Liberbank cambia de escenario y busca socios privados

Si Bruselas y la troika aprueban el plan de recapitalización de Liberbank, el futuro de la entidad parece razonablemente despejado. No es el mejor momento para buscar inversores dentro o fuera del país, pero la situación patrimonial es lo bastante buena como para atraer a un banco de inversiones que pretenda entrar en el mercado español o a un fondo. Lo que resulta seguro es que nadie pagará el valor contable en las actuales circunstancias de España y del sector financiero en particular
La participación de Caja Cantabria en Liberbank cambia de valor cada día, como consecuencia de las volubles circunstancias que se viven en su seno. Hace unas semanas, cuando podía haber representado el 6,37% de Libercaja, la fusión de Liberbank con la aragonesa Ibercaja y con Caja3, la entidad cántabra podía sentirse más que satisfecha. Su alianza con los asturianos y extremeños le había salido redonda, puesto que pasaba de una situación de extrema debilidad que le hubiese conducido a la intervención en un horizonte muy cercano, a tener un porcentaje relevante de la séptima entidad financiera del país, gracias al buen estado de salud de sus aliados.
Si se compara con lo ocurrido en otras cajas parecidas, como las de Ávila, Segovia o Rioja, que apostaron por unirse a Caja Madrid y han visto con desolación que no por ir en un barco mayor se elude el riesgo de naufragio, hasta el punto que su valor hoy es de cero euros, los 135 millones en que se estipulaba la participación de Caja Cantabria en Liberbank era algo así como acertar en el premio de la lotería.
Como en el cuento de la lechera, no se puede cantar victoria antes de tiempo. La alianza de Liberbank con Ibercaja y Caja3 se rompió, cuando a través de la auditoría de Oliver Wyman la caja aragonesa comprobó que sus aliados estaban peor de lo que decían y optó por zanjar el acuerdo.

El camino de vuelta es más difícil

Caja Cantabria vuelve a tener el 14% de Liberbank, que en teoría no ha perdido valor, pero ahora será el mercado el que le ponga precio y la experiencia de Novacaixa Galicia, del Sabadell o del Banco Popular, indica que es irreal aspirar a encontrar inversores que en estos momentos paguen el valor contable de una entidad financiera española.
Por bajo que sea el precio de colocación de la parte del capital que Liberbank pone a la venta, siempre será mucho más de lo que Caja Cantabria, Cajastur y Caja Extremadura obtendrían si su entidad acaba nacionalizada en el FROB, nada, aunque algunos consejeros de la entidad cántabra han llegado a dar la impresión de no valorar este riesgo.

Ventas al Banco Malo

Desafortunadamente, Liberbank no puede esperar a un momento mejor, porque está obligado a recapitalizarse antes de junio de 2013 y a encontrar los socios antes de que acabe el año.
La entidad no tiene que buscar los 1.198 millones de euros que según Oliver Wyman necesitaría si se dan las dramáticas circunstancias económicas que dibuja en su peor escenario. En realidad, una buena parte de ese dinero lo obtendrá al pasar sus activos inmobiliarios problemáticos a la Sareb, el banco malo, pero, como el resto de las entidades que traspasen sus activos tóxicos, tendrá que renunciar al 63% de su valor bruto (el 79,5% en el caso del suelo, el 63,2% para las promociones en curso y del 54,2% para las viviendas terminadas). En el caso de los préstamos a promotores, el descuento medio que aplicará la Sareb será del 45,6%.
Aunque por el momento no se conocen las cifras, algunas fuentes apuntan que el banco entregará a la Sareb 7.500 millones en créditos y 1.500 en inmuebles y suelos adjudicados para limpiar su balance.
Liberbank también tiene participaciones industriales muy jugosas, aunque no le van a servir de mucho en este momento, puesto que la baja cotización bursátil le impide obtener plusvalías. En cambio, mantenerlas en cartera le genera un jugoso flujo de dividendos que tienen mucho peso sobre los resultados finales de la entidad.
Lo que sí podrá utilizar, también, para recapitalizarse es su cartera de seguros de hogar y vida o, al menos, las partes que no se había transferido a terceros, ya que Caja Cantabria vendió hace años el 50% de la suya.
Liberbank no ha perdido el tiempo y ya está buscando compradores para la ampliación de capital por importe 500 millones de euros que ha propuesto en el plan de recapitalización. Negocia, al menos, con un inversor británico y otro hispanoamericano que están dispuestos a tomar participaciones, pero se puede dar por seguro que la mayor parte del capital irá a manos de fondos internacionales de inversión.

El riesgo país, un obstáculo

Liberbank necesita relativamente poco dinero, si se compara con su volumen de negocio, pero se enfrenta a dos circunstancias poco favorecedoras: aunque es un banco, cualquier inversor asociará su negocio a las cajas y, si es extranjero, tendrá muy en cuenta el riesgo-país. Si el Reino de España se ve obligado a pagar por sus emisiones alrededor del 6%, un negocio privado –con el riesgo que se le supone a una actividad incierta– tendrá que ofrecer rendimientos francamente mejores para seducir a cualquier inversor. Y en estos tiempos de crisis hay muy pocas actividades que dejen esos márgenes, lo que significa que sólo entrarán a precios muy atractivos, que, además, les permitan generar plusvalías a corto plazo.
No obstante, Liberbank tiene en estos momentos un notable potencial de beneficios. Ya ha costeado el grueso del saneamiento, con el cierre de más de 200 oficinas y los primeros ajustes de plantilla, en lo que ha empleado alrededor de 300 millones de euros. Con este adelgazamiento de los costes y una vez se desprenda de los activos tóxicos vinculados al sector inmobiliario será una entidad solvente, con liquidez y rentable. El recorte de la masa salarial que ahora ha planteado a los sindicatos también ampliará los márgenes de los ejercicios futuros y en la búsqueda de un inversor el banco tratará de poner en la balanza este potencial de generar muchos más beneficios de los que ahora obtiene.
Lo único seguro por el momento es que se va a producir una dilución importante de la participación de los actuales accionistas y que, a pesar de la capacidad de Liberbank de generar beneficios, la venta del capital tendrá que hacerse bastante por debajo del precio nominal. No obstante, tanto para Caja Cantabria como para los otros dos socios, siempre será mejor tener una parte más pequeña de un banco saneado que la intervención del FROB.

Suscríbete a Cantabria Económica
Ver más

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Botón volver arriba
Escucha ahora