Exceltur urge a la gestión «estratégica» del turismo frente a «medidas punitivas improvisadas»

Exceltur, la Alianza para la Excelencia Turística, ha instado a las administraciones públicas a adoptar una gestión «proactiva y estratégica» del éxito turístico en España, en lugar de recurrir a «reacciones improvisadas» y «punitivas» ante la presión percibida del «sobreturismo».

El vicepresidente ejecutivo de Exceltur, Óscar Perelli, expresó en una entrevista con Europa Press la «frustración» de la organización por la falta de una adecuada «gestión y gobierno» del turismo, a pesar de que el sector empresarial lleva años trabajando en una constante «renovación y posicionamiento de producto».

Perelli considera que la respuesta de algunos responsables políticos ha sido «improvisada y punitiva», influida por la «presión de la opinión pública», y ha convertido al turismo en el «culpable de todos los males», lo cual preocupa profundamente al sector.

«España debería ser una referencia en la gestión del éxito turístico», sentenció Perelli, señalando que esto se lograría mediante el uso de instrumentos urbanísticos adecuados, una selección más cualitativa de la oferta turística y una promoción orientada a perfiles de «mayor valor».

Este turista de mayor valor no solo debería aportar un mayor nivel de gasto, sino también generar una menor huella ambiental y mostrar un mayor respeto por la vida local. Productos como el turismo de congresos y reuniones, por ejemplo, pueden contribuir a la desestacionalización y al crecimiento basado en valor.

En este contexto, Perelli mostró su preocupación por las «reacciones políticas improvisadas y carentes de rigor» que algunas ciudades españolas están aplicando en forma de «medidas punitivas o restrictivas» frente a la presión del «sobreturismo».

Exceltur critica duramente la imposición de cargas fiscales excesivas al turismo en España. La organización argumenta que estas medidas no han demostrado ser efectivas en la gestión de los flujos turísticos en otras partes de Europa y del mundo.

MEDIDAS IMPROVISADAS

Un estudio presentado por Exceltur en marzo reveló que el aumento de la presión humana en las cinco principales comunidades autónomas del litoral entre 2019 y 2024 se debe en un 88% al crecimiento de la población residente y solo en un 12% al incremento de la afluencia turística.

Este dato, según Perelli, desmiente la idea de que la presión se debe exclusivamente al turismo. Como ejemplo de «improvisación», citó medidas como la limitación de la entrada de coches de alquiler o particulares en Ibiza.

Para Exceltur, la lucha contra la «ilegalidad» en el ámbito de las viviendas turísticas debe ser una «prioridad» para el Gobierno español, especialmente teniendo en cuenta que el Ministerio de Consumo ya ha identificado 65.000 anuncios ilegales, que representan unas 250.000 plazas turísticas. Esta cifra equivale a la totalidad de las plazas hoteleras de Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Málaga juntas.

Esta oferta ilegal «aporta escaso valor, degrada los destinos y su imagen, expulsa a los residentes y distorsiona el mercado de la vivienda», dificultando el acceso a la misma para trabajadores y vecinos, y transformando las ciudades en «parques temáticos».

La elevada rentabilidad del alquiler de corta estancia (el doble que la de larga estancia, en promedio en España) incide directamente sobre el mercado de la vivienda, lo que hace «totalmente indudable» la necesidad de una regulación efectiva.

En este sentido, la Ventanilla Única Digital de Arrendamientos, que pondrán en marcha el Ministerio de Vivienda y el de Turismo a partir del 1 de julio, se considera «muy importante» para garantizar que solo se comercialice oferta legal. Sin embargo, Exceltur lamenta que algunas plataformas muestren «reticencias» a cumplir con esta normativa.

¿DÓNDE VA EL DINERO RECAUDADO?

La organización también denuncia el «problema de financiación endémico» que sufren los municipios del litoral. Sus ingresos dependen fundamentalmente de la población residente, mientras que la mayor parte de los ingresos generados por el turismo (IVA, IRPF, impuestos sociales) se quedan en manos del Estado y las comunidades autónomas, sin llegar a las corporaciones locales.

Exceltur lamenta que en ocasiones esos impuestos se destinen a fines «tan variopintos como políticas de vivienda», lo que considera un «despropósito» y un uso «ajeno a la gestión del turismo».

Como ejemplos de «modelos acertados», la organización destaca la Generalitat Valenciana, que transfiere parte de esos ingresos a los municipios turísticos, y Canarias, donde una parte del IGIC (equivalente al IVA) se recauda directamente para la corporación local.

Ante esta situación, Exceltur propone una serie de medidas de gestión recogidas en su Decálogo para afrontar los retos de los destinos españoles consolidados. Este documento plantea una estrategia integral para gestionar el turismo de manera sostenible y equilibrada.

El decálogo subraya la necesidad de invertir en conocimiento para entender mejor la demanda turística y evitar excesos, así como de utilizar herramientas de planificación urbanística que armonicen la actividad turística con la calidad de vida de los residentes. Propone sustituir las restricciones por una gestión profesional y promover la renovación de infraestructuras turísticas, además de combatir la oferta ilegal.

Asimismo, destaca la importancia de fomentar el civismo mediante normas claras, diversificar los destinos y productos turísticos para redistribuir la demanda, y reorientar la promoción hacia perfiles de visitantes más adecuados.

El decálogo también defiende una gobernanza participativa basada en la colaboración público-privada y en el talento profesional, junto con una fiscalidad justa que no suponga nuevas cargas para el turista, sino que optimice el uso de los recursos ya existentes.