CON EL VIENTO A FAVOR
El POL, los vuelos internacionales, la Cueva del Soplao, la recuperación del proyecto para levantar una fábrica de fibroyeso, el primer tramo de la Autovía del Agua… y las malas relaciones con los hosteleros o con el alcalde de Santander. Nunca antes media legislatura dio tanto de sí, sobre todo los dos años iniciales, que suelen ser de planteamiento y no de realizaciones. El Gobierno ha querido ir muy deprisa y los buenos vientos de la economía le han acompañado. Con 216.000 personas ocupadas en una región donde hace una década no pasaban de 155.000, el tono vital no puede ser negativo. Las encuestas le son muy favorables y sabe que si no comete errores, sólo con la inercia, tiene asegurada la reelección.