Morir en la orilla

Localia dio la espantada a finales del año pasado, cuando el grupo Prisa anunció por sorpresa que el 31 de diciembre cerraría su cadena de televisiones locales. Los 16 millones de pérdida anuales que le generaban no parecían suficiente motivo para una decisión tan drástica, sobre todo para un proyecto que en su momento fue considerado estratégico. Pero la crisis general de los medios de comunicación no le dejaba muchas más salidas al grupo madrileño, sobre todo después de tratar de encontrar, sin éxito, un adquirente.
Localia ha seguido emitiendo el indicativo pero sin programación, para mantener ocupados los canales mientras seguía buscando comprador para sus emisoras y todo hacía suponer que no renunciaría a presentarse a los concursos locales, porque no es lo mismo vender unas instalaciones sin licencia que con ella. Sin embargo, el desánimo de Prisa en este terreno ha ido creciendo a medida que pasaban las semanas y, ya antes de convocarse el concurso para el reparto de las licencias locales cántabras, decidió que no se presentaría.

Tampoco Vocento

Parecía difícil imaginar más retiradas sorprendentes, pero tampoco en la casa del grupo Vocento van demasiado bien las cosas. Las grandes pérdidas de ‘ABC’ y el descenso general de publicidad y difusión están repercutiendo en los restantes periódicos de la cadena, que han empezado una severa política de ajustes. Pero cualquier medida parecía insuficiente para apuntalar las cuentas, incluida la venta de uno de los edificios más relevantes de ABC. Por eso, a comienzos de año, la dirección del grupo Vocento le dio un ultimátum a sus medios regionales: todas las televisiones locales que estuviesen en pérdidas al finalizar el primer trimestre deberían cerrar.
La orden no se ha cumplido al pie de la letra, porque la inmensa mayoría pierden dinero y siguen, pero probablemente ha condicionado la decisión de ‘El Diario Montañés’ de no presentarse al concurso de reparto de licencias, a pesar de que Canal 8 era uno de los aspirantes más sólidos.
La posible estrategia de reservarse para las dos licencias autonómicas (ahora se han convocado simplemente las locales) es muy poco probable: Nadie sabe cuándo las convocará el Gobierno y a la vista del fiasco de esta convocatoria, puede que nunca. Por otra parte, tal como estaba diseñado este concurso, Canal 8 parecía destinado a conseguir una licencia en cada una de las tres demarcaciones dobles establecidas, lo que en la práctica hubiese dado lugar a una emisora regional, sin tener que esperar más.
Otro tercer candidato claro murió en la orilla. Enrique Alonso, de larga experiencia en las televisiones locales, decidió hace años trasladar sus iniciativas a Torrelavega, donde fundó TúTV, convencido de que allí tendría garantizada una licencia que en Santander resultaba más improbable, puesto que las tres autorizadas legalmente para la capital se repartirían, casi con toda seguridad, entre Localia, Canal 8, TeleBahía y Telecabarga.
TúTV se quedó como única emisora de Torrelavega y eso casi le garantizaba el poder cumplir sus expectativas. Sin embargo, y para sorpresa general, Alonso anunció el cierre de su emisora nada más convocar el Gobierno el concurso.
En estas condiciones, lo que parecía un reparto casi decidido de antemano, se ha convertido en imprevisible. Queda un candidato claro, Cantabria TV, la antigua Telecabarga, que no solo es la emisora más veterana de la región, sino que es también la mejor dotada de medios técnicos y humanos, aunque para sobrevivir hasta hoy, su propietario, Santiago Díaz se ha visto en la necesidad de hacer dos ampliaciones de capital.
TeleBahía es la segunda candidata con posibilidades, aunque su propietario tradicional, Miguel Angel Iglesias, cercano al PRC, se ha visto obligado a venderla y ahora ha pasado a manos de un grupo cercano al PP, al frente del cual está su ex secretario regional, José Luis Vallines.
La decisión de Iglesias de vender antes de conseguir una licencia que hubiese tenido casi asegurada es otra constatación más de que la ruinosa evolución de todas las emisoras –con pérdidas que van desde los 300.000 a los 600.000 euros por año– ni siquiera puede compensarse con una concesión y la posibilidad de venderla inmediatamente. Entre otras cosas, porque los potenciales compradores son cada vez menos. Las grandes cadenas nacionales no están en disposición de adquirir, sino de vender y las locales no podrían pagar cantidades significativas por ellas.
La única emisora que parece ir en contra de la tendencia general es ‘Aquí Televisión’ fundada por Víctor Gijón, un periodista que también estuvo al frente de los primeros pasos de Telecabarga.
‘Aquí Televisión’, con una línea editorial progresista, parece candidata clara a alguna de las licencias principales, aunque su estructura, como la del resto de los competidores, difícilmente será suficiente para abordar los retos que eso plantea.

Contabilidad creativa

El concurso ha optado por agrupar las concesiones en nueve lotes, de forma que quien consigue una de las principales (una de las tres de Santander, Torrelavega o Castro Urdiales) ha de quedarse también con una de las rurales (Selaya, Potes o Reinosa) y está obligado a hacer programación específica de estas zonas que tienen una difícil explotación publicitaria.
A la vista de lo que ocurre ahora con las televisiones locales, ni siquiera es posible rentabilizar las demarcaciones más importantes, como Santander o Torrelavega y la anterior convocatoria del concurso demostró la debilidad económica de los proyectos. La mayoría de las emisoras concurrentes optaron por una contabilidad creativa, en sus planes de explotación, con cifras de ingresos absolutamente inverosímiles, sobre todo cuando las estimaciones se referían a las pequeñas demarcaciones. Esta licencia contable era la única forma de poder cuadrar las cuentas de los planes de viabilidad que se adjuntan a los proyectos presentados.
La experiencia demuestra que ninguno de los concesionarios, sean cuales sean, podrá sobrevivir con los recursos publicitarios ordinarios, sin una aportación anual del Gobierno como la que realiza el Ejecutivo navarro.
Además de las tres emisoras con cierta penetración que se han presentado ( Cantabria TV, Aquí TV y Canal 67-Tele Bahía) el resto de los candidatos en liza son Popular TV, Kiss Media (la emisora de radio musical propiedad de Blas Herrero), la Fundación EUKA, la emisora de radio Altamira, Tela Astillero y Tele Castro, para las que no será fácil dar un salto de dimensión como el que exige la explotación de la licencia y más con un mercado publicitario prácticamente hundido.
Todo ello crea demasiada dudas sobre la posibilidad real de que unas licencias sirvan por sí mismas para asentar la televisión local, con una audiencia que apenas sobrepasa el 1% y unas cuentas donde nunca se vieron los números negros.

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