La ciencia al día
La momia de una reina guerrera
Un grupo de arqueólogos peruanos ha descubierto la momia mejor conservada de la cultura Moche, una civilización precolombina que tuvo su apogeo en Perú entre los siglos I y VIII. Pero, lo sorprendente es que el cuerpo, que pertenece a una mujer de unos treinta años, está rodeado de joyas de oro y otros ornamentos propios de una reina así como de mazas y disparadores de lanzas que indican que pudo ser guerrera.
Sus brazos están cubiertos por complejos tatuajes y presenta cicatrices óseas que revelan que habría dado a luz al menos una vez.
El hallazgo se produjo el año pasado en la costa norte peruana, cerca de la ciudad de Trujillo.
Trajes para quemaduras
Una empresa familiar belga llamada Tricolast NV ha obtenido el premio a la mejor innovación tecnológica en Europa por diseñar un traje de presión para niños quemados, con dibujos de Winnie the Pooh y otros personajes de Walt Disney. El traje sustituye la presión natural de la piel y evita la formación de cicatrices hipertróficas gracias a una combinación interna de láminas de silicona.
Hace 12,8 billones de años
Al lector aficionado al cine o la literatura de ciencia ficción les sonará este titular que viene al caso para referirnos a un telescopio que acaba de desarrollar un grupo de científicos australianos para observar las estrellas que existían en el Firmamento hace 12,8 billones de años.
A quien se pregunte si es posible mirar hacia el pasado con un telescopio, la respuesta parece ser afirmativa ya que con este aparato se podrán conocer las emisiones de luz que hicieron las galaxias más lejanas hace billones de años, el tiempo que esa luz tarda en llegar a la Tierra. El problema es si eso servirá para averiguar algo más acerca de dónde venimos o para rebatir la popular teoría del Big Bang, que explica el origen del Universo desde un único acontecimiento creador, con todas las implicaciones que eso supone.
El telescopio se acaba de presentar en el Reino Unido con el nombre de DAZLE (Cegador, en inglés) porque esas son las iniciales del proyecto al que los investigadores australianos han dedicado cinco años de trabajo. Aunque el aparato es altamente sensible para la captación de imágenes, no se verá nada en el sentido estricto de la palabra, ya que lo que detecta son rayos infrarrojos invisibles al ojo humano y que son los emitidos por este tipo de galaxias tan lejanas.
El te verde y el cáncer
En China se toma té verde desde tiempos inmemoriales porque el significado de esta infusión para los orientales es similar al del vino para los europeos. No obstante, no ha sido un chino sino un español y un inglés los que han descubierto que puede proteger al organismo contra ciertas formas de cáncer. Hasta el momento, existían estudios epidemiológicos que demostraban sus efectos positivos pero ahora se ha conseguido aislar la sustancia responsable y eso abre posibilidades para la elaboración de nuevos medicamentos.
El hallazgo es que uno de los polifenoles de las hojas de té verde, –es decir, sin fermentar–, inhibe la formación de células cancerosas y las destruye de la misma manera en que lo hace la más famosa de las sustancias anticancerosas, la methotrexata, pero sin afectar a las células sanas.
El inconveniente es que la encima a la que se une se relaciona con defectos de nacimiento como la espina bífida, de modo que las embarazadas han de tener cuidado. Además, no se trata de ponerse morado bebiendo té porque basta con bajas concentraciones.