La conciliación entre vida profesional y personal como incentivo
En la gestión de recursos humanos cobra cada día más importancia la idea de que ofrecer al trabajador la posibilidad de realizarse personalmente o facilitar el equilibrio entre su trabajo y su vida familiar puede acabar siendo una ventaja competitiva para la propia empresa. No sólo aumenta la productividad sino que puede ser un argumento decisivo a la hora de captar talentos.
Sin embargo, la implantación de nuevas formas de trabajo, de nuevo modos de relación entre trabajador y empresa es siempre un proceso lento. Tan sólo el 10% de las compañías españolas aplican planes que permitan conciliar la vida profesional y personal de sus trabajadores, ya sea con programas de ayuda familiar para facilitar el cuidado de niños y adultos dependientes, o con la aplicación de horarios flexibles y fórmulas de teletrabajo, aprovechando las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías.
El teletrabajo en IBM
Una de las empresas pioneras en la puesta en práctica de estos programas es IBM España. Según los datos ofrecidos por su presidenta, Amparo Moraleda, en la clausura del Congreso que la Asociación Española de Directivos de Personal (AEDIPE) ha celebrado en Santander, de los 6.000 empleados que posee esta multinacional en España, 3.200 realizan parte de su trabajo en casa mediante ordenadores portátiles y conexiones de banda ancha, y en el 90% de los casos se ha mejorado la productividad. Las encuestan indican también porcentajes similares en el aumento de la motivación, del compromiso con la empresa y de la satisfacción con el trabajo.
Las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías permiten entornos de trabajo más abiertos, en los que la realización de tareas ya no está vinculada a la ocupación de espacios físicos concretos: “En nuestra empresa, explica Amparo Moraleda, los trabajadores y directivos ya no disponen de un sitio fijo; se sientan en función del momento en el que llegan. La jornada laboral en empresas como la mía, –continúa la presidenta de IBM España– ha dejado de ser algo fijo en el tiempo y ha pasado a estar orientado a lo que pide el cliente. Se trabaja en función de la demanda y de los requerimientos de cada día”. En definitiva, asistimos a un cambio de todos los parámetros que definían la vida laboral y que se basaban en la estabilidad de las condiciones de trabajo. “El trabajo hoy día es un estado mental”, subraya Moraleda, “el trabajo está donde está uno, lo que exige una gran autodisciplina”.
Además de apelar a la responsabilidad y madurez del trabajador como condición necesaria para el éxito de estas nuevas formas de trabajo, Moraleda señala la necesidad de modificar la mentalidad de los directivos, dando paso a una cultura de la confianza: “Hay que cambiar el paradigma del director-capataz por otro donde sea más un líder facilitador de tareas que un controlador del tiempo de su trabajador. En este nueva relación “no se valora cuánto tiempo estás presente sino cuánto estás contribuyendo”, afirma la presidenta de IBM España.
Es el tránsito entre los modos de relación laboral ligados a los modelos de producción de las sociedades industriales y la aparición de hábitos y formas de trabajo adaptados a las exigencias de la nueva sociedad del conocimiento, con la advertencia, concluye Moraleda, de que “todo el que quiera triunfar en esta nueva economía basada en el conocimiento, tiene la obligación de atraer y polarizar el talento y eso pasa por crear un entorno donde sea atractivo trabajar”.
