La portuguesa CUF compra la planta de cloro de Solvay
Solvay ya ha encontrado el comprador que buscaba para la planta de cloro que forma parte de su complejo industrial de Barreda. Será la multinacional portuguesa CUF, que también se compromete a asumir los 40 empleos de esta instalación. Los trabajadores dejarán de ser plantilla de Solvay y pasarán a depender de Elnosa, la fábrica de cloro que tiene CUF en Pontevedra.
El comprador invertirá 40 millones de euros para sustituir la tecnología de células de mercurio que utiliza la fábrica de Barreda y que la UE ha prohibido a partir de diciembre de 2017. Una inversión que Solvay no tenía intención de realizar, al considerar que el cloro ya no es estratégico para la compañía, lo que ponía en serio riesgo la continuidad de la planta.
Otras cerrarán
El hecho de que la energía eléctrica represente el 50% de los costes de producción del cloro y de la sosa, y que esta energía sea muy cara en España hace que no sean muchas las posibilidades para encontrar comprador para las otras tres industrias del sector que siguen utilizando las celdas de mercurio: Inovyn España (Martorell, en Barcelona), Ercros (Flix, en Tarragona) y Electroquímica Onubense, una sociedad creada por Ercros en Palos de la Frontera. Algunas probablemente cierren.
La planta de Barreda, que forma parte del gran complejo industrial de Solvay en la zona, solo produce 60.000 toneladas de cloro al año de las 760.000 que se fabrican en España y los trabajadores confían en el compromiso del comprador para mantener al menos esta producción sin menoscabar la actividad de su factoría gallega.
CUF es una multinacional portuguesa dedicada a la química, aunque su actividad está muy diversificada, desde el cemento a la nanotecnología, pasando por la banca, los seguros o la construcción naval. Nacida en 1871 y vinculada a la familia De Melo, durante muchos años fue la principal exportadora del país.
