Cantabria sobrepasa las 200 empresas certificadas

Contar con un sistema de calidad certificado ha dejado de ser una excepción para convertirse en en un pauta común para muchas de las empresas de Cantabria. Ha tenido que trascurrir casi una década –desde que la empresa pionera (Alcatel) consiguiera, en el año 1991, convertirse en la primera empresa de Cantabria en ser certificada–, para que las empresas regionales hayan asumido mayoritariamente como propio el modelo de gestión propuesto en la norma de calidad ISO, sin importar el tamaño o la actividad en que se desenvuelvan. Son ya más de doscientas las empresas cántabras certificadas y no sólo en actividades básicamente industriales, como venía siendo habitual, sino en áreas tan diversas como la construcción, el transporte, la industria alimentaria, la hostelería, las entidades financieras y servicios de muy variada índole pero que participan todos ellos de la necesidad de adecuar sus sistemas de gestión implantando procedimientos normalizados que les aseguran un mejor rendimiento. Incluso la administración pública ha sucumbido en Cantabria al reclamo de la calidad y la Consejería de Sanidad cuenta con una certificación específica de su Plan de Drogas.

Hacia la calidad total

Tradicionalmente, el pequeño empresario ha sido guiado hacia las certificaciones por motivos que tenían que ver o bien con la imposición de sus clientes (como en el caso de las grandes industrias de la automoción) o con la obtención de ventajas competitivas a través del valor añadido que le otorgaba la propia certificación. Diferenciarse por esta vía podía ser un buen reclamo a la hora de ampliar su cuota de mercado. Sin embargo, comienza a abrirse paso la idea de que la certificación ya no es un punto de llegada sino el umbral de un proceso más dilatado: “La calidad” –afirma el responsable de este área en Sodercan, José Manuel Nocito– “ya no es un factor diferenciador, sino algo imprescindible para estar en el mercado. Una vez introducidos esos estándares de modernidad en sus procesos, hay que ir más allá. La calidad es un modelo dinámico y la certificación ya no es un fin en sí mismo sino el punto de partida hacia otras cosas; estamos hablando de buscar competitividad y eso implica aspectos de mejora continua”.
Este aumento en los niveles de exigencia se concreta en la necesidad de orientar la gestión del negocio buscando la satisfacción del cliente e inculcando en los trabajadores la filosofía del trabajo bien hecho. La implicación de las personas es la clave para el éxito del proceso y se sustenta en valores como la participación, la formación, la comunicación entre los distintos niveles de la empresa y el reconocimiento. “Hay que desarrollar la inteligencia creativa”, –resume Nocito–, “que el trabajador no se vea a sí mismo como un instrumento”.
Este concepto de calidad total es la nueva frontera hacia la que se encaminan ya las grandes empresas de Cantabria, en línea con lo que ocurre en comunidades vecinas donde se han creado galardones específicos para premiar a las mejores compañías. Aunque hay varios modelos, con base todos ellos en los estándares de la norma ISO, el más difundido es el establecido por la EFQM (Fundación Europea para la Gestión de la Calidad). Este modelo, que no precisa certificación, se ha revelado desde su creación en 1988 como una base ideal desde la cual establecer un plan para alcanzar la optimización y excelencia de las operaciones. “Los modelos de calidad total” –explica el representante de Sodercan– “van dirigidos a aquellas empresas que quieren mejorar continuamente, adaptándose al mercado, a la sociedad, al medio ambiente, etc.”
Otra tendencia en alza es la implantación de un modelo integrado de gestión que actúa sobre las tres áreas que determinan el nivel de excelencia de una compañía: la calidad de los procesos productivos, la minimización del impacto medioambiental y la mejora de las condiciones de seguridad en las que los trabajadores desarrollan su labor. “El futuro de la certificación –afirma el director de ECA en Cantabria, Jesús Rivero– pasa por la integración de estos tres aspectos. Ahora se está implantando la ISO 14000 pero en dos años se acometerá la implantación de un sistema integrado”.
Una de las empresas cántabras que ha sentado un precedente en este terreno es la constructora SIEC, que ha obtenido simultáneamente las ISO 9000 y 14.000, con lo cual se ha convertido, además, en una de las primeras compañías de la región en conseguir la certificación medioambiental.

Revisión de las normas ISO 9000

El concepto de calidad total inspira también la reforma de las normas ISO 9000 que realiza hace meses un comité técnico internacional y que podría estar concluída antes de que finalice el año. Las ISO 9000 han conocido, desde su creación en 1987, un amplio reconocimiento internacional, hasta el punto de que más de 300.000 empresas y entidades de 130 países han obtenido la certificación de calidad utilizando como base tres de sus normas –la ISO 9001, 9002 y 9003–. Estas normas internacionales, que marcan las directrices para la gestión de la calidad, están sujetas a una evaluación periódica para determinar aquellos aspectos que deben ser modificados. La versión en vigor fue publicada en 1994 y los protocolos requieren que todas las normas sean revisadas al menos cada cinco años.
Los objetivos y las especificaciones para la ya próxima revisión han sido establecidos después de llevar a cabo una amplia encuesta entre los usuarios para determinar sus necesidades y las expectativas que les gustaría ver plasmadas en las nuevas normas. Aunque se especula con el mes de noviembre como la fecha de publicación de las nuevas normas ISO, el proceso de consenso sobre el alcance de la reforma, está aún lejos de haberse completado.
Las normas revisadas están actualmente en el estado de “draft international standard”, documentos internos que normalmente se difunden sólo entre los miembros de la Organización Internacional de Normalización (ISO) que participan directamente en su elaboración (el miembro español de ISO es AENOR). Estos documentos irán evolucionando antes de alcanzar el estatus de norma internacional; aún así son una herramienta excelente para anticiparse a las exigencias de la futura ISO 9001 y estimar el posible impacto de la modificación sobre su sistema de calidad.
Debido a las repercusiones que siempre tiene una reforma de esta naturaleza, es aconsejable la cautela a la hora de manejar información sobre el proceso de reforma que no proceda de los canales oficiales de ISO o de los Organismos Nacionales de Normalización. Dado el enorme interés que han suscitado las revisiones de las ISO 9000, la Organización Internacional de Normalización ha permitido que los interesados puedan solicitar estos borradores al organismo de normalización de su país.

Principales cambios de la ISO 9000

Las nuevas normas buscarán que los sistemas de gestión de la calidad en una organización sean más comprensibles para el usuario. Aunque se mantendrán los requisitos esenciales de las normas vigentes, se introducen cambios que permitan reflejar los modernos enfoques de gestión y mejorar las prácticas organizativas habituales. La familia de normas ISO 9000 del año 2000 estará constituida por cuatro normas básicas –ISO 9000 Sistemas de Gestión de la Calidad / Concepto y Vocabulario; ISO 9001 Sistemas de Gestión de la calidad (Requisitos) e ISO 9004 Sistemas de Gestión de la calidad (Guía para llevar a cabo la mejora)– que se complementarán con un reducido numero de otros documentos (guías, informes y especificaciones técnicas).
Las actuales ISO 9001, 9002 y 9003 se integrarán en una única norma ISO 9001 orientada a establecer los requisitos del sistema de gestión de la calidad de una organización para demostrar su capacidad para satisfacer las necesidades de los clientes, mientras que la norma ISO 9004 quiere ir más lejos, proporcionando recomendaciones para llevar a cabo la mejora.
Las nuevas normas serán compatibles con las antiguas versiones por lo que las modificaciones en sistemas ya implantados no serán de gran calado. “Los cambios podrían tener carácter oficial en el mes de noviembre –explica el auditor de Lloyd, Gerardo Pellón– ya que se quiere que la norma entre en vigor en el año 2000. Corre el rumor de que la empresa que se certifique el uno de noviembre deberá aplicar ya las nuevas normas, pero eso es una exageración. Una empresa que haya comenzado la implantación este año, si por alguna razón no se certifica en octubre y tiene que hacerlo en noviembre no por eso dejará de servirle lo que ha hecho, ni va a tener que depurar mucho más para certificarse con la nueva norma”.
La futura y única ISO 9001 eliminará el problema de elegir entre las 9001, 9002 y 9003 ya que cubrirá todas las actividades de una organización y esto proporcionará a los clientes la seguridad de que todos los procesos han sido tratados. En la nueva ISO 9001 se ha introducido también el concepto de mejora continua para estimular la eficiencia de la organización, incrementar su ventaja competitiva en el mercado y responder mejor a las necesidades y expectativas de sus clientes.
La revisión de la familia de normas ISO 9000 supondrá un cambio radical en la estructura de las 9001 y 9004. Aunque se mantendrá la esencia de los requisitos originales, la revisión unificará los 20 elementos de la ISO 9001:1994 actual y de la guía ISO 9004-1 en cuatro capítulos básicos:
1º.- Responsabilidad de la dirección.
2º- Gestión de recursos.
3º- Realización del producto o servicios.
4º- Medición, análisis y mejora continua.
Los expertos internacionales que están participando en la revisión se han basado en ocho principios de gestión de la calidad que reflejan las mejores prácticas que se han producido en la gestión de empresas: organización enfocada al cliente; liderazgo; participación del personal; enfoque a proceso; enfoque del sistema hacia la gestión; mejora continua; enfoque objetivo hacia la toma de decisiones y relación mutuamente beneficiosa con el suministrador.

La mejora continua

Las nuevas normas ISO 9001 e ISO 9004 se han diseñado con una estructura y secuencia idénticas para facilitar la transición en aquellas empresas que deseen pasar de la ISO 9001 a la 9004.
El principal objetivo es relacionar la gestión moderna de la calidad con los procesos y actividades de una organización, incluyendo la promoción de la mejora continua y el logro de la satisfacción del cliente. También se pretende que las normas ISO 9000 tengan una aplicación global. Para conseguirlo, los principios que están guiando el proceso de revisión son, entre otros, los siguientes:
– Que sean de aplicación a todos los sectores de productos y servicios y a todo tipo de organizaciones.
– Sencillez de uso y lenguaje claro, facilitando su traducción y haciéndolas más comprensibles.
– Aptitud de la nueva norma para conectar los sistemas de gestión de la calidad con los procesos de la organización que quiere implantarlos.
– Reforzar la orientación hacia la mejora continua y la satisfacción del cliente.
– Compatibilidad con otros sistemas de gestión tales como ISO 14000 para la gestión medioambiental.
– Necesidad de suministrar una base consistente y de identificar las necesidades primarias y los intereses de las organizaciones en sectores específicos, tales como aeroespacial, automoción, productos sanitarios, telecomunicaciones y otros.
Hay otra serie de conceptos en los que la revisión pone énfasis:
– Alta dirección: se ha resaltado su papel, lo cual incluye su compromiso en el desarrollo y mejora del sistema de gestión de la calidad, la consideración de los requisitos legales y reglamentarios y el establecimiento de objetivos medibles en todas las funciones y niveles relevantes de la organización.
– Mejora continua: se requiere que las organizaciones dispongan de un proceso de mejora continua, dentro de su sistema de gestión de la calidad.
– Satisfacción del cliente: Se requiere que la organización tenga un enfoque al cliente y haga un seguimiento de su grado de satisfacción.
– Comunicación interna: La organización debe disponer de un proceso de comunicación interna para suministrar información sobre el sistema de gestión de la calidad y su efectividad.
– Interacciones: Se requiere que la organización defina sus procesos y como interaccionan entre ellos.
– Recursos: Los requisitos incluyen la necesidad de evaluar la eficacia de la formación, suministro de la información relevante, comunicación interna y externa, necesidad de instalaciones y los factores físicos y humanos del entorno de trabajo que puedan afectar a la calidad del producto.
– Exclusiones permitidas: Se ha incluido este concepto como una vía para tratar con el amplio espectro de organizaciones y actividades.
– Terminología: Se han realizado cambios para reflejar el vocabulario utilizado por las organizaciones. El término organización sustituye al de suministrador y el de suministrador en lugar de subcontratista.
Con esta revisión se quiere ofrecer a las empresas y entidades productoras de bienes o de servicios, sin importar su tamaño, las herramientas con las cuales organizar sus actividades para alcanzar los beneficios internos y externos que se derivan de la aplicación de de los sistemas de gestión regulados en las normas ISO

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