El 73% de los españoles rechaza la reforma europea que recorta sus derechos como pasajeros aéreos

El 73% de los españoles se opone a la propuesta de revisión del Reglamento CE 261 de la Unión Europea, que busca modificar los derechos de los pasajeros aéreos.

Este porcentaje sitúa a España como el país con mayor rechazo a la reforma entre los encuestados, superando a Alemania (69%), Dinamarca (67%) y Francia (66%), según una reciente encuesta de YouGov encargada por Flightright, portal especializado en derechos del pasajero.

La reforma prevista elevaría el umbral mínimo de indemnización por retrasos de 3 a 12 horas, lo que, de aplicarse, eliminaría más del 85% de las reclamaciones que actualmente reciben compensación.

Los defensores de esta medida justifican el cambio argumentando una posible reducción del precio de los billetes, estimada en apenas un euro por pasajero.

MEJORAS EN LA NORMATIVA.

Más allá del rechazo a los recortes, la encuesta de YouGov también revela un fuerte consenso entre los españoles sobre la necesidad de mejoras en la normativa actual. El 88% de los encuestados considera que las indemnizaciones deberían actualizarse conforme a la inflación, ya que los importes no han variado desde 2004.

Además, el 78% está a favor de ampliar el periodo mínimo de notificación para cancelaciones, pasando de 14 días a un mínimo de 8 semanas. Un 83% respalda la creación de un sistema más sencillo y automatizado para gestionar compensaciones por incidencias con el equipaje, similar al existente para los retrasos.

El estudio también pone de manifiesto una significativa falta de conocimiento sobre los derechos actuales: solo el 14% de los encuestados afirma conocerlos con precisión, mientras que un 40% confiesa no haber oído hablar nunca de ellos.

En este contexto, la Association of Passenger Rights Advocates (APRA) –de la que Flightright forma parte– ha puesto en marcha una petición europea para frenar esta reforma y proteger los derechos de los pasajeros aéreos. Su objetivo es garantizar que las decisiones que se tomen en Bruselas reflejen el interés y las demandas de quienes viajan.