Empresa Familiar

Puede parecer que la tarea de los accionistas en la empresa familiar no es muy relevante, pero su función cada vez es más tenida en cuenta. Tal es así que ha sido tema de análisis en la reciente Conferencia Mundial de la Empresa Familiar, celebrada en Bruselas, y en la que participaron más de 300 empresarios de todo el mundo. Fruto de este encuentro fue la conclusión de que existe una relación directa entre los resultados de la empresa y la cohesión del grupo de accionistas familiares. Y es que cuanto más unido es el grupo propietario, mejores son los resultados de la empresa. A su vez, cuanto mejores son los resultados, mayor es la confianza y el orgullo de los propietarios, que afianzan sus lazos y su compromiso con la empresa.
Esta unión también es percibida por los clientes, proveedores, empleados, bancos y administraciones públicas. La empresa genera confianza y transmite una sensación profesional y de buen funcionamiento.

Guardianes

No hay que olvidar tampoco el papel de los accionistas como custodios de la empresa familiar, actuando como guardianes para que se incremente o, al menos, se mantenga tal como ellos la recibieron. Por eso, deben tener en común una serie de valores y cualidades que garanticen su compromiso y favorezcan la continuidad.
Por otro lado, deben ser conscientes de la diferencia de roles entre la propiedad y la gestión, que se debe encargar a profesionales más preparados, con mayor experiencia y capacidad, ya sea un familiar o un externo, pero que debe caracterizarse por su excelencia profesional.
Los accionistas responsables tienen que dejar trabajar al equipo gestor y deben trasladarle la responsabilidad completa en las funciones ejecutivas que le han atribuido. Sólo de esta forma podrán responder de la labor y los resultados obtenidos de su trabajo.

Las cualidades del accionista responsable

La Conferencia hizo un perfil de las cualidades que han de caracterizar a un accionista responsable. Debe tener unos valores sólidos, una visión compartida del negocio y un sentido de pertenencia al grupo. Está obligado a comprender cómo funciona la empresa, para poder definir la estrategia y compartirla. Por supuesto, ha de conocer a fondo cómo se organiza; en particular, las funciones de la propiedad y de los responsables de la gestión.
El mercado en el que opera la empresa es otro punto a tener en cuenta. De esta forma, su visión general, de los productos y de la actividad de la empresa afianzará su responsabilidad.
El accionista también debe ser consciente de que ha de promover la incorporación de las siguientes generaciones a la empresa, para una sucesión ordenada, evitando conflictos y fricciones en las relaciones familia-empresa.
Conceptos como gobierno corporativo, el funcionamiento de los órganos establecidos para ello y las prácticas de un buen gobierno son otras facetas que deben conocer, así como la cultura y los valores familiares de la empresa. Los órganos y los foros de la familia empresaria son básicos para su integración. Esto y adoptar actitud activa, participativa y positiva, que va a ser muy necesarias en el caso de que la empresa atraviese situaciones conflictivas.
Desde la Asociación de la Empresa Familiar de Cantabria recomendamos a todos los empresarios familiares la dedicación de tiempo y recursos para formar e involucrar a los accionistas en el proyecto de la empresa familiar. Sólo desde el conocimiento profundo de la empresa se puede llegar a apreciarla y a ejercitar una propiedad responsable.

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