La ciencia al día

El ataque de las bacterias asesinas

Esto, contado así, parece más cercano al título de una película de monstruos serie B que a una investigación científica, pero el caso es que las denominadas bacterias GAS o sea Grupo A Streptococos son auténticas asesinas debido a la que velocidad a la que son capaces de reproducirse.
Once laboratorios europeos bajo la coordinación de la Universidad de Lund han empezado a trabajar en un proyecto con el fin de estudiar este tipo de bacterias. La defensa más efectiva contra ellas hasta ahora han sido los antibióticos, pero el incremento de las resistencias en los últimos años ha empezado a causar preocupación.
No se sabe la causa exacta de esas infecciones, pero en Suecia hay aproximadamente entre 300 y 500 casos por año. Una posible explicación es que la población solía tener un cierto grado de inmunidad contra ellas, que ha perdido. Esas infecciones aparecen a menudo como amigdalitis o impétigo, una enfermedad cutánea, pero pueden entrar en el organismo por medio de otras vías como las heridas.

Localización geográfica

Vamos a hacer un ejercicio de imaginación. Primero, uno suave: Supongamos que estamos en medio de un atasco con nuestro coche en una ciudad llena de altos edificios (para lo que no hace falta estar muy inspirado, ciertamente) y queremos saber dónde estamos con una exactitud de dos metros.
En segundo lugar vamos a fantasear con un ejercicio más exótico: ahora estamos con nuestro turismo en medio de un desierto de arenas rojas, donde no asoma ni un árbol y no hay más que una carretera totalmente vacía y queremos de nuevo saber nuestra posición geográfica exacta en el globo terráqueo, suponiendo que estemos en La Tierra. ¿Qué haríamos?
Pues bien ya hay una tecnología europea para resolver ambos casos, y consiste en disponer del receptor Sisnet, el cual se vale del sistema de navegación geoestacionario europeo, que produce una señal que corrige y mejora la emitida por el sistema americano GPS, donde la exactitud máxima se reserva para las tropas estadounidenses y al resto de usuarios se le facilita una posición solo muy aproximada.

Test de ADN para la tuberculosis

A partir del ADN de una persona, una nueva prueba es capaz de detectar la tuberculosis en cuestión de horas. Además, puede resultar también una herramienta muy importante para combatir otras enfermedades infecciosas, como el sida o la malaria.
El nuevo test ha sido desarrollado por científicos británicos que se han valido de la decodificación del genoma de la bacteria Mycobacterium Tuberculosis para buscar marcadores que se puedan usar a su vez en la detección del germen de la enfermedad.
Esto constituye un resultado verdaderamente práctico de la tecnología genética que se podrá usar sobre todo en los países en vías de desarrollo para la creación de nuevas medicinas y vacunas contra esos tres tipos de enfermedades infecciosas.

Un agujero negro gigantesco

Lo que los pintores barrocos como Caravaggio o Zurbarán intuían y plasmaron como dos aspectos básicos de sus obras, la oposición de la luz y las tinieblas, es un tema que está ahora en el punto de mira de los astrónomos.
Los denominados quasares son los objetos más luminosos del universo y para la mayoría de los científicos representan la prueba palpable de la existencia de su contrario, la oscuridad total, o sea, el agujero negro.
Desde el descubrimiento en el centro de nuestra galaxia –que tiene ese nombre tan bonito de La Vía Láctea– de un denso agrupamiento de estrellas que se concentran alrededor de un quasar inusualmente grande, los investigadores han especulado con la idea consistente de que lo que verdaderamente hay allí es un gran agujero negro.
Pero lo que la ciencia no encontraba es la evidencia (que los pintores lo mismo que los poetas no necesitan) para superar las dificultades que se presentan para trazar un mapa del campo gravitatorio de esa zona.
Y lo que han descubierto ahora ha sido que la estrella S2 que está normalmente muy cerca del agujero negro de la Vía Láctea, ha realizado un rápido movimiento orbital, como si fuera un planeta. Para aclarar un poco más la excepcionalidad del momento hay que decir que nunca se había podido ver un acontecimiento como éste. Quizá sirva para confirmar estas hipótesis.