Hotel Hiblanc, para profesionales

Los turistas no son los únicos que mueven el negocio de la hostelería en Cantabria. De hecho, son los hombres de negocios, comerciales y trabajadores desplazados de otras provincias los que mantienen al sector hotelero durante gran parte del año y contribuyen a su desestacionalización. En la mayoría de ocasiones buscan hoteles funcionales y confortables, que se ajusten a unos precios razonables y que estén bien comunicados, tanto en accesos como en telecomunicaciones.
Este mercado formado por un cliente exigente, con necesidades muy concretas, es el que pretende explotar el empresario Agustín Higuera Blanco, que ha creado la sociedad Administrador de Hoteles de Camargo para construir el nuevo Hotel Hiblanc, en Maliaño. Tras éste, Higuera estudia la promoción a medio plazo de otros tres establecimientos hoteleros más.
De momento, lo que ya es una realidad es el Hotel Hiblanc, sucesor de la antigua Pensión María, situada en el kilómetro 3,5 de la carretera de Parayas. Tras una inversión de 800.000 euros, el viejo establecimiento se ha convertido en un hotel de 1.200 m2 construidos, con 35 habitaciones, salón y comedor de desayunos.
Higuera sostiene que aún existe hueco para hoteles de estas características en el mercado cántabro y que el suyo tiene una ventaja competitiva: su cercanía a las principales vías de comunicación. En un radio de unos pocos centenares de metros se encuentra el aeropuerto de Parayas, la carretera de acceso a Santander, las autovías a Bilbao y Oviedo y el enlace hacia Burgos y Madrid. Además, la proximidad de varios centros comerciales y su escasa distancia a Santander y a la costa lo hacen atractivo incluso para el turista convencional.
En la construcción y equipamiento, el promotor ha tenido muy en cuenta las necesidades de sus clientes potenciales, que en general se interesan más por los establecimientos tipo bed & breakfast, de precio razonable, bien comunicados y equipados. Higuera ha diseñado un hotel con un comedor de desayunos, en los que los clientes dispondrán de buffet. La experiencia indica que el cliente de negocios suele utilizar únicamente el servicio de desayunos mientras que la cena y la comida las hace fuera del hotel donde se aloja.
Al mismo tiempo, pensando precisamente en las características de esa clase de cliente, el establecimiento dispone de una zona de trabajo independiente, dotada de acceso a Internet gratuito, lo que también juega a favor de este establecimiento en comparación con otros hoteles de una estrella.
El hotel es muy manejable para los clientes, dado que sus 35 habitaciones están dispuestas en tres plantas. Todas están completamente equipadas, con baño individual, y en la recepción del hotel los clientes cuentan con caja fuerte para la custodia de sus objetos.
A la hora de fijar las tarifas, el empresario ha tenido en cuenta las necesidades de la clientela que trata de captar y su preferencia por establecimientos de precios moderados. Por ello, ha establecido un precio de 30 euros por habitación y noche en temporada baja y de 40 euros en temporada alta.