PANORAMA INTERNACIONAL

Grecia y el euro
Los contribuyentes británicos tienen un pequeño motivo para estar agradecidos este fin de semana: tras la victoria de Cameron en Bruselas, por lo menos no tendremos que pagar más a través de la UE por la fianza que se le ha dado a Grecia (…) Perdón si no nos cortamos con la celebración.
(…) La caótica economía griega es una prueba incontestable del fracaso del experimento del euro, que buscaba uncir a los preparados y a los que no lo estaban en un mismo yugo, con el incalculable detrimento de ambos.
Transformados en unos ociosos y unos corruptos con el dinero fácil de los bancos franceses y alemanes, la mitad de la población griega confía en el Estado. Increíblemente, el salario medio en los ferrocarriles subvencionados con fondos europeos es de 60.000 libras.
En Grecia, el soborno es endémico, los millonarios enfocan los impuestos como algo opcional y los peluqueros y los masajistas están incluidos entre las más de 600 profesiones ‘arduas y peligrosas’ en las se permite retirarse a los 50, con una pensión estatal del 95% del salario.
Por medio de la locura de la moneda única, todo esto va a cuenta de los esforzados trabajadores del norte de Europa, sus hijos y sus nietos (…) En cambio, en Bruselas se apegan a la ficción de que esta vez los de Atenas van a adoptar las medidas de austeridad que prometen y que los perezosos milagrosamente se transformarán en gacelas.
Inevitablemente, Grecia va a la suspensión de pagos. La única pregunta es cuándo.
The Daily Mail

Y nuestros líderes, de vacaciones
Ha sido una semana tormentosa, y en Gran Bretaña, América y Europa hemos visto el mismo patrón: Las empresas han dejado de invertir y los gobiernos han hecho grandes recortes en los servicios que prestan (…)
Las agencias de calificación –que apoyaron a Lehman Brothers antes de su colapso– están desesperadas para que no les pillen otra vez y han reaccionado con preocupación ante los desacuerdos en el Congreso americano (…) Pero ahora lo que hace falta son líderes políticos en todo el mundo que muestren su capacidad y emitan unos planes económicos creíbles.
Sin embargo, nuestro primer ministro y sus vicepresidentes, están no se sabe en donde: los cuatro primeros cargos del Gobierno y de Hacienda se han ido de vacaciones a la vez (…)
Nuestro complaciente primer ministro nos dice que no nos preocupemos, porque Gran Bretaña es un “puerto seguro” frente a la tormenta económica. Pero la realidad es que estamos en el ojo del huracán, porque intentando ir demasiado lejos y rápido para rebajar el déficit, Osborne cortó el año pasado la recuperación. Su imprudente plan fue como hacer pedazos los cimientos de la casa justamente antes que empezara la tormenta.
Para reducir el déficit necesitamos un plan de crecimiento, con un impuesto sobre los rendimientos bancarios para crear empleo para los jóvenes y un recorte temporal en el IVA para dar un empujón al consumo privado.
Las familias y las empresas en dificultades ya han sufrido bastante la complacencia gubernamental, ahora hace falta liderazgo y acción.
The Daily Mirror

¿Seguirá Inglaterra siendo verde?
Uno de los primeros deberes del Gobierno es hacer todo lo que pueda para que la economía británica crezca otra vez(…) El cinturón verde necesita protección, lo mismo que las áreas de belleza natural, pero los negocios también necesitan espacios para florecer (…)
El ministro de Gobierno Local ha acusado al National Trust y a la Liga para la Protección de la Inglaterra Rural de formar parte de una “campaña de desprestigio” izquierdista por la mera razón de que se oponen a las nuevas regulaciones de ordenación rural (…)
La coalición de gobierno conservador-liberal prometió abordar esta aspiración. Si eso es lo que se ha hecho, los ministros no tienen nada que temer, pero si sus propuestas resultan ser una mera variación del viejo modelo de control central, deben ir con cuidado.
The Daily Telegraph

La obsesión por recortar los gastos
La economía de los EE. UU. trata de reaccionar con cada nueva medida económica. Sin embargo, la cuestión reside ahora en si Washington va a ir más allá del obstinado enfoque sobre los recortes presupuestarios –lo último que necesita una economía vacilante– y pasará a la creación de empleo (…)
Los datos son innegables. La economía ha añadido unos 120.000 empleos al mes pero, incluso a ese ritmo, tomaría tres años volver a la tasa de desempleo anterior, por debajo del del 5% (…)
Washington puede estar desconectado, pero el resto de la nación sabe lo que está pasando. Una reciente encuesta muestra que la mitad de los americanos opinan que la creación de puestos de trabajo debería ser prioritario al recorte del gasto (…)
El pueblo americano sabe lo que hace falta. Como Stanley Oland, un republicano de 62 años, contestó en una de las encuestas: “Si cortamos el gasto público, se eliminaran empleos y no tendremos ningún ingreso. Cada dólar gastado crea empleo.”
The New York Times

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