaciones para 160 plazas

La Residencia dispone de habitaciones amplias y luminosas, con grandes ventanales. Hay estancias individuales y dobles con televisión y teléfono. En la planta baja se ubica la recepción, las oficinas administrativas, las cocinas, un comedor y un salón social. El salón contará con ordenadores y conexión a internet y una biblioteca. En la planta baja y junto al comedor principal se ha acondicionado un jardín orientado a una zona boscosa a la que asoman la mayoría de las habitaciones. El jardín ha sido diseñado como una zona de esparcimiento al aire libre y tiene el espacio suficiente para pasear.
En la primera planta se han instalado dos salones sociales y un segundo comedor para facilitar el servicio de cocina a las personas que no deseen desplazarse. En la última planta se reserva un espacio para la zona médica, separada del resto de las instalaciones comunes, con el objeto de ofrecer mayor intimidad a las personas que necesitan cuidados especializados. En este espacio se han instalado habitaciones para internos y familiares, y en él permanecerán un médico y el servicio de enfermería, que formarán parte de la plantilla.
La Residencia incorporará algunas novedades tecnológicas para la vigilancia personalizada de los enfermos. Las habitaciones van a disponer de instrumentos de telemetría para el seguimiento de enfermedades crónicas (tensión arterial, niveles de azúcar…) que se volcarán a la red informática y evitarán realizar pruebas diarias de diagnóstico. Esta tecnología permite mantener una vigilancia constante del enfermo y programar el tratamiento adecuado. La dirección médica del centro también tiene previsto poner en marcha un plan personalizado de seguimiento del residente desde el momento del ingreso. Un programa que vigilará la evolución sanitaria del residente durante toda su estancia, las necesidades alimenticias y algunos aspectos subjetivos.

85 personas en plantilla

La plantilla del centro será de ochenta y cinco personas que en estos momentos están siendo seleccionadas con la ayuda de la Agencia de Desarrollo Local de Astillero.
El equipo directivo está coordinado por Luis Martínez y la dirección médica depende de José Pérez-Agote. En el ámbito asistencial, contará con un equipo formado por un médico y siete enfermeras, así como un psicólogo y un trabajador social. Ademas, dispondrá de un animador sociocultural y un fisioterapeuta.
La categoría más amplia es la formada por los 53 auxiliares de geriatría y la plantilla se completa con una peluquera y siete personas encargadas del mantenimiento y la limpieza. Tanto el servicio de cocina como el de lavandería se han externalizado.
Los precios de las plazas todavía no se han decidido. Lo que sí está claro es que dispondrá de un número elevado de plazas concertadas con el Gobierno cántabro. El porcentaje definitivo se decidirá en las próximas semanas cuando terminen las negociaciones que se están llevando a cabo con la Consejería de Bienestar Social.
En Cantabria, como en otras comunidades, el precio de mercado de las plazas para mayores (entre 1.800 y 2.400 euros al mes) es muy superior a las pensiones medias que cobran los potenciales usuarios, por lo que los convenios con las entidades públicas son imprescindibles para que muchas personas puedan acceder a una plaza.
Progers 2000, la empresa que gestionará la Residencia, forma parte del Grupo Vitalitas que cuenta con centros de similares características en el País Vasco. Disponen de dos centros en Vizcaya, un complejo residencial en Baracaldo y otro centro en la localidad guipuzcoana de Ermua.

Ley de dependencia y residencias de mayores

La aprobación en la pasada legislatura de la Ley de Dependencia ha supuesto un espaldarazo a la puesta en marcha de proyectos empresariales relacionados con la Tercera Edad, ya que las residencias están llenas y la previsión es que la carencia de plazas sea proporcional al aumento de la demanda.
La mayoría de personas dependientes en España tienen mas de sesenta y cinco años. Eso supone que la dependencia en España es mayoritariamente geriátrica.
El hecho de que el crecimiento vegetativo de la población española se vaya a mantener en términos negativos al menos por algún tiempo, va a obligar a las administraciones públicas a proveer nuevas plazas para cumplir con las necesidades. Pero la exigencia ya no responderá exclusivamente a la presión social sino también al cumplimiento de la Ley.