Virfran concluye su nueva sede en Marina de Cudeyo

La mayor longevidad de la población, la generalización de unas prácticas quirúrgicas que antes estaban restringidas a muy pocos especialistas y la innovación en diseños y materiales han convertido la implantación de prótesis en una de las áreas emergentes de la medicina. Un camino que se empezó a recorrer en España con mayor intensidad a comienzos de los años noventa y que propició la creación de empresas distribuidoras de estos productos de elevada tecnología.
Veinticinco años después de su creación, Traor, una firma cántabra especializada en la distribución de prótesis de cadera, rodilla, codo y en el utillaje que se precisa para su implantación, se dispone a emprender una nueva etapa, con una sede mucho más amplia y bajo un nuevo nombre, Virfran Medical.

Un polígono por llenar

El lugar elegido por quien es el propietario de Virfran desde 2012, Alberto López, es el polígono de Marina-Medio Cudeyo, del que va a ser su tercer ocupante. La estratégica ubicación de este recinto, en los ejes de comunicación con la red hospitalaria de Cantabria, y su necesidad de un espacio singular dentro de un entorno industrial, le ha animado a levantar un edificio en el que va a tener un especial protagonismo el área de formación, porque Virfran no es solo un proveedor de productos ortopédicos. Su actividad lleva aparejada la necesidad de impartir formación a los médicos y profesionales sanitarios que van a implantar esas prótesis.

Dos aulas de formación

Uno de los aspectos que más cuidan la multinacionales que fabrican las prótesis es ofrecer a los cirujanos la formación específica para familiarizarse con los productos que van a implantar. De hecho, Zimmer, la copañía norteamericana para la que trabaja en exclusiva esta empresa cántabra, cuenta con cinco centros en Europa y acuerdos con universidades e institutos anatómicos en Viena, Heidelberg o París, donde los cirujanos pueden realizar prácticas para la implantación de sus prótesis. Una iniciativa que Virfran quisiera poder repetir en Cantabria en colaboración con la Facultad de Medicina. El Hospital Virtual creado en Valdecilla para utilizar la simulación clínica como método de entrenamiento de los profesionales sanitarios, es una de las vías que está explorando para la impartición de estos cursos.
En cualquier caso, la empresa ha dedicado 140 metros cuadrados, de los 650 con que cuenta el nuevo edificio, a dos salas de formación, una para la parte teórica, con la infraestructura multimedia que se precisa, y otra para la vertiente práctica. En esta última, Virfran empleará elementos óseos para reproducir el proceso de implantación de las prótesis, de manera que el cirujano conozca las características de sus productos y el instrumental específico que los acompaña. “Nosotros no solo vendemos producto sino también conocimiento” –señala Alberto López–. “Y hemos querido que el edificio refleje esa canalización del conocimiento para intentar que los profesionales de Cantabria estén al máximo nivel”.
Aunque la morfología del cuerpo humano y la mecánica de una rodilla, una cadera o un tobillo puedan ser los mismos, siempre caben matices que se reflejan en el diferente diseño que cada fabricante hace de sus prótesis. También cambian los materiales con el que están construidas, unas aleaciones que en el caso de Zimmer están compuesta de titanio y vanadio para las no cementadas (las que no van unidas al hueso por un cemento biológico), y por un compuesto llamado zimaloy (CoCrMo) para las cementadas. El uso de una u otra dependerá de la edad del paciente, de su estado óseo o de su actividad, una cuestión que debe valorar el cirujano, pero todos los fabricantes se distinguen por contar con su propia aleación para sus implantes ortopédicos.
Tal y como ocurre en otros sectores, el de los fabricantes de implantes ortopédicos está sujeto a un proceso de concentración del que finalmente emergerán tres o cuatro grandes compañías multinacionales. Un proceso sensible para el futuro usuario porque la capacidad de investigación en este campo –en el que cabe prever avances biomecánicos insospechados– está centrada en estas grandes empresas.

Mantener al día los stocks de los hospitales

En Cantabria se realizan anualmente entre 600 y 700 implantes de prótesis ortopédicas de todo tipo. La mayor longevidad hace que la patología artroscópica sea cada vez más común. Influye también el tipo de trabajo que se ha desarrollado y hay tareas como las ligadas a la agricultura o a la ganadería –con más presencia en nuestra comunidad que en otras– que aumentan ese tipo de patologías.
Virfran suministra prótesis –cuyo precio medio puede variar entre los 2.000 y los 2.200 euros– a la red hospitalaria de Cantabria, tanto la pública (Valdecilla, Laredo y Sierrallana) como a la privada (Mompía), y a la provincia de Palencia, con una cuota de mercado que ronda el 50%.
Una de las claves del servicio que presta es la rapidez en la respuesta cuando desde un hospital se le pide que reponga el stock mínimo con que suele contar cada centro. Para ello, la empresa dispondrá en la nueva sede de un almacén que cumple con las especificaciones que se exigen para albergar este tipo de productos, que precisan de una total asepsia. El resto del edificio se destinará a las zonas administrativas y comerciales, en las que trabajan las nueve personas que integran su plantilla.
Además de este cambio de sede, que le servirá de plataforma para impulsar su actividad en el campo de la formación, Virfran quiere ampliar su gama de productos con otras especialidades sanitarias, todavía por definir.
En esta nueva etapa, se plantea participar en proyectos de investigación que llevan a cabo cirujanos cántabros en el campo de los traumatología y los implantes ortopédicos.

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