La ciencia al día

El tamaño del cerebro importa

Un estudio del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales concluye que tener un cerebro grande suele ir a asociado a una vida más longeva. Para ello, los autores de la investigación analizaron quinientas clases de mamíferos, como roedores, murciélagos, cetáceos, felinos y marsupiales. Entre las conclusiones que han obtenido, también destaca que las especies con cerebros más grandes tardan más en alcanzar la madurez sexual.
Los científicos se preguntaban por qué la naturaleza favorece, en algunas especies, el desarrollo de cerebros grandes si éstos consumen más energía. La explicación es de índole práctica: un órgano más grande da más flexibilidad de comportamiento ante los cambios y favorece el aprendizaje.
Los chimpancés, los delfines y los elefantes tienen un cerebro más grande de lo que cabría esperar de su tamaño, en comparación con otras especies animales y no se sabe si viven mejor pero sí que viven más.

Nativos,
en el fondo

El idioma materno nunca se olvida y, de hecho, las personas bilingües siguen echando mano de los sonidos de su lengua original aunque crean que solo piensan en una lengua.
A esta conclusión ha llegado un grupo de investigadores que se ha centrado en dos idiomas, el chino y el inglés, para demostrar que la gente que ha aprendido una segunda lengua en la adolescencia o incluso a una edad más tardía, continúa recordando en su idioma nativo, aunque acaben teniendo fluidez en la nueva lengua.
Lo más sorprendente es que lo hacen incluso cuando es contraproducente y les genera dificultades para leer o escuchar en ese segundo idioma.

El punto débil del cáncer

Las células cancerosas proliferan con facilidad, pero el proceso dista mucho de ser perfecto. Para que una célula normal se divida sin problemas cuenta con dos copias de una estructura organizadora denominada centrosoma. Las células cancerosas poseen más de dos centrosomas, lo que provoca en ocasionan la distribución desigual de los cromosomas entre las células resultantes y, en consecuencia, su muerte.
Algunas células cancerosas salvan este inconveniente distribuyendo varias fibras de proteína en dos grupos para seguir dividiéndose y convertirse en tumores activos. Ahora acaba de descubrirse que esta maniobra puede ser su punto débil y que esas proteínas pueden convertirse en dianas para crear nuevos fármacos, ya que si las células no pueden agruparse en torno a sus centrosomas, se dividirán sin control y morirán.

Alerta contra los maremotos

Unos científicos han conseguido desarrollar un sistema de alerta rápida que permite reaccionar con la suficiente antelación frente a los maremotos. Hace seis años, una sección de la placa tectónica del Indico, frente a las costas de Indonesia, experimentó una hundimiento que provocó el segundo seísmo más potente que se ha conocido, de una magnitud de 9,2 y olas de 30 metros de alto.
El nuevo sistema es capaz de detectar la actividad sísmica en el océano, evaluar de forma inmediata su peligro e informar a los países en riesgo mediante una red de detectores compuesta por sismómetros de banda ancha, conectados a GPS instalados en tierra y en la superficie oceánica, mareógrafos y barómetros situados en el fondo del mar. Los datos se transmiten a través de satélites a una central donde son procesados mediante un programa informático que determina la magnitud y ubicación del seísmo.
Su principal ventaja frente a sistemas anteriores es que sólo tarda cuatro minutos en detectar y localizar el origen de una señal y añade simulaciones detalladas sobre el oleaje para determinar las zonas que corren más peligro.