El año de Bancantabria
Bancantabria se ha convertido en el mascarón de proa de la Caja cántabra en su expansión nacional. A los diez años de su renacimiento en el regazo de la entidad de ahorro, la antigua sociedad de leasing no sólo vuela con autonomía en mercados ajenos a los de su matriz, sino que ha conseguido clientes nacionales de primer nivel, como las constructoras OHL o Dragados. La entidad cántabra ha participado en la financiación de la sala de elaborados cárnicos más avanzada de Europa para Mercadona, las 22 grúas del puerto de Sevilla, un barco y un avión de carga, varios hoteles, centros comerciales, etc.
Desde que en 1996 se transformó en un establecimiento financiero de crédito, una figura que le permite prácticamente la misma operativa que un banco, excepto la captación de depósitos de clientes, Bancantabria ha ampliado sustancialmente su actividad que hasta entonces se centraba en el leasing (arrendamiento financiero).
Los nuevos negocios han demostrado unas posibilidades de crecimiento muy superiores a los productos de la banca convencional. En factoring (gestión de facturas), el pasado año creció un 63%, hasta alcanzar un volumen de negocio de 266 millones de euros. En renting, su cartera creció un 65% con respecto al año anterior. En leasing, un producto más maduro, la evolución fue moderada porque se produce una desviación de clientes hacia el renting. En todos los casos, los porcentajes de Bancantabria fueron superiores al crecimiento nacional de estos mercados, lo que puede atribuirse al hecho de partir de unos volúmenes discretos, pero también a la entrada en unos circuitos financieros que le propician cada vez más operaciones.
Un ámbito que hasta ahora no abordaba, el de los préstamos, también se ha convertido en una nueva oportunidad de negocio. Bancantabria comenzó a realizar operaciones singulares de financiación de empresas el año pasado, en muchos casos como partícipe en créditos sindicados, una actividad de la que espera obtener, además de la rentabilidad directa, otras sinergias comerciales.
Bajos costes
Gracias a estos ratios de crecimiento y, sobre todo, a las alianzas que ha tejido en estos últimos años, la entidad cántabra se ha convertido en un partenaire bastante frecuente en operaciones nacionales de leasing y renting. Con ello, ha entrado en una senda de crecimiento muy rápido sin que crezcan sus costes. El ratio de eficiencia (parte de los márgenes que consumen los gastos de la entidad) del pasado año ha sido del 33%, prácticamente el mismo del ejercicio anterior, a pesar de las inversiones realizadas para la apertura de las oficinas de Madrid y Barcelona. Los costes de sus competidores están al menos diez puntos por encima, algo que en buena parte es achacable a la parca estructura de la entidad cántabra. Frente a la media del sector, que mueve 1.100 millones de pesetas de negocio por trabajador, los 26 empleados de la filial de la Caja tienen casi 2.400 y un coste salarial unitario un 10% inferior.
Mercado nacional
Todo ello, unido a una morosidad muy baja (pasó del 0,72% al 0,48% en el último año y en renting de bienes de equipo sólo es del 0,01%) ha producido una mejora de los ratios que difícilmente se podrá volver a repetir en otro ejercicio. El margen financiero creció un 52%, hasta alcanzar los 863 millones de pesetas, el margen de explotación fue de 553 millones y los beneficios antes de impuestos de 258 millones, un 157% más que el año anterior, a pesar de hacer dedicado 300 millones a aumentar las dotaciones, que ya cubren los riesgos dudosos en un 236%.
El negocio de Bancantabria cada vez depende menos de la región de origen, quizá porque el mercado local no sólo es estrecho, sino que resulta especialmente competido y eso hace que las operaciones ofrezcan cada vez menos rentabilidad. Al concluir el año 2002, sólo el 36% del riesgo vivo de la entidad estaba originado en Cantabria y en algunos productos, como el renting, el 92% de la actividad se realizaba fuera de la región. Unos porcentajes que crecen año a año y que son un buen indicativo de hasta qué punto la entidad ha saltado ya las fronteras autonómicas.
A 30 de septiembre pasado, Bancantabria ocupaba el puesto decimoquinto del ranking nacional de factoring y era la undécima entidad en inversión nueva en leasing, entre un censo de 84 operadores, si bien la distancia que le separa de los dos grandes del sector (SCH y BBVA) sigue siendo abismal
Compra de cartera a Lease Plan
Bancantabria Inversiones ha creado dos filiales, Bancantabria Renting, en la que ha encajado las operaciones de renting, y Bancantabria Sistemas, a la que desvía la operativa más mecánica y de soporte informático, lo que le puede permitir, a medio plazo, dar servicio a otras entidades que aún no se han introducido en el mundo del leasing, el renting o el factoring o lo hacen con mucha timidez, algo que resulta bastante habitual entre las cajas de ahorros medianas y pequeñas.
Bancantabria nunca ha descartado la posibilidad de alcanzar alianzas que le permitan un salto aún más cualitativo en el volumen de negocio al poder participar en operaciones que ahora le están vedadas por sus limitados recursos propios, e incluso actuar como mero prestador de servicios para otras entidades, a las que puede ofrecer unos costes muy competitivos.
La entidad cántabra ha tendido una red muy amplia de relaciones en el sector y se ha afianzado en algunos terrenos de una forma muy sólida, como en leasing inmobiliario, donde se encuentra en el puñado de los escogidos, o en la financiación de bienes de equipo, tras adquirir la cartera de renting de Lease Plan, la filial del banco holandés ABN Amro. En cambio, no ha mostrado demasiado interés por la financiación de bienes de consumo y automóvil, un ámbito de negocio que por el pequeño tamaño de las operaciones y las notables incidencias de cada una de ellas parece más apropiado para entidades especializadas.