La ciencia al día
Robots que sienten
La ontogénesis es una ciencia que se ocupa de organismos vivos pero, a partir de ahora, también lo hará de los organismos artificiales. Parece un asunto propio de la ciencia ficción y tendremos que ver hasta dónde llega, pero ya se están desarrollando sistemas de inteligencia artificial que permiten, por decirlo de alguna manera, envejecer a los robots.
Varias ciencias están desarrollando robots sobre la base de un determinado genotipo, al que se introducen habilidades dentro de un sistema de inteligencia que le permite ir aprendiendo y adquiriendo experiencia. De ahí va pasando por varias fases hasta convertirse en un fenotipo, es decir, un ente individual maduro.
Esta evolución tan parecida a la de los seres humanos y, como ella, tan complicada, lleva a preguntarse si también esos entes van a ser capaces de tener sentimientos. La respuesta puede ser afirmativa, porque acaba de lograrse que estos robots funcionen con un sistema de valores interno, conectado con los impulsos y las emociones, que alimentan la selección de la acción y la del aprendizaje.
El yeso se impone
Ahora que el sector de la construcción atraviesa un mal momento acaban de desarrollarse unas láminas de yeso de alto rendimiento que pueden abaratar los costes.
La rebaja económica que se logra con esta nueva técnica se debe a la sustitución del tradicional tablón por una mezcla de yeso con fibra de celulosa. El zeolito resultante lleva entre un 5 y un 20% de yeso, con lo que aumenta su resistencia y porosidad como material de construcción. Otra ventaja añadida es que sirve para aumentar la calidad del aire en el interior de las casas, ya que el yeso es capaz de absorber ciertos elementos presentes en el humo del tabaco como el benzeno, que queda incrustado en la pared.
Entretenimiento en el aire
La tecnología de las consolas avanza a ritmo de vértigo. El último descubrimiento es un aparato ultrarrápido de fibra óptica que puede ser utilizado a bordo de un avión.
De las tecnologías de fibra óptica plásticas (POFs) se dice que son para los consumidores domésticos porque tanto la fibra como sus conectores son gratuitos y suelen utilizarse en aplicaciones de baja velocidad y a distancias cortas, sobre todo, en el hogar y el coche. Pero su enorme potencial también las ha convertido en un vehículo para la distribución de contenidos multimedia en los aviones, una vez superados los rigurosos requisitos de seguridad que han de cumplirse en el aire.
La tecnología se llama VCSL y, a diferencia de otros aparatos de láser convencional, tiene una gran apertura de pantalla y un ángulo de divergencia mucho menor. Combinado con la fibra óptica, proporciona una gran eficiencia.
Cubitos de hielo en gel
Ya existe hielo con forma de gel para refrescar las bebidas, gracias a esa nueva ciencia de lo minúsculo llamada nanotecnología.
El invento consiste en la fabricación de unos cristales de hielo extraordinariamente pequeños, cargados con burbujas de gas carbónico todavía más diminutas, que dan como resultado una sustancia efervescente parecida a la mermelada.
Las burbujas son unas diez mil veces mas pequeñas que aquellas que uno puede encontrarse en el agua de seltz y al gel helado se le pueden añadir toda clase de sabores. Una novedad que recibirán con agrado los jóvenes bebedores de alcopops (licores comercializados en pequeñas botellas) y, en general, los amigos de lo raro.
