Historias de la Unión Europea

Las marcas comerciales están tan ligadas al lenguaje diario que algunas pasan a convertirse en expresiones comunes de la calle y los términos llegan a confundirse como ha ocurrido en Alemania, donde una empresa ha registrado la guía de teléfonos como marca pese a que, en el idioma de este país, existe una expresión muy habitual –Weisse Seiten– para designar este directorio. A las autoridades primero y a los tribunales después les ha tocado resolver el problema para evitar posibles confusiones de las que luego puedan derivarse ventajas ilícitas en el campo de batalla, que es el mercado de la libre competencia.
El Tribunal de Primera Instancia de la Unión Europea (TP), al dictar recientemente una sentencia en la que confirma la decisión de la Oficina Europea de Marcas (OHIM) de no aceptar el término Weise Seiten como marca para designar determinados bienes, aclara un poco más las cosas. Para adoptar esta postura, el TP ha considerado que esa expresión se había convertido, antes de su registro, en un sinónimo de la guía telefónica de números particulares en el lenguaje alemán usual.
Lo asombroso es que alguien hubiera conseguido registrarla como marca comercial. De hecho, ha sido otra empresa la que tuvo que pedir ante el órgano de apelación de la OHIM la cancelación de este registro y la que ha motivado la intervención del TP para confirmar esa decisión.
Hace una década, la empresa alemana solicitó la inscripción de Weise Seiten para denominar productos de tecnología de la información, material impreso de referencia y guías clasificadas. Pero, tres años después, otra empresa pidió que se cancelara su registro y, efectivamente, el órgano de apelación de la OHIM así lo hizo al considerar que las citadas palabras eran, para cualquier alemán, el sinónimo de guía telefónica.
La sentencia no se quedó ahí y extendió la prohibición a artículos de oficina, servicios de publicación y edición de textos escritos, al afirmar que tal signo era descriptivo y estaba desprovisto de cualquier carácter distintivo, lo que impulsó a la propietaria de la marca a acudir al TJ para resolver el asunto.

Término genérico y usual
La empresa que consiguió registrar el controvertido término defendía ante los tribunales comunitarios que, cuando presentó su solicitud de registro, estas palabras no eran utilizadas aún por los alemanes como sinónimo de Alphabetisches Teilnehmerverzeichnis o guía telefónica de particulares. Sin embargo, el TP consideró que los documentos que había presentado para demostrarlo, como los del servicio postal de Austria, indicaban justamente lo contrario, que Weisse Seiten ya era un término genérico en el momento de la inscripción.
Por otra parte, como la empresa no hizo ninguna distinción dentro de la categoría de material impreso, trabajos de referencia y guías de clasificación –a la que pertenecen las guías telefónicas– la marca fue declarada inválida para todo el conjunto. El TP observó, además, que las guías de teléfono también están disponibles en Internet o CD-Rom y el susodicho término también era considerado habitual para esas versiones electrónicas, por lo que la marca también fue cancelada respecto a esos bienes.
En el ámbito de los artículos de escritorio y oficina, el término en cuestión podía entenderse como “Wessfarbige Seiten” –páginas blancas– o como sinónimo de “Wessfarbige Blatter” –hojas blancas–. Y como la empresa no distinguió entre ninguna de las categorías, la marca se consideró también descriptiva de tales bienes.
Por todo lo anterior, el tribunal europeo concluyó que la relación entre la marca Weisse Seiten y las características de esos bienes y servicios en disputa es tan cercana que no debería haber sido registrada nunca.

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