Ango, la única ‘empresa gacela’ de la región

La pandemia ha hecho descender el número de estas jóvenes empresas de rápido crecimiento y Cantabria pasa de 8 a 1

A comienzos de 2021, España tenía 354 ‘empresas gacela’. La plataforma de información comercial Iberinform denomina así aquellas que tienen menos de cinco años, al menos diez empleados y crecen cada año más de un 20%. Eran un 26% menos que el año anterior, lo que muestra los efectos de la pandemia. La única empresa cántabra que ha entrado en la lista es Ango Mecánica y Montajes, que con solo cuatro años de vida y 13 trabajadores ha cerrado el último ejercicio con una facturación superior a 1,2 millones de euros.


La pandemia se ha convertido en la nueva normalidad, pero sigue mostrando sus consecuencias. Las empresas gacela, aquellas que, a pesar de tener menos de cinco años de vida, han creado al menos diez empleos, facturan por encima del medio millón de euros y han mantenido crecimientos anuales superiores al 20% en los tres últimos ejercicios, también han sufrido los efectos del covid. El número de estas raras avis ha descendido bruscamente y a comienzos de este año solo había 354 en todo el país.

Es la consecuencia de la enorme dificultad que ha supuesto mantener crecimientos superiores al 20% en 2020, a consecuencia de la pandemia.

Mientras que en 2020 anterior hubo ocho de estas empresas jóvenes y veloces en Cantabria, en la última oleada solo aparece una que cumpla los requisitos, Ango Mecánica y Montajes. Incluso en estas difíciles circunstancias es una representación muy pequeña, puesto que solo supone el 0,3% del censo nacional, en el que Madrid concentra el 20,3% (muy por encima de su peso en el PIB), seguida por Andalucía (16,7%), la Comunidad Valenciana (15%) y Cataluña (14,1%).

Una empresa todoterreno

Un trabajador de la empresa de mecánica y montajes durante las labores de mantenimiento y reparación de una máquina.

Para entender el nacimiento de Ango Mecánica y Montajes hay que remontarse al origen de su matriz, Ango Mecanizados, dedicada a la construcción de utillajes y maquinaria para la industria. Fundado en los años 80 por Manuel Ramón Antolín, este taller está ahora en manos de su hijo Manuel Antolín.

El creador de la compañía decidió dar respuesta a una necesidad que compartían muchos de sus clientes, que alguien montara las pieza que ellos fabricaban y realizase el mantenimiento de su maquinaria. Así, en 2017, y gracias a la experiencia y a los contactos de Matías Bolado, el responsable técnico de esta joven empresa, nació Ango Mecánica y Montajes.

Su ámbito de trabajo es muy amplio y Manuel Antolín lo justifica como una estrategia defensiva: “Desde la crisis de 2010 hemos querido ser una empresa multisector, para no depender de ninguno en especial, porque somos conscientes de que todos sufren crisis cíclicamente”.

La compañía se ocupa de cualquier equipo rotativo (turbinas de gas, turbinas de vapor, bombas, reductores, compresores…). “Al abrir estos equipos para repararlos aparecen piezas desgastadas y piezas rotas. El cliente necesita tenerlo listo cuanto antes para seguir produciendo y no siempre cuenta con recambios. Al tener un taller de mecanizados a nuestro servicio, podemos reparárselas”, explica Bolado. “Hemos creado una sinergia entre las dos empresas y contamos con mecánicos muy buenos”, añade.

Sus principales clientes son las plantas energéticas (sobre todo las centrales nucleares) y las refinerías. La mayoría, de fuera de España. Este año han trabajado en Finlandia, Argelia, Reino Unido, Brasil y Portugal. Para el próximo ejercicio tienen contratados trabajos en Angola y Argelia. Por este motivo, sus 13 trabajadores están fuera la mayor parte del año.

Bolado justifica la rápida evolución de la empresa en la calidad del servicio que presta. “Es un mercado complicado, porque hay mucha competencia, pero no hay tanta de alto nivel. Entender qué ocurre en uno de estos equipos no lo hace cualquiera”, asegura.

Tal vez por eso, la empresa cántabra ha pasado de facturar poco más de 92.000 euros en su primer ejercicio, a más de 1,2 millones cuatro años después.

Afortunadamente para ella, la pandemia no frenó este crecimiento. “Pudimos seguir trabajando porque somos proveedores de las centrales nucleares españolas, que no paran, y nos declararon ‘taller de interés’. Eso nos permitió seguir abiertos casi todo el tiempo, dando servicio en puntos estratégicos”, relatan Antolín y Bolado.

No obstante, no todo pudo ser atendido en el año. “Los trabajos que no pudimos hacer en 2020 debido a la situación que vivimos se han hecho en 2021, por lo que en ambos casos hemos batido récords en facturación”, justifican.

Cambios de tendencia

Aunque entre las empresas españolas gacela del último ejercicio hay 148 códigos distintos de actividad económica, las que han avanzado aún más deprisa y ocupan el top 10 muestran cuánto han cambiado las tendencias del mercado como consecuencia de la irrupción del covid. Varias se dedican a la construcción de edificios residenciales o las instalaciones eléctricas. También entran en este ranking algunas empresas dedicadas al transporte de mercancías por carretera, mayoristas de alimentación y tiendas de mobiliario, sectores en los que la demanda ha crecido con mucha fuerza debido al mayor tiempo que hemos pasado en los hogares.

También han ganado relevancia actividades como la consultoría informática y los servicios relacionados con las TIC o la programación, que cierran esa lista de los primeros puestos.

María Quintana

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