CCOO exige a Glovo un diálogo social tras el anuncio de finalización del proceso de contratación directa

Comisiones Obreras (CCOO) ha exigido a Glovo la apertura de un marco de diálogo social tras el anuncio de la compañía de finalizar en junio su proceso de contratación directa de repartidores, según ha informado el sindicato en un comunicado.

Con el requerimiento de que se convoque «urgentemente» la mesa de diálogo social, CCOO tiene el objetivo, por un lado, de obtener información «transparente» y «detallada» que garantice el cumplimiento de la ley durante todo el proceso.

Asimismo, pretende iniciar la negociación de un convenio colectivo con condiciones laborales «justas», que sustituya al actualmente aplicado «de forma unilateral» por la empresa, ya que desde 2006 «no ha habido ninguna negociación».

«Desde CCOO reafirmamos nuestro compromiso con la defensa de todos los derechos laborales de las personas repartidoras y recordamos a Glovo que estamos en un momento clave para consolidar un modelo de relaciones laborales con garantías, que proteja a todas las personas trabajadoras, con independencia del entorno en el que desempeñen su labor: una fábrica, una oficina, teletrabajando o a través de plataformas digitales», ha expresado la organización sindical.

Comisiones Obreras ha mencionado que, en diciembre de 2024, Glovo comunicó públicamente su intención de impulsar «un nuevo modelo laboral» en España, comprometiéndose a abrir una mesa de diálogo con los agentes sociales «para dotar» de todas las garantías el proceso hacia el nuevo modelo».

No obstante, CCOO ha señalado que denunció «poco después» la utilización de flotas externas por parte de la empresa, alertando de una posible cesión ilegal de trabajadores y la existencia de cláusulas abusivas en los contratos.

«Gracias a la presión sindical, entre otros factores, Glovo abandonó ese modelo y adoptó el que CCOO venía reclamando desde el inicio: contratación 100% directa que tuviese como referencia el marco laboral vigente», ha recalcado el sindicato.

En esa línea, CCOO ha venido reclamando que el uso de nuevas tecnologías «no puede ni debe ser un pretexto para eludir derechos laborales ni para precarizar el empleo».