Diego llega a media legislatu ra con más problemas que al inicio

Es posible que, como rezaban los carteles electorales del PP en 2011 su primer objetivo fuese el empleo, pero el resultado es francamente desanimante y eso ha podido influir en Ignacio Diego a la hora de pedir una reorientación de la política estatal de recortes. El presidente cántabro ha consumido media legislatura despotricando contra los que calificó como ‘líos’ heredados, pero sin poder poner una primera piedra y ha tenido que desmantelar varias de las que dejaron sus predecesores, por imposibilidad de financiarlas. Y sabe que en el ciclo político, al cuatrienio sólo le queda un año hábil. El último, el de las elecciones, está prácticamente vedado.
Diego se ha tenido que enfrentar a la tormenta perfecta con unas armas mínimas: sin carisma, sin dinero y con un equipo improvisado y de andar por casa. Probablemente creyó, como muchos españoles, que a partir de su segundo año, al producirse la llegada de Rajoy a La Moncloa se arreglarían parte de sus problemas: la economía española comenzaría a repuntar y con un gobierno del mismo signo político en Madrid todo iba a resultarle mucho más fácil, pero los hechos han demostrado lo contrario. 2011 fue bastante mejor que 2012 y es posible incluso que en este 2013 acabemos añorando 2012.

Un nuevo desajuste

Si Diego era consciente de la situación económica de la región al llegar al poder, no lo demostró, porque su primer presupuesto fue idéntico al último del PRC-PSOE. En solo tres meses tuvo que rectificarlo dramáticamente y hacer otro muy distinto. A partir de ahí, comenzó una senda de correcciones a la baja, unas instadas por la precariedad de los ingresos regionales y otras impuestas por su partido desde Madrid, que han dejado los presupuestos regionales en los huesos. Basta un ejemplo: en toda la legislatura no habrá obras en carreteras.
A pesar de los recortes dramáticos y de la subida de impuestos, cuadrar los presupuestos se ha convertido en un ejercicio casi imposible. Para 2013, el Gobierno cántabro había conseguido encajarlo bajo la premisa de que el PIB regional crecería un 1,2%. Dado que incluso el Gobierno de la nación da por hecho a estas alturas que el estatal bajará un 1,3%, el desajuste va a ser muy relevante y Cantabria se verá impelida a pedir un nuevo rescate.

DÉFICIT.– Diego ha hecho un extraordinario esfuerzo en contener el déficit en los ratios prefijados, pero ahora se encuentra muy incómodo, como otros presidentes autonómicos del PP, ante la posibilidad de que su partido dé un mayor margen a las autonomías incumplidoras, para satisfacer al catalán Artur Mas. En este caso, su principal éxito prácticamente se convertiría en un demérito, con el consiguiente desánimo, que ni siquiera se aliviaría con la flexibilización general de los objetivos, admitida por Bruselas al alargar los plazos del ajuste.

DEUDA.– A pesar de que el déficit se reduce, la deuda crece. Diego heredó 1.250 millones, sin contar las facturas del cajón, y ya sobrepasamos los 2.000, sin incluir los 660 de Valdecilla. La cifras, en este caso, no se corresponden con el esfuerzo realizado.

IMPUESTOS.– La presión que impone el quedarse sin liquidez (el presidente cántabro tuvo que buscar por sí mismo el dinero para abonar la paga de Navidad de los funcionarios en 2011) ha obligado a Diego a convertir la región en una de las de mayor fiscalidad del país, con medidas tan discutibles como el grado máximo en el céntimo sanitario, que sólo hubiese logrado aumentar la recaudación si las comunidades limítrofes lo hubiesen implantado en los mismos términos. Desde hace cuatro años, los ingresos fiscales están cayendo a plomo en Cantabria, pero en los dos últimos esa circunstancia se da al tiempo que suben los impuestos, lo que demuestra su poca eficacia.

PLANES DE ESTÍMULO.– Invercantabria, una idea nacida fuera del ámbito de Gobierno y que Diego aceptó para tratar de estimular a un empresariado que pasaba muy malos momentos, apenas se ha quedado en fuegos de artificio, a la vista de los resultados concretos un año y medio después. Es posible que sólo madure el de la universidad privada de Funiber, tan mal recibida por la Universidad de Cantabria que ni siquiera fue citado por Diego en el resumen final. El más llamativo, el teleférico de Vega de Pas, partía de un error de bulto, ya que el lugar elegido para la estación superior estaba en la provincia de Burgos.

PARO.– Las estadísticas del desempleo no le han dado tregua al Gobierno. Cada trimestre han ido empeorando a un ritmo desconocido, y hoy hay 16.000 parados más. Ni siquiera las temporadas turísticas han propiciado un respiro, con mínimas excepciones.

DERRIBO DE VIVIENDAS.– El Gobierno cántabro ha hecho todo lo posible por salvar las más de 500 viviendas cántabras con sentencia de derribo, pero la realidad es terca y acaba de perder su principal baza, una ley consensuada con los otros partidos para no efectuar derribos sin antes indemnizar. El Gobierno insiste en que lo conseguirá, pero incluso en el caso de que logre salvar un escollo legal tan complicado se plantea otro problema más prosaico: ¿Con qué dinero?

RACING.– El Gobierno aseguró que no quería saber nada del equipo, frente a la activa participación del Ejecutivo anterior en los cambios de propietario, pero eso no garantiza que el problema no le estalle en las manos. En estos dos años, el club bajó de Primera División a Segunda y puede que siga bajando, en una caída a plomo. A pesar de su prometido alejamiento, el Gobierno cometió un error insólito al instar al club a presentar la suspensión de pagos, dado que él mismo era uno de los más perjudicados por la medida, al dejar de percibir, a través del alquiler anual de la marca, el dinero anticipado. El equipo está celebrando un centenario absolutamente lamentable y se enfrenta a dos circunstancias que difícilmente podrá superar: una nueva pérdida de categoría y la finalización del periodo de carencia en el pago de la deuda anterior, ya que no genera recursos, ni por asomo, para hacer frente a esas cantidades. Por tanto, es cuestión de tiempo que vuelva a convertirse un quebradero de cabeza para el Gobierno.

AJUSTE EN LAS EMPRESAS PUBLICAS.– La mayoría de las empresas públicas que han desaparecido no tenían estructura, eran meramente instrumentales por lo que su efecto es muy modesto. Lo mismo ha ocurrido con los recortes de plantilla en las que sí tienen personal, como Cantur, ya que las salidas casi se han compensado con las incorporaciones o con la multiplicación de servicios externos y en muchos casos se han hecho por meros motivos ideológicos. Para colmo, los jueces han obligado a indemnizar a la mayoría de los despedidos.

ALTOS CARGOS.– Tampoco el recorte en este caso es significativo. Si se buscaban ahorros, la supresión de consejerías sólo convirtió a consejeros en directores generales, con un sueldo parecido, y no dio lugar a un recorte de funcionarios.

VALDECILLA.– El presidente regional hostigó con enorme dureza al Gobierno anterior por no ser capaz de forzar al Gabinete de Zapatero a firmar la financiación de la tercera fase del Hospital. Pero llegó Rajoy y tampoco hubo dinero. Diego se vio obligado a paralizar las obras y a buscar una solución distinta, la financiación privada y aderezando la adjudicación con el caramelo de 40 contratos de servicios para explotar durante veinte años, lo que en conjunto suma la estratosférica cantidad de 660 millones de euros. Pero no es fácil sacar adelante una adjudicación de este tipo y la izquierda ha decidido plantear la batalla en el ámbito administrativo, convencida de que el fantasma de una supuesta privatización futura de Valdecilla es el único banderín de enganche para conseguir conectar con unas bases que se han alejado mucho de la política activa y de los partidos.
La obra de Valdecilla es la baza más importante de Ignacio Diego en esta legislatura y los recursos pueden acabar con el efecto que buscaba: finalizar el Hospital para las elecciones.

PAPELERA DEL BESAYA.– El presidente regional probablemente habrá sacado una conclusión de este problema heredado, la de que nunca más deberá prometer recolocar a nadie. Este compromiso de comienzo de legislatura era un buen indicio de que no aún era consciente de la situación que se avecinaba. No obstante, sí pudo recolocar a los trabajadores excedentes de Teka, gracias a la implantación de Nestor Martin.

GFB.– La fábrica de fibroyeso, otra de las herencias, al final se ha abierto, aunque en este caso, el mérito –si tiene mérito venderla a precio de chatarra– es de los administradores concursales, que al menos consiguieron un candidato que garantizase la actividad.

CONFLICTO DE MONTES.– El Gobierno no ha podido avanzar en el reconocimiento legal de estas propiedades, a pesar de sus compromisos, lo que ha incrementado el malestar de un colectivo que puede cambiar de signo varias alcaldías.

ENCUESTAS.– A pesar de todos los pesares, el PP conserva un suelo electoral muy importante en Cantabria. No obstante, no es suficiente para garantizarse la continuidad en el Gobierno. Con el nuevo Parlamento de 35 diputados, Diego buscaba más que un ahorro (la cuantía es insignificante en términos presupuestarios) una mayoría absoluta más accesible. Pero tampoco parece fácil que el PP alcance los 18 diputados que necesita. Las encuestas le otorgan en estos momentos entre 15 y 16. La única posibilidad es la de encontrar una fuerza política con la que pactar pero reeditar un acuerdo con el PRC como el que le permitió gobernar a Martínez Sieso parece imposible. El PP ha hostigado a Miguel Angel Revilla lo suficiente como para garantizarse su hostilidad de por vida.
Ese alejamiento de los posibles socios ya es irreversible y, quizá por eso, el PP se ha lanzado una última estrategia, la de descabezar al PRC a través de las comisiones de investigación, para dejar fuera del terreno de juego a Revilla y Marcano, con la esperanza de que, sin esos referentes, el resultado electoral de los regionalistas se resintiese o de que sean sustituidos por un líder más accesible al pacto.
Los resultados de las comisiones parlamentarias no parecen muy relevantes en este sentido y tampoco tienen visos de dañar seriamente a Revilla aquellos casos que ya han sido trasladados a los tribunales. Por tanto, el PP sólo puede pensar en la mayoría absoluta y esa es, hoy por hoy, inalcanzable. Incluso si sus rivales pierden votos, el beneficiario sería, según las encuestas, IU, que entraría en la Cámara con dos escaños.

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