Masivo respaldo del empresariado en el aniversario de CANTABRIA ECONÓMICA

25 años en la vida de cualquier pueblo no son muchos, pero desde que nació Cantabria Económica, a finales de 1991, la región ha cambiado mucho más que en siglos. En el espacio de tiempo que, según la demografía, corresponde a una sola generación se ha conseguido que las comunicaciones hayan dado un salto espectacular y se ha multiplicado el capital público, en forma de equipamientos productivos y de ocio. Un avance tan sustancial que nunca debería conducir a una sensación de fracaso, sino de éxito. Esta es la idea que trató de transmitir el director de Cantabria Económica, Alberto Ibáñez, al casi medio centenar de cargos políticos y empresarios que se reunieron en el Palacio de Festivales de Santander el 14 de diciembre en un acto que conmemoraba los 25 años de la revista.
Ibáñez defendió el legado de su generación, que ha añadido al acerbo común “lo que hubiera correspondido a dos (prácticamente todas las autovías que tiene Cantabria, el nuevo Valdecilla, los hospitales de Reinosa y Torrelavega, los puertos de Raos y Laredo, los vuelos internacionales, los saneamientos, los institutos de investigación, el Parque Tecnológico, el bitrasvase, la Autovía del Agua, la mayor parte de los polígonos industriales…)”. No obstante, criticó que una parte de esa enorme aportación se haya realizado recurriendo a un fuerte endeudamiento, lo que ha comprometido la capacidad de decidir de la siguiente generación, un problema que en su opinión, va más allá de lo meramente económico y supone un déficit democrático que la sociedad española tendrá que resolver en el futuro.
El director de Cantabria Económica explicó a los presentes las circunstancias que hicieron posible el nacimiento de la revista en un momento en que los ordenadores Apple introducían una auténtica revolución en las artes gráficas, al permitir la autoedición con unos costes muy inferiores a los por entonces habituales.
La nueva tecnología por sí sola no podía justificar la continuidad de la revista en una región tan pequeña de no haber tenido Cantabria una tradición lectora de prensa muy superior a la media nacional y un sistema de distribución capilar que, desde mediados del pasado siglo, ha sido capaz de llevar los periódicos y revistas a prácticamente todas las poblaciones, por pequeñas que sean, mientras en muchas provincias españolas sólo tenían acceso a la prensa escrita los habitantes de las ciudades.

Numerosas autoridades y empresarios

El acto era seguido con atención por un amplio auditorio en el que se encontraban el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, –que, enfermo de gripe acudió al acto con una fiebre muy notoria–; la alcaldesa de Santander, Gema Igual, que no pudo llegar a la primera parte porque unas pocas horas antes estaba participando en una reunión de la FEMP en Madrid y fue sustituida en las intervenciones por el teniente de alcalde, César Díaz; la vicepresidenta, Rosa Eva Díaz Tezanos, los consejeros de Industria (Francisco Martín), Obras Públicas (José María Mazón), Sanidad (Luisa Real) y Economía (Juan José Sota); el rector de la Universidad de Cantabria, Ángel Pazos; el presidente de la Autoridad Portuaria (Jaime González), el presidente de la Cámara de Cantabria (Modesto Piñeiro) y su secretario general (Antonio Mazarrasa), el presidente de la CEOE local (Lorenzo Vidal de la Peña) y muchos altos cargos de la Administración regional.
Los empresarios eran también muy numerosos, y entre ellos se encontraban Mar Gómez Casuso (Hergóm), Juan de Miguel (Grupo SIECSA), Jorge de Benito (presidente nacional de los propietarios de estaciones de servicio) Ricardo Garrudo (General Wolder), José Domingo San Emeterio (Copsesa), Roberto González, (Grupo Tirso), Fermín Gutiérrez (Cesine), Jesús García Lostal (Lostal), Julio Cabrero (Julio Cabrero y Cía), Miguel Ángel Díaz (Funcantabria), Gabriel González (Excavaciones Gaby), Luis Miguel Tirador (Rumitsa); Jesús de Paz (Triax); Isabel García (Orulisa), José Luis Arruti (Arruti) o Carmen y Rafael González (Alufasa).
Entre los ejecutivos de las principales empresas de la región acudieron el director territorial del Banco Santander, Carlos Hazas; el consejero delegado de Sodercan, Salvador Blanco; el director de la planta de Robert Bosch Treto, José Luis Gutiérrez; Antonio Velasco, nuevo director de la fábrica santanderina de BSH, que había tomado posesión solo un mes antes; el director de Maflow (Marcos Díaz); el rector de la Universidad del Atlántico (Rubén Calderón); la directora de Mare, Rosa Inés García o el responsable de la multinacional alemana Makro, Didier Fleury.
En un espacio en el que no resultaba fácil moverse, por la gran concurrencia, departían los directores de Brittany Ferrys (Manuel Pascual), SER Cantabria (Joaquín Fernández Carvajal), de los hipermercados Eroski en Valle Real y Castro Urdiales (Raúl Vila y Julia Erazo); el director de Comunicación del Grupo Eroski (Óscar González); la directora del Centro Comercial Valle Real (Marién Garmendia); el director de la Zona Franca de Santander (Fernando Cámara); el titular del despacho BDR (Rodolfo Rodríguez Campos); el director autonómico de Asepeyo (Óscar Díaz), el del Hospital Padre Menni (Carlos Pajares), o el de Transportes Vela (Luis Pérez del Castillo) y la presidenta de Amica (Mercedes del Hoyo). Allí pudieron encontrarse con el expresidente de Caja Cantabria, Enrique Ambrosio Orizaola, miembro del Consejo Editorial de Cantabria Económica, como algunos otros de los presentes: Victoriano Calcedo, Luis Collado o Roger Olavarri.

Un presidente y tres ex presidentes de Cantabria

Había muchos más profesionales, como la ex interventora general del Gobierno cántabro Gema Uriarte, que acaba de conseguir el contrato para la captación de recursos destinados a financiar el Año Jubilar Lebaniego, Víctor J. Carpintero o los responsables del despacho Gestisa, María Jesús Prado y José Moreiras, pero sería imposible citarlos a todos.
Quizá lo más significativo es que la convocatoria de la revista reunía a cuatro presidente o expresidentes de Cantabria (José Antonio Rodríguez, Jaime Blanco, José Joaquín Martínez Sieso y el actual, Miguel Ángel Revilla), una circunstancia que se da en pocas ocasiones y demuestra, en opinión del director de Cantabria Económica, que los políticos encajan con más fair play del que suele suponerse un periodismo crítico como el que en estos veinticinco años ha ejercido Cantabria Económica. Una crítica que Alberto Ibáñez aseguró que siempre ha sido “leal” y hecha con la intención de colaborar a mejorar la gestión pública.

Una hiperactividad que no se repetirá

En estos 25 años los cántabros hemos vivido tiempos de extraordinaria pujanza y también hemos padecido la desolación de la crisis, como recordó el director de Cantabria Económica. “El mundo siempre avanza así, con líneas quebradas, pero nosotros hemos sufrido un fenómeno perverso del que ni siquiera somos conscientes: Buena parte de esa hiperactividad, que en solo diez años nos llevó a pasar de estar por debajo del 75% de la renta comunitaria a superar la media (un nivel que luego hemos perdido), fue producto de las ingentes cantidades de dinero que en esos años nos llegaron de Bruselas a través del Objetivo 1 y de su fase de desenganche”.
Cada ejercicio Cantabria recibía unos 135 millones de euros netos, “que es como si nos tocasen todas las series del gordo de la lotería cada año”, comparó gráficamente el director de la revista, “pero no tuvimos suficientemente en cuenta que esos recursos no eran endógenos. No se producían en la región y no eran consolidables en el tiempo. Algún día se acabarían, y se acabaron”, constató.
Para nuestra desgracia, ese momento coincidió con el comienzo de la crisis. “Para entonces –explicaba el director de Cantabria Económica–  habíamos montado una maquinaria productiva descomunal en el campo de las obras públicas, que de la noche a la mañana dejaba de tener encaje posible”.
Esa contribución comunitaria ha sido, probablemente, el factor diferencial de nuestra burbuja, “que cada año nos está quitando un punto o un punto y medio de PIB con respecto a la evolución de otras comunidades”.
El balance, sin embargo, no puede ser malo, según el director de la revista “porque hay que reconocer que, con matices, ese dinero se gastó con eficiencia: las infraestructuras de la región dieron un salto innegable y no sólo en el caso de las obras públicas, también en las sanitarias, en las educativas y en la atención social”. Y añadió: “Quizás no hayamos sido la generación más previsora, porque no habíamos previsto cómo digerir la resaca posterior, pero sí hemos sido la más productiva y la que más plasticidad ha demostrado”.

“Dos trabajos descomunales para una sola generación”

Esa generación que creó una España moderna ahora se enfrenta a la necesidad de reconvertir su propia obra para adaptarla a un mundo globalizado en el que nada es como era. “Dos trabajos tan descomunales son demasiados para una sola generación”, lamentó Ibáñez.
Para evitar que la dimensión ese nuevo reto dejase en el auditorio una sensación pesimista, el director de Cantabria Económica recordó que “tenemos el talento y tenemos un medio natural extraodinario. No les quepa duda de que sabremos aprovecharlo”. Y recomendó mentes abiertas “para adaptarse a los acontecimientos” que ahora nos desconciertan, aunque ese nuevo cambio parece una tarea más propia de la siguiente generación: “Ellos, ciudadanos del mundo, serán quienes nos reorienten a nosotros”, sostuvo Ibáñez, “y desde Cantabria Económica trataremos de seguir contándolo”, concluyó.
César Díaz, en funciones de alcalde de Santander hasta la llegada de la alcaldesa, que se produjo momentos después, expuso la necesidad de los medios de comunicación e hizo un reconocimiento de la trayectoria de la revista, para la que tuvo palabras de elogio. Pero fue la vicepresidenta regional, Eva Díaz Tezanos, la que entró en un terreno más emotivo, con referencias muy elogiosas hacia el fundador y director de la revista (“uno de los mejores periodistas y economistas de Cantabria”, dijo) y al esfuerzo que ha supuesto la consolidación de la empresa en unos tiempos que pocas veces han sido fáciles.
Recordó que Ediciones del Norte es hoy un grupo con varias publicaciones (Cantabria Económica, los periódicos gratuitos Valdecilla Noticias y Crónica de Cantabria) y titular de la emisora de radio Azul FM.
La vicepresidenta enfatizó en el compromiso de la revista con un periodismo «veraz e independiente» y su «solvencia profesional» a lo largo de 25 años de «crítica y criterio».
Tanto Miguel Ángel Revilla como Díaz Tezanos felicitaron a la revista por la efeméride y destacaron su trayectoria de servicio a la economía de Cantabria, a sus empresarios y al conjunto de la sociedad regional.

Suscríbete a Cantabria Económica
Ver más

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Botón volver arriba
Escucha ahora