Las tintorerías piden al Gobierno el cierre de sus negocios por seguridad para sus trabajadores y clientes

Los empresarios de tintorerías que trabajan de cara al público han pedido al Gobierno que sus establecimientos, que alcanzan los 750 en todo el territorio nacional, también puedan cerrar para salvaguardar la seguridad de sus trabajadores y clientes.

Así lo ha solicitado la Federación Española de Tintorerías y Lavanderías, que explica en un comunicado que el sector lo conforman distintas empresas dedicadas a diferentes tipos de servicios. Por un lado, las que se dedican al lavado y limpieza industrial y, por otro, las que sirven al cuidado de prendas personales.

En el primer caso, destinado principalmente a hospitales, residencias de ancianos o al sector turístico, la actividad la ejercen empresas poco numerosas y situadas en polígonos industriales que en estos momentos no solo están funcionando sino que han reforzado sus plantillas.

Sin embargo, la mayoría de los representados por la federación son puntos de venta, en su mayoría pymes familiares o cadenas de franquicias con una media de dos a diez trabajadores, destinadas al cuidado de prendas personales y del hogar.

Por ello, pese a que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciase que uno de los sectores que seguirían abiertos mientras dure el estado de alarma decretado para contener la propagación del coronavirus por el país, era el de las tintorerías, los propietarios de estos establecimientos urbanos están preocupados por tener que asistir a sus puestos de trabajo.

«Estamos preocupados por la seguridad de nuestra gente y aunque estamos intentando hablar con la Comunidad de Madrid, donde tenemos la sede nacional o con el Ministerio, los tiempos de respuesta que nos indican son demasiado largos para paliar nuestra preocupación», explica el presidente de la federación, José Carlos Más.

«En España hay unos 750 tintorerías y lavanderías repartidas en calles comerciales de nuestras ciudades y consideramos que deberíamos de cerrar como el resto de negocios por el bien de todos», concluye Más.

Algo similar ocurrió con las peluquerías, inicialmente incluidas en los sectores que tendrían que abrir debido al servicio que prestan para las personas mayores con dificultades para hacerlo por sí mismas, pero que finalmente también cerrarán, asegurando, no obstante, este servicio básico.