EvoBus busca nuevos mercados fuera de Europa
Si en Occidente no se vende, por la crisis y la saturación del mercado, habrá que hacerlo en los países emergentes. Una estrategia lógica en cualquier circunstancia y válida para muchos sectores pero que, a la vista de la parálisis económica que azota a los países occidentales, se vuelve todavía más necesaria para empresas como EvoBus. Y es que el frenazo a la industria de la automoción ha dejado también su huella en la planta de Sámano, que ha visto como su producción de chasis de autobús ha bajado de las 1.500 unidades que solía fabricar en los años de bonanza económica a 800.
No solo se ha retraído el mercado español, donde Evobus tiene una cuota de mercado cercana al 20%. En otros países europeos a los que vende sus chasis, como Francia, Inglaterra o Portugal, también se ha dejado sentir la crisis, y tampoco han quedado indemnes mercados como el mexicano, hasta el que llegan las plataformas de autobús fabricadas en Sámano.
La consecuencia de esa caída de la demanda es el expediente de regulación de empleo (ERE) al que ha tenido que recurrir la empresa ante la escasa carga de trabajo para los 163 operarios directos con que cuenta la planta. Y la incertidumbre sobre su futuro laboral para los otros cien empleos que dependen de la empresa en tareas subcontratadas.
Explorar nuevos mercados
La solución pasa por abrirse paso en países emergentes como Sudáfrica, Indonesia –que ya es cliente de Evobus–, o la India y siempre en colaboración con carroceros locales, ya que, por razón de costes, es más lógico abordar el carrozado de autobuses desde los propios países de destino.
Así lo ha entendido el grupo Daimler Benz, propietario de EvoBus, que abrió el pasado año una planta de montaje de chasis en Pune (India), con componentes suministrados desde Brasil. También cuenta desde hace años con una planta en Yakarta (Indonesia) que debe servir de trampolín para la entrada de los autobuses y autocares de Mercedes Benz en el sudeste asiático, en Oriente Medio y en Africa. La firma alemana ya está implantada en Sudáfrica desde hace medio siglo y ha aprovechado la celebración del Mundial de Fútbol para vender 460 autobuses interurbanos y otros 125 que servirán de lanzadera para el ferrocarril de alta velocidad que une Johanesburgo con Pretoria.
A pesar de la existencia de estas fabricas del grupo, acceder al mercado africano o al asiático no es fácil para la planta de Sámano, donde se fabrican chasis muy sofisticados –y, por tanto, más caros– que son los que se demandan en Europa. Los productos que tendrían cabida en esos países han de ser más sencillos y, aún en ese caso, en muchas ocasiones es imposible competir en precios con proveedores locales, como Ashok Leyland o Tata.
En el maduro mercado europeo, no obstante, queda algún camino por recorrer para EvoBus, pero siempre en nichos de mercado. Es el caso de Gran Bretaña, donde la presencia de los chasis de Mercedes Benz es poco relevante, ya que es imprescindible suministrar vehículos con el volante a la derecha. También hay expectativas en el mercado de autobuses para usos muy específicos, que por lo general se consiguen haciendo modificaciones en los diseños de serie, a condición de que aseguren ventas de al menos 20 unidades al año, que es el umbral mínimo de rentabilidad para lanzar un nuevo producto.
Mirando hacia Brasil
Mientras eso llega, EvoBus negocia con la planta de su grupo en Brasil para poder entrar en mercados que hasta ahora son abastecidos desde el país sudamericano. La planta brasileña es el mayor fabricante de chasis de Mercedes Benz, ya que de sus instalaciones salen cada año más de 10.000 unidades, y ya está en disposición de duplicar esa producción para atender el rapidísimo crecimiento de la zona y las aún mayores expectativas que ofrece el país como consecuencia de la doble celebración deportiva que en él tendrá lugar, el Mundial de Fútbol de 2014 y las Olimpiadas de 2016, lo que va a acelerar aún más la demanda de autocares y autobuses.
De ahí que la dirección del grupo se plantee que Sámano puede jugar un papel más activo como proveedor de mercados hasta ahora reservados a la fábrica brasileña, en colaboración con carroceros locales, que son los que dan el aspecto final al vehículo.
Completando la gama
Ala planta cántabra no le faltan argumentos técnicos para presentar su candidatura a esos mercados. Las características de la industria carrocera española, mucho más potente que en otros países de Europa, ha acostumbrado a EvoBus a colaborar con esas firmas, ya que nada menos que 20 empresas se dedican en España a carrozar autobuses, aunque tan solo cuatro o cinco tiene auténtica relevancia en el sector. Para facilitar el trabajo de los carroceros, los chasis que fabrica la planta de Sámano son modulares, de manera que montar un vehículo se asemeja “a manejar fichas de Lego”, en palabras de un alto directivo del Grupo que acudió a la planta cántabra para conmemorar el chasis número diez mil que sale de la fábrica. Una cifra que resume los doce años de trabajo desarrollados en EvoBus desde que en 1998 pasó a manos de la multinacional Mercedes Benz, convirtiéndose en uno de los motores de la zona oriental de Cantabria.
El acto de entrega del chasis número diez mil, que va a formar parte de la flota de vehículos de la empresa madrileña de transporte Sanfiz, coincidió con la presentación de un nuevo modelo –concebido para autocares midi– que viene a completar la gama de chasis interurbanos que se fabrican en Sámano.
Con ese nuevo producto, EvoBus gana en versatilidad para abordar el segmento de transporte de viajeros con vehículos cuya capacidad no sobrepase las 38 plazas. Una baza comercial más para afrontar un futuro en el que no bastará con ser competitivo en Europa sino también en los mercados emergentes.