El Puerto estrena con un récord su primera grúa automóvil
Descargar de las bodegas de un buque más de 20.000 toneladas de graneles en doce horas de trabajo era hasta el pasado mes de enero una posibilidad fuera del alcance de los recursos de desestiba con que tradicionalmente ha venido contando el puerto de Santander. La puesta en servicio de una espectacular grúa automóvil propiedad de la empresa TMS (Terminales Marítimas de Santander), ha hecho posible agilizar los trabajos de carga y descarga de los buques acortando su estancia en el puerto, con el consiguiente abaratamiento de los fletes.
La grúa, importada de Alemania a finales del pasado año, ha supuesto una inversión de 600 millones de pesetas. Está preparada para levantar bajo gancho 80 toneladas de peso con un alcance de brazo de 50 metros y su capacidad de trabajo multiplica por dos veces y media el rendimiento de las tradicionales grúas de 16 toneladas con que están dotados los muelles de Raos.
Otra de las notables ventajas de esta nueva grúa es su movilidad. A diferencia de las convencionales, que se desplazan sobre raíles, la grúa de TMS puede autotransportarse a cualquier zona del puerto con total autonomía –dispone de su propio grupo electrógeno– lo que permite aprovechar de una forma mucho más eficaz todas las zonas de atraque.
Además de su aplicación en el tráfico granelero, que es el más significativo del Puerto de Santander, la nueva grúa viene a facilitar también la manipulación portuaria de piezas grandes o muy pesadas como las que se exportan por el puerto cántabro (bloques de granito, bobinas de chapa, depósitos de metal, etc.) que solían requerir el desplazamiento hasta los muelles de grúas alquiladas, lo que restaba agilidad a la estiba e incrementaba los costes.
Modernizar el Puerto
Desde su entrada en funcionamiento, en los primeros días del pasado mes de enero, la nueva grúa portuaria ha colaborado en la desestiba de tres buques graneleros con una carga total de 173.000 toneladas y su programa de trabajo para este primer año se aproxima a las 800.000 toneladas, la sexta parte del tráfico de mercancías que mueve el puerto de Santander. Estas cifras dan idea de la necesidad que sentían los consignatarios de contar con medios más rápidos de estiba y desestiba, como los que ya existen en otros puertos del Cantábrico.
Uno de los más directos competidores del puerto cántabro, el de Gijón, cuenta desde hace tiempo con dos grúas de este tipo, que también forman parte de la infraestructura de puertos como La Coruña o Bilbao.
“Nuestra filosofía para captar y fidelizar tráficos –señala el director de TMS, Jesús González Carranza– es analizar que carencias hay en un puerto y cubrir ese hueco, y notamos que Santander se había quedado atrás en la incorporación de equipos más potentes y con capacidad para acortar las estancias de los buques en puerto”.
La llegada de TMS y su apuesta por la modernización de los instrumentos tradicionales de carga y descarga, puede ser el revulsivo que fuerce a otras compañías estibadoras a dotarse de equipos similares. “Nuestra aparición –señala González Carranza– puede generar una dinámica empresarial que meterá el puerto de Santander en el siglo XXI”. La previsión del director de TMS es que en el plazo de cuatro años serán cuatro las grúas automóvil que operen en el puerto, de las que dos serán propiedad de su compañía, cuya prioridad es ahora ampliar su capacidad de almacenaje hasta alcanzar en el 2003 al menos 16.000 m2 de superficie. Para ello confía en la ejecución de un nuevo área logística en los antiguos terrenos de Campsa.
La expansión del grupo Marmedsa
Terminales Marítimas de Santander es una empresa perteneciente al Grupo Marmedsa (Marítima del Mediterráneo S.A), creado a partir de una pequeña empresa consignataria fundada hace 30 años en Barcelona. El grupo está presente en varios puertos del Mediterráneo (Sagunto, Cartagena, Castellón y Valencia), Andalucía (Cádiz y Huelva) y en todos los puertos del Cantábrico excepto Vigo y Pasajes.
Su experiencia en la gestión de terminales para el tráfico de graneles fue determinante para llegar hace tres años a un acuerdo con Dragados, que ha incorporado a su grupo de empresas este área de negocio y ha construido ya las terminales de La Coruña, Ferrol y Cádiz.