Nada es como parece
EL PRECIO DEL ERROR, EN VERSION AMERICANA.- La multinacional Bridgestone / Firestone no sólo ha tenido que retirar del mercado estadounidense 6,5 millones de neumáticos defectuosos, sino que ha optado por seguir el camino de Ford, la empresa que los había montado en sus modelos Explorer y llegar a acuerdos extrajudiciales con las familias de usuarios fallecidos, a pesar de las gigantescas cantidades que reclaman. Para retirar del juzgado uno de los casos ya se sabe que Ford ha pagado 1.134 millones de pesetas, lo que puede dar una idea de la desaforada cifra que deberán desembolsar ambas compañías para deshacerse de las más de 400 demandas similares que hasta el momento se han presentado.
SINTOMAS DE ASFIXIA.- Por primera vez, los clubes de fútbol españoles han gastado en fichajes menos dinero que el año anterior, algo que puede resultar sintomático de que sus economías están más ahogadas cada vez o de que la rentabilidad de las cifras que se pagan es cuestionable. Lo cierto es que de los treinta fichajes más caros del pasado año, apenas media docena de jugadores fueron titulares; en el resto de los casos, los clubs pagaron sumas astronómicas sólo para que calentaran el banquillo. Hay otro ratio que demuestra que la lógica económica no ha llegado al fútbol: El pasado año los clubs españoles hicieron fichajes por valor de casi 67.000 millones de pesetas, pero sus ventas de jugadores sólo les reportaron 35.000 millones, apenas la mitad, lo que indica que cuando llegan al fútbol español son unos activos con tendencia clara a devaluarse y no a revalorizarse. El fútbol obviamente no puede juzgarse sólo con parámetros económicos, pero lo cierto es que sin economía no hay fútbol y las cifras indican que la situación de los clubs es precaria, exactamente lo que se pretendió evitar al convertirlos en sociedades anónimas deportivas.
NI CONTIGO NI SIN TI.- El fútbol y las televisiones son grandes aliados hasta el punto que ya parecen no poder vivir el uno sin las otras, y viceversa. Pero juntos tampoco. Audiovisual Sport, la empresa que se quedó con los derechos del fútbol perderá este año alrededor de 12.000 millones de pesetas, porque la venta de partidos en la fórmula pay per view no ha respondido ni mucho menos a las expectativas que se pusieron hace años. La fortísima subida de precios que van a aplicar los canales de pago tampoco resolverán mucho. Hasta ahora, la visión de los partidos del Madrid y del Barcelona se cobraba a 1.825 pesetas, frente a las 995 del resto; ahora se igualan todos en torno a las 2.000 pesetas. Aún en estas condiciones, no parece muy rentable retransmitir partidos que apenas contratan 1.500 espectadores, como ocurre con todos los que juegan entre sí los equipos de la mitad inferior de la tabla.
DEL DICHO… Bush ha empezado a comprobar que no es tan sencillo aplicar políticas distintas a las que patrocinó su antecesor, Bill Clinton. Su decisión de socorrer a Argentina para evitar la quiebra ha sido muy mal aceptada por los economistas que le habían apoyado, partidarios de que quien meta la pata (en este caso el país sudamericano) lo pague, la teoría que hasta ahora había defendido el ultraliberal Bush. Lo cierto es que las enormes implicaciones de la crisis argentina para todas las economías, entre ellas la norteamericana, no le dejaban mucho más margen de maniobra al presidente, y es que una cosa es hablar desde la teoría y otra muy distinta enfrentarse a los problemas reales.
SINTEL, PAGAMOS TODOS.- El Gobierno había asegurado que Sintel no era su problema y no se podían hacer diferencias entre empresas en crisis. La tesis funcionó bien mientras los acampados en la Castellana madrileña no suscitaron el interés de los medios informativos, pero a medida que pasaban los meses y aumentaba el eco público de su protesta comenzaba a debilitarse la cerrazón gubernamental, como ocurre siempre que se trata de un colectivo tan numeroso. El resultado es que se les pagará todos los salarios atrasados (cerca de 2.000 millones de pesetas) con cargo al Fogasa, algo que tampoco tiene demasiada lógica, dado que es un fondo formado por las aportaciones de los trabajadores del que, por filosofía, deberían ser responsables quienes hacen las aportaciones. Si un tercero, en este caso el Gobierno, quiere ejercer la solidaridad (o se ve forzado a ello) debería echar mano de sus propios recursos y no de aquellos que sólo maneja en calidad de administrador.
