Las ventas en Destinia crecen un 11% durante el puente de mayo, impulsadas por reservas de último minuto

Roma, una de las opciones favoritas para estos días, coincidiendo con las celebraciones por el fallecimiento del Papa Francisco

Las ventas en Destinia han crecido un 11% durante el puente de mayo con respecto a la festividad del año pasado, impulsadas por las reservas de último minuto, ya que ha concentrado el 26% de las mismas, según un comunicado.

Además, el precio medio por persona y noche se sitúa en 58 euros, un 14% más que en 2024, reflejando el impacto de la inflación y el aumento de la demanda de último minuto.

«Después de una Semana Santa en la que el mal tiempo frenó muchas salidas, estamos viendo cómo el Puente de Mayo está recuperando las ganas de viajar, impulsadas además por un fenómeno de reservas de última hora muy intenso», ha destacado el consejero delegado de Destinia, Ricardo Fernández.

En cuanto a destinos favoritos de los españoles, éstos siguen siendo, una vez más, la costa española, con Salou, Roquetas de Mar, Benidorm, Mojácar, Peñíscola y Cambrils a la cabeza. Además, las provincias más demandadas son Tarragona, Almería, Gran Canaria y Málaga.

Sobre las escapadas al extranjero, este puente está muy marcado por el aumento de los viajes fuera de España, con un alza del 68%. Así, muchos nacionales optan por Portugal, Francia e Italia como destinos principales, siguiendo la tendencia ya vista en Semana Santa, aunque en su mayoría eligen países cercanos.

Entre las capitales europeas más demandadas por los españoles estos días, París lidera las reservas, seguida muy de cerca por Roma, que se consolida como una de las opciones favoritas para estos días, coincidiendo con las celebraciones por el fallecimiento del Papa Francisco.

Por último, los viajeros internacionales viajan a destinos como Mallorca, Madrid y Barcelona, que siguen atrayendo a turistas, especialmente de Francia y Portugal. Tanto franceses como portugueses celebran el festivo del 1 de mayo, lo que les permite disfrutar de un puente largo de cuatro días, al igual que los españoles.

En cambio, los británicos, cuyo festivo se traslada al primer lunes de mayo, contarán con un puente más corto, lo que «explica su menor presencia este año».