Hacia las 10.000 viviendas de protección oficial

La progresiva implicación de los ayuntamientos en las cesiones de suelo es una de las claves que han hecho posible cumplir los objetivos de VPO después de muchas expectativas frustradas. No obstante, esa dependencia de la cesión municipal da lugar a que no siempre se construyen las viviendas protegidas en proporción a las necesidades, como ocurre en Santander, donde el Ayuntamiento no ha mostrado una especial colaboración. En 2004 Santoña, Reocín, Piélagos y Penagos pusieron a disposición del Gobierno cántabro 22.838 m2 de suelo y el pasado año fueron cinco (Villacarriedo, Colindres, Soba, Liendo y Castañeda) los que cedieron 38.000 m2 para acometer promociones públicas de VPO.
El propio Ejecutivo cántabro ha hecho un importante esfuerzo inversor para poner en marcha el Plan de Vivienda. En 2004 la Consejería de Vivienda empleó 7,7 millones de euros en la adquisición de 370.000 m2 de suelo en Santa Cruz de Bezana, San Felices de Buelna, Reocín, Marina de Cudeyo, Castro Urdiales, Penagos y Villaescusa.
Sobre este esfuerzo compartido por administración regional y ayuntamientos, se levantan las más de 3.000 actuaciones que se llevan a cabo en la región, de las que algo menos de la mitad están protagonizadas directamente por Gesvican (la empresa pública de vivienda). Del resto se encargan los promotores privados, a los que por fin se ha podido implicar gracias a los incrementos del precio de los módulos de venta autorizados por el Ministerio de Vivienda, para rentabilizar su presencia en este mercado. Gracias a unos y otros las promociones de VPO se han extendido a 33 municipios de Cantabria.
La mayoría de ellas están en proceso de ejecución, pero el Gobierno cántabro espera sumar otras seis mil actuaciones entre 2006 y 2007 hasta totalizar cerca de diez mil viviendas de VPO que, teniendo unas calidades semejantes a las que ofrece el mercado libre, son una tercera parte más baratas.
Otra novedad incentivada por el cambio en la normativa de VPO es la aparición de promociones destinadas al alquiler, un fenómeno interesante, aunque por el momento poco significativo, ya que afecta a unas 200 viviendas, repartidas por Santander, Astillero y Reinosa.

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