La ampliación del golf genera nuevas expectativas en Miengo

El convencimiento de que el golf puede convertirse en la industria turística que mejor se acomoda a las condiciones naturales de Cantabria ha levantado muchas expectativas. Sin embargo, anuncios como el realizado tiempo atrás por el presidente regional para propiciar la construcción de siete campos de golf de 18 hoyos no terminan de materializarse, por las enormes dificultades que tiene su desarrollo urbanístico en una región con poco suelo.
Ayudará, al menos, el hecho de que, por fin, el campo público de Abra del Pas pueda ampliar sus instalaciones para alcanzar los 18 hoyos, una transformación que puede convertirlo en uno de los campos de referencia del norte de España, dado el gran atractivo del enclave donde se ubica, en el estuario del Pas.
El primer convencido del efecto que va a tener esta ampliación para el desarrollo turístico de Miengo es su alcalde, Avelino Cuartas, que lucha por ella desde hace años y, por fin, puede ponerle fecha: entre doce y dieciocho meses. Un acuerdo con la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte, a la que se cederá la propiedad de los nuevos terrenos, y el convenio urbanístico alcanzado con dos empresas cántabras –Gruconort (Grupo Pinta) y Work Santander– para que financien la compra de los 65.000 metros cuadrados de suelo que necesita la ampliación, han hecho posible este salto cualitativo del campo de Abra del Pas.
Sin embargo, no ha sido sencillo llegar a este punto, ya que el rechazo de la Comisión Regional de Ordenación del Territorio y Urbanismo a las normas presentadas por Miengo, en las que se apoyaba el convenio inicial, estuvo a punto de hacerlo naufragar. Ha sido preciso elaborar un nuevo acuerdo con las dos empresas, amparado en el planeamiento urbanístico de 1987, que continúa en vigor tras la negativa de la CROTU a aprobar las normas subsidiarias.
El nuevo convenio, respaldado de forma unánime por la Corporación, también prevé compensar a las empresas que ceden el terreno con aprovechamientos urbanísticos en otra zona de Miengo aún por concretar. Por otra parte, el Ayuntamiento recibirá de la Consejería de Cultura 600.000 euros para diversas iniciativas deportivas y culturales. El Gobierno regional se compromete, además, a levantar por su cuenta un campo de fútbol en Cuchía.
Tras la ampliación, el campo de golf de Abra del Pas pasará a tener 40 hectáreas y deberá ser rediseñado por Cantur, la empresa pública propietaria, para encajar los 18 hoyos. Cantur ya posee otro campo de golf de 18 hoyos en Nestares (Campoo).
El parón urbanístico

Las dificultades para sacar adelante la ampliación son sólo una muestra de las consecuencias que ha tenido para el Ayuntamiento de Miengo la decisión de la CROTU. A pesar de que se planteaba un crecimiento inmobiliario moderado –2.600 viviendas en ocho años, de las que 600 serían de protección oficial–, y el planteamiento era bastante conservador con el enorme valor paisajístico de su litoral, la propuesta urbanística de Miengo no ha corrido mejor suerte que muchas de las presentadas por otros ayuntamientos.
Las consecuencias prácticas de no poder revisar las normas subsidiarias no afectan sólo a la vivienda. Proyectos municipales como la creación del Centro Cultural Robayera o un centro cívico y deportivo en Mogro, similar a los que existen en Miengo y Cuchía, también se han visto afectados por la decisión de la Comisión Regional de Urbanismo, ya que los terrenos iban a ser obtenidos a través de cesiones de las promotoras.
El Centro Cultural Robayera será una escuela de arte destinada a prolongar la estela que genera la galería municipal del mismo nombre, conocida en los ambientes artísticos de todo el país y que ahora cumple veinte años. Estaba previsto instalarlo en el Palacio de El Somo, rehabilitándolo y construyendo un edificio anexo. Sin embargo, el POL impidió levantar una nueva construcción en esa zona y los responsables municipales barajan la posibilidad de levantarla sobre una gran parcela que se encuentra a espaldas del Ayuntamiento.
Más grave es, para el alcalde, Avelino Cuartas, la imposibilidad de llevar a cabo el plan para construir 600 viviendas de protección oficial. Un proyecto que enlaza con la decisión adoptada hace ya seis años por el Ayuntamiento de que en todos los suelos urbanizables hubiera un 30% de viviendas protegidas. No obstante, hay un programa en marcha que permitirá construir 160 viviendas de protección oficial, que al menos cubrirán el 60% de la demanda del municipio.
Además, el rechazo a las normas va a suponer para Miengo la pérdida de los 18 millones de euros que el urbanismo iba a generar para las arcas del municipio, y que servirían para financiar proyectos como los descritos.
En tanto se sustancia el contencioso que el Ayuntamiento ha interpuesto contra la decisión de la CROTU, Miengo ha iniciado la redacción del nuevo Plan General de Urbanismo que sustituirá al de 1987. Las líneas generales estarán terminadas para finales de esta primavera y se verá afectado, como ocurre en todos los municipios costeros, por las restricciones impuestas por el POL. De esta forma, el crecimiento habrá de desplazarse, inevitablemente, hacia el corredor que forma la autovía Santander-Torrelavega. Esto ha provocado ya algunos movimientos especulativos, ante las expectativas de clasificación de suelo urbano en esa zona.
Los recortes que el POL impone a la autonomía municipal y su inhibición, en cambio, ante la amenaza latente para el litoral que suponen algunos planes parciales aprobados hace años, son criticados por Avelino Cuartas, que ha logrado evitar la ejecución de un plan parcial aprobado para la playa de Usgo en 1988, que hubiera supuesto la construcción de más de trescientas viviendas al borde del acantilado. “El POL –señala Cuartas–, no resuelve los problemas que se plantean en la costa ya que protege algunas zonas en las que había expectativas de desarrollo, pero no incide en lugares que están directamente amenazados por planes parciales aprobados hace veinte años, como ocurre en este municipio con el entorno de Usgo o con la zona de Cuchía” .
En opinión del alcalde de Miengo, si la sociedad quiere proteger el litoral, debería estar dispuesta también a destinar recursos públicos a anular esos planes parciales que aún no se han ejecutado, indemnizando a los afectados.

Apuesta por el medio ambiente

Cuartas persigue la creación de una Escuela de Sostenibilidad Ambiental, cuyo primer objetivo sería el estudio y la preservación del entorno más sensible y representativo del municipio, el estuario del Río Pas. Para llevar adelante este proyecto, que costará dos millones de euros, se ha llegado a un acuerdo con la Fundación Leonardo Torres Quevedo, que aportará los biólogos y geólogos que harán un seguimiento de la evolución medioambiental de la zona. El centro se ubicará en los reconstruidos Cuarteles del Ancha y está previsto que una docena de personas con problemas de adaptación laboral colaboren en las tareas de mantenimiento del medio ambiente en el municipio.
Pero, sin duda, el gran reto es la recuperación del degradado paisaje de las canteras de Cuchía, algo que por su magnitud excede a las posibilidades del propio Ayuntamiento. Cuartas defiende el planteamiento de un gran proyecto comarcal en el que colaboren los municipios colindantes y el propio Gobierno regional, ya que la superficie a recuperar en esa zona supera el millón de metros cuadrados.
La titularidad pública del suelo –propiedad del Ayuntamiento de Miengo y la junta vecinal de Cuchía, salvo un 10% que pertenece a Solvay– facilita la puesta en marcha de un proyecto ambicioso, para el que no han faltado propuestas en estos últimos años. Entre los posibles contenidos que se han barajado para la antigua explotación caliza de Cuchía se encuentra un parque temático bajo el formato de una Ciudad del Cine, una eco-ciudad con parque tecnológico o un puerto deportivo, como alternativa al que se pretende construir en Suances y que tantas dificultades ofrece. Alguna de estas propuestas se podrían llegar a combinar y no se descarta, incluso, que en la zona pueda asentarse la EDAR que sustituya a la de Vuelta Ostrera cuando ésta sea derribada.
Miengo, que fue pionero en la creación de un Centro de Día para la tercera edad, ha realizado varios viajes de vacaciones gratuitos para jubilados y, si repite en el cargo, el alcalde tiene previsto impulsar las instalaciones asistenciales con la creación de un centro geriátrico con capacidad para unas 150 plazas.

Una sentencia liberadora

Cuartas lleva doce años al frente del Ayuntamiento de Miengo y había anunciado que esta vez no se presentaría a la reelección, tras el desaliento que le produjo el rechazo de las normas urbanísticas en las que su equipo llevaba trabajando seis años. El éxito logrado al reconstruir los acuerdos para la ampliación del campo de golf, uno de sus viejos caballos de batalla, y la petición de su partido, el PP, para que siga una legislatura más, le han llevado a reconsiderar su retirada. Pero el impulso final que le ha animado a presentarse de nuevo ha sido la reciente decisión judicial que le exonera de responsabilidad penal en el otorgamiento de licencia para la construcción de un polémico edificio de viviendas en Cuchía, sobre el que pesa una sentencia de derribo.
El auto de la Audiencia Provincial confirma el archivo de la causa decidido en su día por un Juzgado de Instrucción por entender que en las actuaciones de Avelino Cuartas, del secretario del Ayuntamiento y de la arquitecta municipal no existía el delito urbanístico que les imputaban en su querella los concejales socialistas. Imputaciones que la Audiencia califica ahora de temerarias y cuyo rechazo ha derribado el último obstáculo para que Cuartas intente revalidar su mandato.

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