Réplica a la información
Estimado director:
En la página 18 del número 134 de la revista de tu dirección, datado en mayo 2004, se publica un artículo sin firma, por lo que reputo como editorial, en el que bajo el título “Industria: Aviso a navegantes” se realizan una serie de valoraciones carentes de fundamento que, considero, no deben quedar sin respuesta, por lo que te remito la mía con el ruego de su publicación –en idéntica ubicación y forma– en aras de la transparencia y del derecho de tus lectores a conocer todos los puntos de vista sobre un asunto.
La primera, tiene que ver sobre las fuentes de información. Echando mano de los manuales de la profesión, ¿puede Cantabria Económica citar alguna fuente del Gobierno de Cantabria acerca de que las actitudes de los consejeros Pesquera o López Marcano son vistas por sus compañeros de Consejo con “alguna reticencia” o que “resultan demasiado autónomos de movimientos para el gusto de buena parte de sus compañeros”? Resulta curioso observar como este tipo de argumentos coinciden con algunos panfletos –sin firma ni autor conocido– y con los integrantes de la actual oposición de la derecha al Gobierno.
Lo segundo, probablemente consecuencia de una falta por mi parte de dotes interpretativas, se refiere a lo que me da la sensación de ser una contradicción manifiesta: ¿Cómo es posible mantener al tiempo “una relación muy fluida con la cúpula de CEOE” y crear “una cierta sensación de desamparo entre empresarios que esperan ser recibidos o los vinculados a la industria tradicional, porque estoy en condiciones de aseverar que “el presidente de la patronal del Metal” –si es que se refiere al de PYMETAL– ha sido atendido en múltiples ocasiones bien directamente por el Consejero o bien por altos cargos de esta Consejería.
Finalmente, quisiera realizar una puntualización de carácter personal: el calificativo de “cancerbero de carácter” que se me aplica no es de recibo. Siento poner de evidencia la incorrección de un medio de tanta prosapia periodística y tan afamada hondura en el análisis, puesto que en mi persona no concurre la calidad de perro –y mucho menos de tres cabezas– ni guardo las puertas de ningún infierno, ya que la Consejería de Industria del Gobierno de Cantabria dista mucho de serlo; ni soy portero o guarda de bruscas maneras; ni por último –y siguiendo las tres acepciones de la XXII edición del Diccionario de la R.A.E.– soy o he sido jugador que guarde portería alguna. He de agradecerte, por otra parte, el cumplido deslizado sobre que no dejo indiferente a nadie y aunque lo acepto de buen grado, más bien lo creo una bienintencionada exageración, fruto del mutuo reconocimiento profesional surgido durante los últimos meses.
Aprovecho la ocasión para expresar mi deseo de los mejores éxitos para Cantabria Económica y que mensualmente obtenga los suficientes temas informativos para nutrir las más de noventa páginas de su formato con información certera y fundamentada, sin la necesidad de recurrir al chascarrillo o el comentario frívolo que tan incómodos deja a muchos profesionales cuando no nos queda más remedio que acudir a ellos para nivelar la cuenta de explotación.
Alejandro Ortea.
Director de Gabinete
de la Consejería de Industria, Trabajo y Desarrollo Tecnológico
