Eliminación de varices sin cirugía

Las varices están asociadas a una insuficiencia circulatoria de claro origen genético, pero el estilo de vida actual repercute mucho en su aparición.

Las varices son venas que sufren un proceso de degeneración por el cual su pared va perdiendo calidad y haciéndose más fina. Esto lleva a su dilatación progresiva y por consiguiente a la imposibilidad por parte de la vena de realizar su trabajo de retorno venoso.

Son antiestéticas, molestas y se hacen evidentes y especialmente dolorosas en verano. Por eso conviene eliminarlas antes de que suban las temperaturas.

Por qué se forman las varices

Hay varios tipos de varices, desde las telangiectasias, pequeñas venitas que se rompen tanto en la cara como en las piernas, hasta varices de mayor envergadura que provocan dolor en la persona que las sufre, sobre todo en la época de calor.

Según el Dr. Javier Rangel, flebólogo de Clínica Menorca, en el caso de las varices tronculares el componente principal es genético. En el caso de las denominadas varices estéticas juegan un papel muy importante los cambios hormonales, por ello aparecen o empeoran en situaciones como el embarazo o la toma de anticonceptivos hormonales. En ambos casos, hay factores agravantes como son el sobrepeso, la sedestación o bipedestación prolongadas, el uso de ropa muy ajustada o la exposición a fuentes de calor directas como estufas, o saunas. Para cada una de ellas hay tratamientos específicos.

Láser vascular

El láser es una de las posibilidades de tratamiento para las varices más pequeñas. Se trata de un tratamiento que puede no necesitar de anestesia. Actúa ‘quemando’ selectivamente los vasitos que forman dichas lesiones. El cuerpo se encarga de ‘barrer’ los restos de estas ‘quemaduras’ y blanquear la zona tratada. El número de sesiones requeridas depende de la severidad y cantidad de cada caso. Generalmente de 4 a 6 sesiones separadas por períodos de al menos 21 días.

Sistema de esclerosis química de varices

Es el tratamiento indicado, por normas internacionales, para las telangiectasias y una excelente opción para varices de mayor tamaño. Dependiendo del umbral del dolor del paciente, puede llegar a ser indoloro, no necesita preoperatorio, ni quirófano, ni anestesia, ni reposo. El paciente se incorpora a la vida normal de forma inmediata, no hace falta baja laboral y abandona la clínica por su propio pie, tan solo llevando una media de compresión durante una o dos semanas.

Consiste en inyectar una microespuma especial que fibrosa la variz. La sangre que pasaba por esas venas enfermas es asumida por el resto de las venas sanas, tanto del sistema profundo como del superficial. Al eliminar la variz se elimina la sobrecarga que producía la circulación de la variz en dirección contraria, descongestionando la circulación de la pierna, y desapareciendo las molestias circulatorias que se tenían anteriormente.

Mientras se lleva la media compresiva pueden aparecer picores o pequeños calambres que son absolutamente normales. Hay que caminar para evitar hinchazones y reposar con la pierna en alto.

Adhesivo médico

Esta técnica consiste en introducir en la vena enferma un adhesivo médico, semejante al usado en medicina desde hace más de 50 años para cerrar aneurismas, con eficacia probada y sin toxicidad para el organismo. Este adhesivo cierra y fibrosa la variz provocando su desaparición. Se puede realizar incluso en verano, no hay riesgo de pigmentación, el tiempo de recuperación es corto y no es necesario utilizar medias de compresión. Con un inyector se gradúa la cantidad de adhesivo que entra en la vena hasta que queda cerrada y se transforma en un tejido fibroso que el organismo reabsorbe. El catéter se posiciona bajo control ecográfico y cuando se retira se coloca una tirita en el lugar de la punción.

Todo el procedimiento dura unos 20 minutos y no es necesario anestesia. Se recomienda no hacer deporte durante la primera semana. Los resultados son definitivos en la vena tratada y el único efecto secundario es una ligera inflamación.

Estilo de vida: alimentación y deporte

En cuanto a la alimentación, es importante controlar el sobrepeso para no sobrecargar las venas de las piernas y dificultar el retorno venoso. Lo aconsejable es llevar una dieta sana y equilibrada, como la mediterránea, rica en verduras y frutas, con una hidratación abundante.

Es importante por la salud en general y las varices que nos ocupan en particular, hacer deporte de forma constante. La única recomendación, si se sufre de varices, es evitar hacer deportes de mucho impacto, deporte de alto desempeño y deportes que involucren levantamiento de mucho peso como puede ser la halterofilia y el crossfit.

Y, como última recomendación, si se tienen varices hay que acudir a un especialista para no dejar avanzar la enfermedad, cuanto antes se ponga remedio al problema, mejor.

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