La ciencia al día

Plásticos biodegradables

Un instituto de investigación italiano ha conseguido crear un innovador plástico biodegradable –es decir, que puede llegar a desaparecer– muy adecuado, por tanto, para su uso en la agricultura.
El nuevo polímero ha sido denominado muy prosaicamente Polyvinylalcohol (o PVOH) y una vez plastificado puede mezclarse para formar unas películas transparentes muy resistentes y con cierta polivalencia, ya que valen tanto para cubrir campos enteros como para hacer túneles de invernadero individuales.
El nuevo material es resistente al agua, como cabía esperar teniendo en cuenta el uso principal para el que está diseñado; es duradero y, una vez enterrado, puede ser fácilmente asimilado por los microorganismos que hay en la tierra.
Por si todo esto fuera poco, se ha comprobado su buena trasparencia y sus condiciones de opacidad para los rayos infrarrojos.

Los efectos de las radiaciones

Las mayores matanzas simultáneas de la historia, Hiroshima y Nagasaki, van a servir para averiguar algo más sobre los efectos de las radiaciones, ya que los neutrones emitidos por las dos bombas atómicas se estima que han sido responsables de la quinta parte de las muertes que se han producido desde entonces en ambas ciudades.
Unos científicos americanos han podido comprobar ahora cuántos neutrones se emitieron analizando los metales de los pararrayos y los canalones de los edificios. Una vez que se dispone de mediciones relativamente exactas de las dosis que recibieron los supervivientes y de los niveles de exposición a los que se puede llegar, la conclusión ha sido que los riesgos son aún mayores de lo que se pensaba.

Con cobalto, más información

La capacidad del cerebro humano para almacenar datos útiles o inútiles es limitada, pero el mundo de los ordenadores está supliendo esa ley física por medio de la investigación con nuevos materiales. Así un grupo investigador europeo ha descubierto que usando el cobalto se puede aumentar sensiblemente la densidad de almacenamiento de información en los discos duros.
Los átomos de cobalto colocados sobre una superficie de platino pueden incrementar en unas 200 veces su energía anisotrópica magnética o MAE. Esa es una de las propiedades más importantes del material magnético y que se traducen en una ecuación física que suena un poco rara y que dice que cuanta más energía, más estabilidad.
Para hacernos algo más de idea, basta señalar que si ahora se necesitan unos 100.000 átomos para crear un magneto estable, con el cobalto solo harán falta unos cientos de ellos.

Coches del espacio

Una empresa italiana ha decidido incorporar tecnología espacial en sus coches para conseguir notables avances en el peso y la seguridad de los vehículos.
Los nuevos materiales están formados a partir de un compuesto de carbono y reducirán en 29 kilos el peso del vehículo. Además, los coches irán dotados de unos escudos laterales similares a los protectores que los diseñadores del cohete europeo Arianne colocaron entre el motor y el tanque flexible de combustible para protegerlo, aunque en este caso servirán para salvaguardar a quienes se encuentren dentro del habitáculo como pasajeros. Ese mismo material se ha usado para aislar el cargador del turbo.

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