Qué hacer si no se ha logrado la nota de corte necesaria
El acceso a la educación superior se ha convertido en un proceso cada vez más competitivo. Cada año, miles de estudiantes se enfrentan al reto de alcanzar la nota de corte necesaria para acceder a la carrera universitaria que desean cursar. Sin embargo, la elevada demanda en determinadas titulaciones y el número limitado de plazas dificultan el ingreso en muchas universidades, especialmente en grados vinculados a la salud, la tecnología o el ámbito social. Ante este escenario, estudiar FP se presenta como una alternativa real y práctica para quienes no han conseguido el resultado esperado en la fase de admisión.
La Formación Profesional ha experimentado en los últimos años un crecimiento sostenido, no solo en número de matriculados, sino también en prestigio académico y proyección laboral. Frente a la tradicional vía universitaria, los ciclos de FP permiten obtener una titulación oficial con un enfoque práctico y adaptado a las necesidades reales del mercado de trabajo. Además, estudiar un ciclo formativo no implica renunciar a la universidad. De hecho, cada vez son más los alumnos que utilizan la FP como vía de acceso a estudios universitarios tras completar un grado medio o superior, accediendo a carreras relacionadas con el itinerario profesional elegido.
FP online: una opción flexible y orientada al empleo
En este contexto, centros como Davante ofrecen la posibilidad de estudiar FP Oficial presencial o 100% online, permitiendo al alumnado organizar su tiempo de forma autónoma y compatibilizar la formación con otras responsabilidades, como un empleo o el cuidado familiar. Esta flexibilidad resulta especialmente atractiva para aquellos estudiantes que, tras no conseguir plaza en la universidad por nota de corte, buscan alternativas educativas sin necesidad de desplazamientos ni horarios rígidos.
Los ciclos de Formación Profesional incluyen una combinación de teoría y práctica, con contenidos adaptados a la realidad del entorno laboral. Con la FP Plus de Davante, además, los alumnos se forman en competencias clave y obtienen certificaciones valoradas en su sector. Además, los programas contemplan un módulo de prácticas en empresas, lo que facilita la inserción laboral desde el primer contacto con el entorno profesional.
De la FP a la universidad: un camino cada vez más habitual
Una de las ventajas que ofrece estudiar FP es la posibilidad de utilizar esta formación como un trampolín hacia la universidad. Muchos estudiantes que no consiguen acceder directamente a la carrera deseada optan por un ciclo de grado superior en un área relacionada, lo que les permite adquirir conocimientos prácticos y mejorar su expediente académico. Una vez finalizada la FP, pueden solicitar el acceso a la universidad mediante el proceso de admisión específico para titulados de grado superior, sin necesidad de realizar la EBAU. Este itinerario es una opción real para quienes desean entrar en una carrera universitaria desde una vía alternativa y con un perfil más orientado a la práctica profesional.
Este modelo, cada vez más extendido, ofrece ventajas adicionales. Al llegar a la universidad tras pasar por un ciclo de FP, el alumno cuenta con una experiencia previa que facilita la comprensión de la materia y mejora su rendimiento académico. Además, en algunos casos, es posible convalidar asignaturas, acortando así la duración de los estudios universitarios.
Formación adaptada al mercado laboral
La Formación Profesional no solo es una alternativa para quienes no acceden a la universidad, sino que también se ha convertido en una opción prioritaria para muchos jóvenes que buscan una inserción laboral más rápida y orientada a la práctica. Los ciclos de FP están diseñados en colaboración con empresas del sector, lo que asegura una enseñanza alineada con las necesidades del mercado. Sectores como la informática, la sanidad, la administración, el comercio o el marketing demandan perfiles técnicos especializados que los programas de FP preparan de forma directa.
La evolución del mercado laboral y del sistema educativo actual demuestra que existen caminos alternativos al acceso universitario tradicional. La Formación Profesional se presenta como una oportunidad para seguir avanzando en la carrera académica y profesional, sin que la nota de corte sea un obstáculo definitivo.