CARLOS HAZAS, director territorial

PREGUNTA.- Acaban de unificarse las redes del Santander y del BCH y no parece sencillo unir dos culturas bancarias tan distintas ¿Habrá algún reparto de papeles?
CARLOS HAZAS.- Ahora es un solo banco. Se han integrado las dos culturas, mejor dicho, las varias culturas que había, puesto que el Central Hispano proviene de un proceso de fusión previa. La decisión es de que sea un sólo banco y, evidentemente, se está generando una nueva cultura de integración. No va a haber un reparto de funciones ni cosas parecidas. Está primando la profesionalidad, la capacitación, la valía profesional a la hora de la asignación de los puestos que el banco tenga que determinar en cada momento.

P.- ¿Cuándo estarán rotuladas todas las oficinas con el nuevo nombre?
C. H.- Antes de finalizar febrero estarán las más de 3.000 oficinas que tenemos. Aquí en Cantabria, la primera ha sido la de la Plaza de las Estaciones, que ha sido también la primera a nivel nacional en incorporar el nuevo logotipo del Santander Central Hispano.
P.- Una vez que todas las oficinas tengan el mismo cartel, serán más notorias las duplicidades. El banco ha tomado una decisión de hacer un recorte importante de la red a nivel nacional, ¿Qué repercusión tendrá en Cantabria donde se juntan 106 oficinas del Santander y 16 procedentes del BCH?
C. H.- Cantabria es una cuestión singular dentro de lo que es la fusión a nivel nacional, y digo singular porque la presencia aquí del Banco Santander era claramente mayoritaria, con respecto a cualquier marca del grupo, con lo cual, el problema de duplicidades queda minimizado. Existe alguna oficina que puede ocasionar duplicidad como ha sido el caso de Reinosa, donde nos encontrábamos con tres oficinas del Grupo y vamos a dejar dos, una del Santander y otra del antiguo Central. Afecta también en alguna plaza como en Cabezón y en alguna zona periférica. Lo que es en la zona urbana, muy poquitas oficinas se van a ver afectadas por cierres.

P.- ¿Cuál será el efecto concreto del ajuste sobre las plantillas y oficinas del Banco en Cantabria?
C. H.- No lo puedo responder todavía porque se está haciendo una labor básicamente de prejubilación, por aceptación de los propios compañeros que, al acceder a los cincuenta y dos años de edad, pueden acogerse a ella. Puede haber unas ochenta personas a nivel de la Territorial [Cantabria y Asturias] que estén analizando aceptar o no la oferta de prejubilación que el Banco les hace. Y, en cuanto al número de oficinas, yo creo que no irán más allá de 15, de una y otra marca, las que en Cantabria se verán afectadas por cierre o traspaso; en realidad, traspaso del negocio más que cierre de la oficina.

P.- Desde fuera del sector bancario, cualquiera puede pensar que con los beneficios que tiene el Banco Santander, más de 400.000 millones de pesetas al año, no hay que ponerse tan nervioso por los costes. Sobre todo, porque la Banca española trabaja con unos de los mejores ratios del mundo. ¿Por qué hay, entonces, tanta tensión para ajustar los gastos del Banco?
C. H.- La política del Banco es y ha sido siempre ser líderes en rentabilidad. En el negocio, históricamente, lo ha sido. En estos momentos coyunturales, en que parece que viene una desaceleración económica, en que los márgenes tradicionales de la banca nacional se han venido reduciendo por la bajada de los tipos de interés y los márgenes operativos disminuyen, la palanca que puede accionar la banca en general, y nosotros en particular, es la de los costes. Evidentemente, una fusión se hace para optimizar, para sacar un beneficio añadido y ese beneficio añadido en muchos casos viene, no sólo por la fortaleza y la ampliación del perímetro, sino también por la reducción de costes redundantes en servicios centrales, redes comerciales, etc… Yo creo que estamos haciendo los deberes en tiempo y forma.
P.- El Banco se fue desprendiendo de los negocios industriales entre mediados de los años 80 y mediados de los 90. Luego hemos visto que otras entidades financieras, entre ellas, el BCH, han obtenido unas plusvalías muy importantes de sus inversiones industriales. ¿Volverá el Santander a tomar otra vez posiciones en el terreno industrial? ¿Volveremos a ver el Banco como empresario industrial en Cantabria, donde ya estuvo al frente de compañías como Viesgo, Nueva Montaña Quijano o FYESA?
C. H.- Es una pregunta complicada de responder. Habría que responder diciendo que en cada momento el Banco buscará las oportunidades de negocio que crea importantes, pero en este momento tenemos un grupo industrial muy importante procedente de la fusión de las dos marcas, evidentemente, con mayor presencia del antiguo Central Hispano. Ya hemos oído, tanto a nuestro presidente como al consejero delegado, en los distintos foros donde están interviniendo en defensa de mantener un grupo industrial. Si existen oportunidades para estar presentes en Cantabria, el Banco lo estará, seguro.

P.- El Santander ha tratado de demostrar una sensibilidad especial con la región ofreciendo en algunas operaciones unas condiciones mejores que en otros lugares donde está presente. ¿La fusión permitirá mantener un trato deferente?
C. H.- Existe un trato preferente desde el punto de vista, por ejemplo, de presencia. En ninguna otra comunidad autónoma existe una penetración tan grande del Banco como la tenemos aquí en Cantabria, con una capilaridad tremenda. El Banco parte de aquí, su sede social está aquí, y el hecho de mantener la sede, yo creo que es un segundo parámetro a valorar. Otro tercer atributo es el nombre, la marca comercial. La decisión de mantener la palabra Santander dentro de la marca es otro valor importante para la región. Que uno de los primeros grupos financieros internacionales y mundiales mantenga el nombre Santander en su marca comercial es, evidentemente importantísimo para la región, o al menos, así lo consideramos nosotros. En cuanto a la clientela, nuestra intención es continuar con la política que durante años ha venido desarrollando aquí el Banco y estar presente en todos los ámbitos económicos con un trato absolutamente preferente, como ha venido haciendo el Banco desde hace muchos años en Cantabria. Firmamos convenios prácticamente con todos los sectores de actividad, industrial, servicios, sector primario, hostelería…

La economía de Cantabria

P.- El Boletín de Coyuntura que hace el Banco para el Gobierno Regional, normalmente es muy optimista sobre la situación de Cantabria, pero los últimos acontecimientos no sé si permiten mantener una visión tan positiva. ¿Cómo lo ve usted?
C. H.- Ayer mismo tuvimos una reunión en Madrid, en la que hicimos uno de los análisis periódicos de la situación económica y la previsión, evidentemente, es que habrá una ligera desaceleración, pero dentro de la previsión nacional de enfriamiento, que a su vez es conjunta con la de la UE. España está en mejor posición que el resto de países europeos, y dentro de lo que es España, según nuestro Departamento de Estudios, Cantabria se verá afectada por la desaceleración en bastante menor medida que otras comunidades.

P.- Cuando alguien vuelve a la región después de mucho tiempo, como le ocurre a usted, y ve que es una comunidad autónoma pequeña, con un crecimiento que a duras penas consigue mantener el ritmo nacional y que no puede aspirar a recuperar aquellos puestos de privilegio que tenía en los rankings nacionales de los años 60, ¿qué sensación tiene? ¿La de que no aprovechamos bien los recursos endógenos, la de que nos equivocamos al apostar por algunos sectores o la de que realmente esto no da más de sí?
C. H.- Hombre, la pregunta es difícil. Yo creo que Cantabria tiene unas posibilidades de crecimiento claras en algunos sectores de actividad y, lo que en términos bancarios llamamos recorrido, muy claro en el sector servicios. Así lo notamos en el Banco y una persona que viene de fuera percibe, sobre todo, los cambios que se han producido en Cantabria en el sector servicios. El sector industrial es más conflictivo, porque está en recesión a nivel general, pero en Cantabria también tiene sus oportunidades. Yo creo que se están sentando bases para tener otras áreas de actividad que pueden potenciar nuestra presencia, como la Universidad.

P.- ¿Podemos aspirar, entonces, a mantener un crecimiento al menos como la media nacional?
C. H.- Soy optimista y basándome en los análisis que ayer nos daban y en lo que nosotros estamos viendo, creo que tendremos que ir algo por encima de la media.

“Hay más dinero que nunca para los emprendedores”

P.- Alguna vez ha dicho su predecesor, Eutiquio Fomperosa que quizás estamos viviendo en un momento histórico en el que hay más dinero que ideas. ¿Es que los cántabros generamos pocas ideas o es que los Bancos se han hecho demasiado generosos, algo que no resulta muy creíble. ¿Cuál es la interpretación?
C. H.- Hombre, dinero hay y no sólo procede de los bancos. También llega de otras fuentes como la política o la Unión Europea. Yo comparto también la opinión de Eutiquio de que para todo aquel que quiera desarrollar nuevas actividades empresariales, existen unas posibilidades como no ha habido anteriormente para obtener financiación. El dinero está y, evidentemente, también hay ideas. Yo he tenido la oportunidad de empezar a ver en los pocos meses que llevo aquí cómo hay un tejido empresarial, que se ve pequeño todavía, pero que toma riesgo y acude a nuevas financiaciones para relanzar su actividad. Existe esa inquietud, esos empresarios y ese caldo de cultivo. Quizás ahora, sea el momento de aprovecharlo en mayor medida. La situación a medio plazo, no sé cómo quedará. Desde luego, hoy hay dinero y hay empresarios que lanzan proyectos, aunque quizá no sean aún los suficientes. Habría que animar desde todos los estamentos a generar ese tejido empresarial en Cantabria.

El Santander y el desarrollo de Cantabria

P.- El informe estratégico que realizó el Consejo Económico y Social sobre el futuro de Cantabria mencionaba dos palancas importantes para el desarrollo regional que quizás no se han aprovechado suficientemente, una eran las sinergias que puede generar el Hospital Valdecilla y otra el Banco Santander. ¿Está de acuerdo en esta teoría o en reconocer que esas dos palancas tienen todavía mucho recorrido?
C. H.- El tema de Valdecilla, sinceramente, lo desconozco. Tengo el conocimiento general de que Valdecilla debe seguir siendo un hospital de referencia nacional y que hay campos de desarrollo importantes. En cuanto al Banco Santander, yo creo que está aportando a la comunidad mucho y que la comunidad lo tiene que valorar y lo valora en muchos casos. Nuestra presencia y el viajar por el mundo con un nombre como Santander yo creo que aporta gran valor a Cantabria. El apoyo financiero al desarrollo de nuevos proyectos, de nuevos convenios, nuestra presencia en todas las áreas de actividad, económica, empresarial, profesional, es importante. Vamos a seguir siendo uno de los referentes de la economía en Cantabria. El Banco es una de las principales empresas de Cantabria, si no la mayor y, evidentemente, tiene recorrido. Por eso va a seguir siendo una palanca de apoyo a la economía de Cantabria.

P.- Sí, pero cuando nosotros hablamos de esa palanca, esperamos siempre más. Tener la sede del Banco Santander es como tener un ministro de la tierra. Siempre pensamos: “a este le tenemos que sacar mucho más de lo que le saquen otros”. Es probable que eso sea injusto y que vaya contra la lógica del mercado, pero el Santander es la única institución capaz de movilizar un volumen de recursos suficiente para apoyar un proyecto que permita un salto cualitativo en la economía de Cantabria. ¿Ese tipo de expectativas tienen alguna posibilidad de hacerse efectivas?
C. H.- El que el Banco vuelque sus recursos en el desarrollo de la economía de Cantabria es evidente que no está dentro de los objetivos de una sociedad anónima como tal, pero lo que hace el Banco es apoyar a la región y de una manera distinta a otras áreas donde también tiene presencia. La aplicación de recursos que el Banco destina para distintas actividades está desequilibrada a favor de Cantabria, sin ninguna duda. ¿Que puede hacer más cosas? El Banco está abierto para apoyar cualquier proyecto de financiación o de actividad que se le plantee y participaremos con la Comunidad en la medida en que podamos, desde el punto de vista de que somos una sociedad anónima y una entidad financiera, que estudiamos los proyectos y que tenemos unos accionistas a los que nos debemos.

Los cántabros optan por el endeudamiento

P.- Durante estos últimos años de expansión, los cántabros optaban más por el ahorro que por el endeudamiento, al contrario de lo que hacía el resto del país. Sin embargo, los índices de este año, indican un cambio radical de actitud. ¿Se detecta en el Banco?
C. H.- En el pasado trimestre los ratios de demanda de crédito al Santander en Cantabria eran los mayores de todo el país. Dentro del ranking que nosotros elaboramos de crecimiento de facturación de crédito, Cantabria ocupaba los primeros puestos.

P.- ¿Eso significa que ahora es cuando la gente está más dispuesta al consumo o que no ha notado ninguna recesión?
C. H.- Probablemente, lo segundo, que la gente no ha notado ninguna recesión y que la actividad se mantiene. No hemos descendido ni en producción de crédito de consumo, ni en hipotecario, ni en niveles de crédito en general a empresas. Mantenemos los niveles, incluso algo por encima de los anteriores. Quizás por los flujos de dinero que han llegado a la Comunidad, aparentemente no se está notando todavía ningún tipo de descenso, ni indicador que nos diga a nosotros que la situación económica está desacelerándose en Cantabria, aunque las previsiones son de una cierta desaceleración.

Euro: Mejor cambiar de golpe

P.- ¿Los bancos estarán en disposición de atender el 2 de enero la ingente demanda de la nueva moneda que van a plantear los particulares y los comerciantes?
C. H.- Cualquier cajero automático ya te facilita en euros el saldo, las cuentas, las posiciones… Toda la información de clientes ya está trasladada a euros. Desde el punto de vista logístico, lo que es distribución física de moneda, ya nos ha facilitado Banco España la moneda para las necesidades de los primeros días de integración y desde el punto de vista de la formación, todos los equipos comerciales, los puntos de venta y las oficinas han pasado por una serie de cursos. El Banco está perfectamente preparado tanto informáticamente, en sistemas, como en estructuras o en asesoramiento de cara al cliente.
P.- Me refería a la incertidumbre que tienen los comerciantes sobre una posible escasez, durante los primeros días, de monedas fraccionarias para manejarse. ¿Veremos colas de comerciantes y de consumidores ante las ventanillas de los bancos pidiendo ese tipo de moneda que a las grandes superficies se les facilitará directamente?
C. H.- Nosotros estamos haciendo el acopio de moneda suficiente para atender la demanda habitual de los primeros días y, evidentemente, algo más. En principio, las previsiones están hechas. ¿Qué se van a producir colas para cambios? Sin lugar a dudas. La gente tendrá que acudir a las entidades financieras a cambiar su moneda y los comerciantes también.

P.- ¿El Santander seguirá la estrategia de las grandes cadenas comerciales, de acopiar las pesetas y retirarlas de circulación lo antes posible?
C. H.- Sí, desde el primer día. En los cajeros tendremos una etapa compartida, con doble cajetín en algunos. Hay una opinión generalizada en favor del sistema que han adoptado algunas grandes superficies y comerciantes de sustituir la moneda de forma radical. Pensamos que evitar la doble circulación es mejor desde el punto de vista del aprendizaje y facilita el manejo de las monedas. Simplifica la gestión para todos. En fin, nosotros aquí vamos a mantener las dos durante el período transitorio, pero en los cajeros y en el caso de la caja física, dispensaremos euros, mayoritariamente.

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