Disminuye el superávit comercial

La caída de las exportaciones no ha impedido que Cantabria mantenga el superávit comercial, aunque bastante más reducido. Seguimos exportando más de lo que importamos, porque con la crisis se han reducido muy notablemente nuestras compras al exterior. Entre el 1 de enero y el 30 de noviembre del año pasado supusieron 1.575 millones de euros, casi 700 millones menos de lo que vendimos afuera.
La crisis ha cambiado los comportamientos domésticos de consumo pero no siempre la macroeconomía reproduce las circunstancias que se dan en los hogares. En este caso, sí. Con la caída del consumo y la inversión, los españoles hemos reducido muy sensiblemente las compras al exterior y, más por ese motivo que por el crecimiento de las exportaciones, volvieron a aparecer en Cantabria las balanzas comerciales de signo positivo. En el último año, esa diferencia a nuestro favor se ha reducido pero sigue siendo francamente favorable, en casi 700 millones de euros. Por cada tres euros que exportamos solo importamos dos.
Buena parte de lo que compramos fuera se justifica por las propias exportaciones, puesto que son suministros para componentes que luego se envían ya completados, como los alternadores de Robert Bosch Treto. Otra fuente muy significativa de gasto son los minerales que utiliza Ferroatlántica, las chatarras que funde GSW y el papel de prensa finlandés, que entra a la Península por Cantabria.
Curiosamente, en una región costera y de gran tradición pesquera, Cantabria importa mucho pescado, que procesan las industrias de la región. También son importantes los capítulos de confección, plásticos y fertilizantes.
Hay muchos epígrafes en los que Cantabria es netamente importadora, pero sobre todo en tres: electrónica de consumo, aparatos de precisión y calzado.
Las importaciones están menos concentradas geográficamente que las exportaciones. Aunque la UE tiene un peso sustancial como suministrador, compramos a un abanico muy grande de países de todo el mundo y África tiene mucho más peso como abastecedor que como consumidor, dado que de allí se importan algunas materias primas (cacao, manganeso, café…) al igual que Asia, donde China y Japón son proveedores de confección y electrónica, con una presencia cada vez más notable. A China, en concreto, ya le compramos el doble que a Estados Unidos.