“Tratamos de convertir a los ganaderos en empresarios”

Pregunta.– ¿Cuál es el perfil del afiliado a la Asociación Independiente de Ganaderos y Agricultores (AIGAS)?
Noelia Polanco.– Principalmente, ganaderos de leche. Nos catalogan como ganaderos fuertes pero hay de todo; gente que tiene cuotas de diez mil kilos y otra que tiene las cuotas más altas de Cantabria. Contamos casi cuatrocientos asociados que reúnen una buena parte de la cuota de Cantabria. En número seremos el sindicato con menos afiliados, pero en cuota, de los mayores.
P.– ¿Con qué criterios elige un ganadero un sindicato?
R.– Lo hace por la información que recibe de algún conocido; si mi vecino me habla de que está afiliado a tal sindicato y que le mandan información, que le dan un apoyo, etc. Y se supone que también influye la ideología. ASAJA tira más a la derecha; nosotros se supone que también; UPA es de izquierdas… Hay un fondo político pero, al final, de lo que se trata es de defender los intereses del ganadero aunque cada uno tenga su criterio. Nosotros abogamos por un ganadero profesional, que sea empresario. La ganadería debe ser como otra empresa cualquiera a la que se debe buscar rentabilidad, y todo va enfocado a hacer viables esas explotaciones.
P.–Las 67.000 toneladas de cuota suplementaria que se han obtenido para Cantabria parece que siguen siendo insuficiente para las necesidades del sector.
R.– La cuota que se ha obtenido no va a solucionar el problema; es una ayuda, pero se necesita mucho más. Ocurre también que no se sabe exactamente el número de explotaciones que hay; sigue quedando mucha gente que tiene tres animales y no está en el régimen general agrario y es muy difícil de calcular; lo que sí sabemos todos es que se produce más leche que la cuota existente y para aflorar toda esa leche negra haría falta mucha más cuota.
P.– ¿Con que criterios se debe repartir?
R.– Hubo un acuerdo en enero de todas las organizaciones agrarias en el que se debían cumplir unos requisitos mínimos y, a partir de ahí, todo aquel que lo solicitase tendría opción a la cuota.
P.– ¿Por qué pretende AIGAS excluir de ese reparto a los ganaderos mayores de 55 años con una cuota inferior a los 50.000 kilos?
R.– En nuestra propuesta no se excluye a los mayores de 55 años siempre y cuando incorporen a otra persona, y hay muchas personas con 55 años que tienen hijos o familiares directos que se pueden establecer como ganaderos. En ese caso, sí que tendrían opción a cuota. Nosotros no defendemos un reparto lineal porque es algo que nos dan para reestructurar el sector. Defendemos a capa y espada a aquel que está poniendo todo su empeño en seguir adelante, y no vemos lógico repartir la cuota con una persona que no sabe si el año que viene se va a retirar. Si este año le damos cuota y el año que viene se retira, esa cuota la perdemos.
P.– ¿A partir de qué cuota consideran que una explotación es viable?
R.- A partir de los cien mil kilos; sino lo van a tener muy difícil. En Cantabria la media debe de andar por los 60.000, aunque las explotaciones con menos de 50.000 kilos son muchas y las explotaciones grandes compensan las estadísticas. Se ha dicho que con el reparto que proponemos sólo le tocaría a los grandes pero no es cierto porque a la gente que tiene menos de 50.000 kilos proponíamos darles hasta el cien por cien de su cuota con el fin de que pudieran llegar, o al menos aproximarse, a esos cien mil kilos que consideramos viables.
P.– Pero, los criterios para repartir la cuota dependerán finalmente del decreto que debe publicar el Ministerio.
R.– Las comunidades nos tendremos que ajustar al decreto que venga de Madrid y ahí se van a poner más condiciones de las que aquí se habían acordado; el decreto va a ser más restrictivo. No se ha publicado aún y seguimos pendientes porque la campaña ya ha empezado. Se dice que los ganaderos no van a saber lo que realmente se les adjudica hasta finales de año, con lo cual tendrán muy poquitos meses para ajustar su producción y no pasarse de cuota.
P.– ¿En la reestructuración del sector juegan un papel importante los planes de abandono ¿Cómo podrían ser más efectivos?
R.– Se debería pagar mejor para que sea rentable abandonar, y se deben dar otras alternativas. Se ha hablado de 60 pesetas el litro pero hay que ser realistas y no sabemos lo que está dispuesta a dar la Consejería.
P.– Hay una queja continua entre los ganaderos por el bajo precio que pagan las industrias.
R.– Lo fundamental en el sector es que la leche se venda al público a su precio y a partir de ahí se podrán hacer muchas cosas. Cualquier leche que esté por debajo de las sesenta pesetas no es leche en condiciones. Si al ganadero se la están pagando a 46 y el brik vale doce pesetas, no es posible que se venda en los supermercados tal y como se vende; no salen las cuentas.
P.– ¿Por qué en Cantabria no se complementan las rentas de la leche con la producción de carne?
R.– Cantabria ha sido tradicionalmente lechera, aunque ha habido gente que, en vez de abandonar el sector se ha pasado a la carne motivados por las primas, pero no se puede vivir de las primas, porque este año están y el año que viene no sabes. Producir carne sería una buena alternativa pero en muchas comunidades ya tienen su denominación de calidad y aquí es necesario promocionarse un poquito más.
P.– ¿Qué opinión tiene AIGAS sobre la Consejería?
R.– La verdad es que hay mucho diálogo, aunque a veces les tienes que reñir un poco para que se apliquen. Habría que ayudar más a la gente que se quiere instalar. Hay ayudas, pero están paradas porque hay muchos expedientes atrasados. El problema es que cada vez hay más papeleo y habría que simplificarlo porque al ganadero le vuelven loco. Estamos intentando convertir en empresario a un sector que nunca lo ha sido y así es difícil que lo vaya a ser.

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