La fotovoltaica incrementa entre un 7% y un 13% el empleo en los municipios donde se asienta, según estudio

El desarrollo de los parques solares fotovoltaicos representa un incremento medio de entre un 7% y un 13% en el empleo en los municipios donde se asientan estos proyectos, sobre todo en su fase de construcción, y aumenta un 2% el número de empresas registradas, especialmente en construcción, hostelería y agricultura.

Así lo reflejan los datos del estudio Impacto Socioeconómico de las Inversiones en Energía Solar y Fotovoltaica realizado por equipos de investigación de la Universidad Carlos III de Madrid y la Universidad Complutense.

El análisis, que combina técnicas estadísticas cuantitativas con trabajo de campo cualitativo y limitado a municipios de cierto tamaño, señala a la implantación de plantas solares como un dinamizador del empleo local, además de un factor para combatir la despoblación, estimular el tejido empresarial y aumentar los ingresos municipales, valorando, además, «una percepción social mayoritariamente positiva y relacionada con la modernización y diversificación de la economía local».

La directora del estudio cuantitativo del informe, Natalia Fabra, economista y profesora de Economía en la Universidad Carlos III y experta en materia energética que ha sido consejera de Enagás y recientemente ha sido propuesta como nueva consejera de Redeia, afirmó que estos datos ponen de manifiesto que la fotovoltaica «no solo es esencial para mitigar el cambio climático, sino que también es una pieza clave para promover la cohesión territorial y el desarrollo local».

En concreto, la reducción de desempleo local sobresale entre trabajadores provenientes de sectores como industria y servicios, siendo, además, los beneficios más acentuados en los municipios de menor población.

No obstante, Fabra reconoció que, una vez superados esos picos de la fase de construcción los multiplicadores de creación de empleo «caen de manera sigficativa», aunque valoró que otros factores «persisten», como el aumento de los ingresos fiscales o la renta, lo que redunda en «una mayor oportunidad económica». «En definitiva ese punch de la construcción de las plantas tienen efectos que perduran en el tiempo», dijo.

Por su parte, el director general de UNEF, José Donoso, puso también en valor que este empleo es «más estable de lo que puede parecer», ya que se debe poner en el contexto de la España rural. «La creación de cinco o seis empleos en municipios pequeños es un impacto socioeconómico muy importante», consideró.

En el aspecto demográfico, los municipios con instalaciones fotovoltaicas experimentan un crecimiento poblacional de entre el 3% y el 7%, ayudando a combatir el despoblamiento rural, mientras en lo que se refiere a la actividad económica también sube un 3% de media el precio medio de la vivienda, reflejo de una mayor demanda provocada por el aumento de la población.

INCREMENTO DE UN 11% EN LOS INGRESOS FISCALES MUNICIPALES.

Asimismo, esta actividad genera un crecimiento en los ingresos fiscales municipales en torno al 11%, proporcionando mayor margen de inversión en servicios públicos. Además, el estudio añade que se han registrado un aumento de entre el 0,5% y el 1% en los ingresos medios directos de los residentes.

PERCEPCIÓN SOCIAL POSITIVA.

Desde el punto de vista cualitativo, los resultados del trabajo de campo muestran que la percepción social es, en general, positiva y se asocia a la modernización y diversificación de la economía local, destacando la valoración especialmente positiva en los proyectos en los que la participación local de los ciudadanos durante el desarrollo de los proyectos y el acuerdo sobre el desarrollo de su aportación al municipio ha sido notoria.

Asimismo, el informe señala que los procesos de negociación se caracterizan por la búsqueda de acuerdos y la colaboración entre empresas, administraciones locales, propietarios de suelo y colectivos sociales, «orientados a maximizar los beneficios para el territorio y a legitimar socialmente los proyectos, priorizando el diálogo y la creación de colaboración que incluyan compromisos en materia de empleo, inversiones y mejoras sociales y medioambientales».

Por otra parte, en los municipios con mayor tradición energética el estudio valora que es percibida como una evolución natural de la actividad productiva y se aprecia que, en general, la valoración social aumenta con el paso del tiempo y con su maduración.