PANORAMA INTERNACIONAL
Prisiones y presupuesto
En EE.UU reside menos del 5% de la población mundial pero cerca del 25% de la población reclusa. El aumento sin descanso de los presos se ha ralentizado en cuanto varios estados han descubierto que es demasiado caro meter a tanta gente en la cárcel.
Entre 1987 y 2007 el número de presos casi se triplicó, hasta llegar a casi 1,6 millones, curiosamente, en estados en los que habían descendido los índices de criminalidad pero que, sin embargo, optaron por endurecer la legislación y las penas, incluso para drogadictos no violentos. El resultado de esta política ha sido el aumento del gasto estatal en un 127% en diez años mientras el gasto en educación secundaria, sólo ha subido un 21%.
En 2008, este incremento de la población reclusa se frenó. No solo para ahorrar dinero, también porque, si se hace bien, será una buena política social. Muchos delincuentes pacíficos pueden ser tratados de forma más eficaz y barata a través de programas terapéuticos y de trabajos comunitarios.
The New York Times
Los niños crecen
Este año se inicia una década en la que los empresarios van a darse cuenta de que no sólo están tratando con una población más envejecida, sino también con una fuerza de trabajo envejecida. No es mala noticia –en realidad, es excelente– pues, individualmente, pueden pagar los retiros que permiten unas expectativas de vida cada vez mayores y, colectivamente, se les necesita para costear otras muchas actividades, desde las carreteras hasta la policía. La ratio de dependencia, es decir, la proporción de personas en edad de trabajar con respecto a los jubilados, parecerá menos terrible cuanta más gente se quede trabajando.
En muchos países desarrollados habrá escasez de trabajadores jóvenes. En Reino Unido, cuando los niños del baby-boom se encaminen hacia la jubilación, descenderá el tramo de entre 15 y 24 años y el de 35 a 49.
Bien o mal, si miramos fríamente los números, aquella generación ha cambiado muchas cosas: la música, las costumbres, el consumo y, hasta cierto punto, el ecologismo. Y, probablemente, también serán capaces de cambiar la ecuación de la edad.
Financial Times
Acción sobre el clima
Según un estudio de Environment America, casi la mitad de los estados de EE UU tienen planes y regulaciones destinadas a reducir más de un 7% las emisiones de CO2 de aquí a 2020.
La mitad de las reducciones vendrán de los límites propuestos en seis grandes estados. La otra mitad procederá del aumento del uso de energías alternativas, como el viento, y de normas más estrictas sobre eficiencia en electrodomésticos, iluminación y edificios.
(…) El objetivo de California de recortar una cuarta parte de los gases de efecto invernadero en 2020 es plausible, en parte, porque han tenido éxito en la mejora energética de industrias y edificios, promoviendo las renovables e insistiendo en el consumo eficiente de combustibles. Para ello han aprobado nuevos y estrictos requisitos para los aparatos de televisión, que suponen un 10% del gasto energético de los hogares.
Esa medida ahorrará a los consumidores mil millones de dólares en la factura energética y reducirá las emisiones de CO2 en tres millones de toneladas al año. Con pequeños pasos como estos, California cumplirá sus objetivos generales, pero urge desarrollar una política nacional que ponga precio a las emisiones de los gases de efecto invernadero.
The New York Times
Vuelve el estado, pero no triunfa
Ha sido una conmovedora coincidencia que el mayor rescate nunca visto de los mercados de capital por parte de los gobiernos haya coincidido con el vigésimo aniversario de la primera victoria de los partidarios del libre mercado en el Oeste (Thatcher, 1979) y el décimo del hundimiento de los modelos económicos socialistas en los países del Este (1989).
Los políticos no sueñan con dejar solos a los mercados para que ellos mismos se corrijan. Ahora se debate más que nunca qué tamaño y función ha de tener el sector financiero y cuál es la mejor manera de regularlo, pero no se trata de un aterrizaje permanente del Estado en la economía.
No sólo falta peso intelectual para hacer un estado más grande sino que, desde el punto de vista económico, parece más probable lo opuesto. Tan pronto como puedan, los estados darán marcha atrás de la manera más brusca. Aquellos que piensen que han cedido demasiado espacio al sector privado, no han visto nada todavía.
En cuanto salgamos de la recesión, el riesgo es que, por inercia, los estados amenacen con intervenir en la vida social y económica cuando deberían dejar de hacer cosas como salvar bancos y hacer otras menos intrusivas como luchar contra el terrorismo.
Financial Times