Embalajes imposibles
Aunque su sede central está el Puerto de Sagunto (Valencia), donde cuenta con unas instalaciones de 10.000 m2, Embalajes Cantabria hace veinte años que pasea por el mundo el nombre de nuestra región, porque de aquí es su fundador, Jesús Torralba Álvarez, un ingeniero de Minas que había trabajado en la construcción hasta que, en la década de los ochenta, comenzó a fabricar embalajes industriales de madera.
Jesús Torralba siempre había querido volver a su tierra natal, lo que finalmente ha hecho su hijo David. A las razones sentimentales que le han animado a instalarse en Cantabria se ha unido la estrategia comercial de buscar un emplazamiento en el norte de España.
El pasado año han inaugurado una delegación en Mar (Polanco), junto a la salida de la autovía A67, que cuenta con una nave de 1.200 m2, dotada de puente grúa, almacén y oficinas.
Desde su llegada, han ido incorporando trabajadores de forma progresiva. Empezaron con cuatro y ya suman doce, pero su objetivo es alcanzar el mismo nivel de actividad que en la sede valenciana, donde la plantilla asciende a 35 personas.
El 75% de su clientela en la región son empresas del sector metalúrgico que necesitan embalar maquinaria de automoción, aerogeneradores, estructuras o depósitos, aunque cada día reciben más encargos de Castilla y León, Palencia y Valladolid o el País Vasco, habitualmente con destino a los puertos de Valencia y Bilbao.
Mudanza industrial
El producto debe ser previamente preparado para que no sufra ningún daño durante el transporte, sobre todo, si ha de someterse a duras condiciones climatológicas. Para asegurarlo, dentro del contenedor se instalan detectores de impactos, vuelcos o humedad, y, si es necesario, medidores térmicos y de presión. En muchos casos se trata de largos desplazamientos por tierra o mar y en otros son productos que requieren una atención especial en su aislamiento térmico puesto que no deben sufrir variaciones excesivas de temperatura o humedad, como ocurre con el vino, los quesos y chocolates o las pinturas.
Cuando se trata de piezas metálicas –la mayoría de los encargos en Cantabria– los cuidados son otros. Si van a ser embarcadas o almacenadas por un plazo largo, se tratan con productos químicos o plásticos anticorrosión para protegerlas.
El acondicionamiento de la mercancía se lleva a cabo en sus almacenes o en la empresa del cliente.
Una de las operaciones más llamativas es el retractilado con plástico. El film envuelve máquinas completas, con una plataforma para hacer más manejable el paquete, y el plástico queda perfectamente adherido al contorno tras ser calentando con ayuda de pistolas de gas.
Con motivo de la Copa América, el año pasado la compañía se encargó del retractilado de todas las barcas neumáticas de apoyo del Desafío Español. Anteriormente, la empresa ya había colaborado con otros participantes como Mascalzone Latino, Alinghi u Oracle y con la propia organización del evento Louis Vuitton.
Imagen del contenido
David Torralba, su gerente, destaca la espectacularidad de algunos embalajes de maquinaria realizados en madera, ya que las cajas pueden llegar a alcanzar el tamaño de una casa prefabricada. Una de estas cajas, de doce metros de largo, cuatro de ancho y cinco de altura, ha salido recientemente de su fábrica de Mar.
Como consecuencia del fenómeno de la deslocalización, Embalajes Cantabria ya ha tenido encargos para desmantelar factorías completas en España y embalar toda la maquinaria para enviarla a países con un coste laboral menor donde ha vuelto a ser montada.
Existen algunas medidas estándar para el transporte pero es más frecuente que fabriquen el embalaje por encargo, con materiales homologados y certificados. Tablas de pino tratado, tableros contrachapados o de fibra que hacen innecesario el uso de materiales aislantes añadidos, son los más habituales: “No se puede embalar una máquina de seis mil euros en una caja de cartón”, dice Jesús Torralba, “porque es la imagen de su contenido”.
No sólo se trata de optar por un embalaje de madera adecuado, sino que las empresas deben tener en cuenta la normativa fitosanitaria, muy exigente respecto al tratamiento de la madera utilizada en el transporte internacional. Embalajes Cantabria ya ha resuelto estos requisitos, al estar autorizada por la norma internacional y por la de los fabricantes españoles de palets.