El arte de vestir los hoteles

El Prestige dejó algo más que un rastro de chapapote en las playas de la región. Sirvió también para inspirar el nombre de una empresa que en 2003 aspiraba a hacerse un hueco en el difícil campo de ‘vestir’ establecimientos de hostelería. Acceder a estos trabajos requiere contar con la confianza de arquitectos y decoradores, algo que no resulta sencillo para un recién llegado, pero Suitte Prestige –que es como se denominó esta joven firma– contaba con argumentos para abrirse paso. Por ejemplo, que entre sus impulsores se encontrará un antiguo empleado de Almacenes Aguirre, donde acumuló una amplia experiencia en la decoración de hoteles.
Aunque formalmente Suitte Prestige haya sido creada por María Dolores Mosquera y María Teresa Ojea, es el esposo de esta última, José Fernández Collado, quien ha aportado ese conocimiento de mercado que explica la fulgurante trayectoria de la nueva empresa.
El primer encargo no tardó en llegar y curiosamente lo hizo desde Cádiz, aunque se tratase de la firma cántabra Abaque Hotelera, propiedad de la familia Gómez-Casuso. Suite Prestige suministró cortinas, alfombras, estores y todos los accesorios textiles necesarios para decorar los apartamentos gaditanos Los Jándalos.
Aunque su primer encargo procediese de fuera de la región, Cantabria es el territorio natural de esta empresa, que ha puesto su sello en hoteles como La Casona de Luis, en Queveda: Montedobra, en Torrelavega o Mar Rovacías, de Comillas, donde ha colaborado en su redecoración, y en trabajos concretos de reposición de moquetas o de tapicerías para los hoteles Bahía y Sardinero, del grupo Armando Alvarez.
También está decorando el hotel de cuatro estrellas Reserva del Saja, que abrirá próximamente en la localidad cabuérniga de Renedo la cadena Suprema Hoteles. Además de suministrar los materiales textiles, coloca las moquetas, entelados y cortinas. Cuando el encargo es de mucha envergadura, como en este caso, Suitte Prestige puede llegar a reunir hasta media docena de gremios diferentes para completar la decoración de un hotel.
Los contactos de los creadores de esta empresa santanderina con clientes que provenían de anteriores etapas profesionales han propiciado también que salte fronteras. En Francia ha trabajado de la mano de la empresa gala Adavir, asentada en España como promotora de centros geriátricos. Para ella ha vestido dos hoteles situados en Biarritz y Anglés.
Pero el trabajo más espectacular de los que ha hecho hasta la fecha es, sin duda, el realizado en un hotel de cinco estrellas de Brno (Chequia). El establecimiento, de 114 habitaciones, ha sido construido por la empresa española Consa, con la que el conocido decorador cántabro Paco Entrena trabajó durante muchos años, diseñando los interiores de varios Paradores Nacionales. Entrena ha sido el encargado de decorar este nuevo hotel, para lo que ha contado con varias empresas de Cantabria, entre ellas Suitte Prestige, que ha suministrado 3.700 metros de tela para tapizados, moquetas, alfombras e, incluso, mantelerías.

Barcos y restaurantes

La colaboración con Paco Entrena también se ha plasmado en la decoración de conocidos restaurantes cántabros, como el reformado Casa Setién (Oruña); el Annua, de San Vicente de la Barquera, o La Flor de Tetuán, en Santander.
Suitte Prestige ha tenido encomiendas más sorprendentes, como la decoración de camarotes y salones de tres buques, una oportunidad surgida en Portugal pero que también llegó de la mano de otra empresa de la región, la naviera Shipping International: Aunque con un número reducido de camarotes (se trata de cargueros) es una muestra más de la versatilidad de una empresa que permantemente se marca nuevos objetivos. El último es suministrar el césped artificial de los campos de fútbol. Un ejemplo de su intención de llegar a vestir cualquier superficie.

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